Una noche, la ultima de sus coloquios, cuando se despidió de sus alumnos para asumir la Presidencia de la Asamblea Constituyente, en 1978, recordó este verso de Virgilio :
 
-  Vosotros, bueyes, lleváis el arado, pero no para vosotros.
 
 
      Nos dijo que al final, después de medio siglo de paciencia y lucha, los bueyes del Aprismo toman el arado para si mismos, en tierras labrantías, a fin de sembrar y cosechar instituciones en una nueva Carta del Estado, que abra vías para una revolución pacifica y gradual, antes que esta llegue con su secuela insume de violencia y mortandad.
 
 
   Yo estaré con ustedes siempre, aquí o lejos de aquí, hasta que se acabe el camino.       - añadió agitando su pañuelo blanco en señal de despedida. -
 
      IGNACIO CAMPOS    (seudónimo del Maestro universitario Eduardo Jibaja)