LA CADENA DE ORACION EN LA INTERNET... ¡ORAMOS POR TI!

El auto más buscado

Después de una larga conversación, fui a llevar a mi amigo Aldo a su casa. Eran como las una y treinta de la madrugada, cuando llegamos frente a la misma. Otro auto se detuvo justo detrás de nosotros, y pude ver que el pasajedo del frente se bajaba, con un revólver en la mano. Le dije a Aldo: "Tranquilo, que nos van a encañonar".

Eran dos jóvenes los que se acercaban por ambos lados del auto; otro quedaba al volante, con el motor en marcha.
"Buenas noches, esto es un asalto", anunciaba el joven que se acercó a mi ventana. Luego de buscarnos los bolsillos y sustraer nustras billeteras y llaveros, se marcharon con el automóvil.

Luego del asalto a mano armada, en el que fuimos despojados del auto, comenzó la verdadera aventura que se extendió durante ocho días. La noticia corrió como la pólvora encendida. Familiares y amigos estaban indignados, pero lo más importante es que todos oraban porque el auto apareciera.
Cada persona que me encontraba o que hablaba por teléfono me aseguraba que estaba orando por el "regreso" del carrito, que aunque no estaba en las mejores condiciones, me llevaba y traía a todas partes. Algunos me decía con mucha seguridad: "Ese carro va aparecer".

En la iglesia, durante el servicio dominical, el pastor Lucas elevó una oración de gratitud porque no salimos heridos en el incidente, a la vez que regaba porque se recuperara el auto. Algunas personas fueron más allá, y hablaron a personas influyentes del gobierno; para abreviar solo diré que hasta el Jefe de la Policía fue personalmente informado del asunto. Mi carrito se convirtió en el más buscado....

Usualmente, en Puerto Rico, los autos robados son desmantelados y vendidos en piezas, o sencillamente son quemados, luego de utilizarlos para actividades ilícitas, como asaltos o asesinatos. Así que yo, aunque estaba optimista con la idea que el auto aparecería, tenía dudas acerca de "como" aparecería. Me preguntaba que pieza o piezas le faltarían y en cuanto costaría ponerlo en condiciones nuevamente.

Casi todos los días me llamaba Aldo, y lo primero que hacía era preguntarme si ya había aparecido el carro. Acto seguido, llamaba al cuartel de la policía de nuestro sector.

"Negativo", era la respuesta que recibimos día tras día. Cuando se cumplían siete días del asalto, Aldo llamó, como siempre al cuatel de policía. Esta vez la voz de la mujer policía mostró algo de molestia. "Mire, señor, cuando el auto aparezca, NOSOTROS le llamamos a usted".

Oración contestada

Insistente, esta vez llamó a la División de Vehículos Hurtados. El operador, una vez recibió los datos del carro, fue a verificar... a los pocos segundos preguntó: "Usted puede venir aquí ahora". Aldo le pregunto: "¿Qué, apareció el carro?". El agente no le respondió, sino que preguntó nuevamente, "¿Puede venir ahora?". Le dijimos que sí.

Aldo llamó a René, el cual nos recogió y fuimos al cuartel. Allí nos informaron que en ese mismo momento, una grúa estaba recogiendo el vehículo en el lugar donde lo hallaron y que estaba en camino. Esperamos quince minutos que parecieron dos horas.
Mientras tanto, nos entreteníamos especulando el estado en que aparecería el auto. Yo decía, tratando de consolarme: "Ahora aparece y comienzan a interrogarnos, porque al carro robado le faltaba un faro delantero y el recuperado tiene ambos". (Yo había comprado el faro faltante, y lo tenía guardado en el cofre, para cuando fuera a reparar el carro).

Al fin, la grúa hizo su entrada truinfal, remolcando el carrito. Yo no me atrevía a mirar. René y Aldo miraban por las ventanas, yo permanecí sentado, imaginando qué le habían quitado al carro. Luego de firmar los documentos, bajamos al lote donde lo había depositado la grúa. Yo pensaba, "Bueno, tengo que estar agradecido porque al menos apareció el vehículo". Pero para nuestra sorpresa, el carro tenía instalado el faro; estaba INSTALADO correctamente, no solamente "puesto" para confundir a las autoridades.

La Biblia dice que Dios es poderoso para darnos mucho más abundantemente de lo que pedimos; yo sé que es cierto.

-- *********uzmán

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