El pergamino
por MissVoldemort
Una
chica de quinto curso bajaba las escaleras que conducían a su habitación para
ir a la sala común de Gryffindor, la chica se llamaba Ginny. Ginny pudo ver que
el amor de su vida estaba en la sala comun, un chico guapísimo de cabello negro
azabache y unos preciosísimos y expresivos ojos verdes esmeralda llamado Harry.
Estaba sólo (Hermione y Ron estarían dándose el lote en alguna aula vacía
del castillo, ya que se hicieron novios una semana antes y tenían que recuperar
el tiempo perdido) y estaba muy concentrado escribiendo en un pergamino. De
repente Harry dobló el pergamino y se lo metió en el bolsillo de la túnica,
pero mal, pues le sobresalía bastante. Ginny se había sentado en un escalón y
se dedicaba a observar como Harry observaba el fuego de la chimenea. De repente
el chico se levantó y dejó caer el pergamino que había metido mal en su
bolsillo, y parecía que no se había dado cuenta, pues iba con paso firme hacia
la salida... y salió. Ginny sin dudarlo fue a recoger el pergamino. Ella tenía
una curiosidad terrible por saber lo que Harry había escrito.
"No Ginny, no lo abras, son las cosas de Harry, no debes invadir su
intimidad" le decía una voz en su interior.
"No hay nada malo en saber lo que Harry ha escrito... él no tiene por qué
enterarse de que lo has leído" le decía otra voz.
"No Ginny, no lo abras, además, seguramente solo será alguna tarea,
alguna composición de Historia de la Magia o algo por el estilo" dijo la
primera voz.
"Bueno... si son deberes... por qué no abrirlo?" sentenció la
segunda voz y Ginny desdobló el pergamino, que decía:
"No sé por qué estoy escribiendo esto... bueno, en realidad sí lo sé,
lo escribo porque tengo que desahogarme, y si hablara de lo que voy a escribir
con Hermione me sentiría muy muy incómodo, y si lo hiciera con Ron... no
quiero ni imaginar lo que pasaría, me pegaría puñetazos hasta hartarse si le
soltara: "oye Ron, estoy locamente enamorado de tu hermana".
Al leer las últimas seis palabras Ginny se derrumbó en un sillón y se quedó
O_O. Ahora las manos le temblaban, tenía los ojos llorosos y tenía
taquicardias, por lo que jadeaba y le era muy difícil respirar. "Joder si
no lo leo" pensaba, mientras se decidía a seguir leyendo y pensaba que
Harry tenía la letra más bonita que había visto en su vida.
"Y sí, es verdad, estoy enamorado de la niña (bueno, niña... ya no es
ninguna niña, la semana que viene cumple los 15, "niña" es solo una
especie de mote cariñoso) pelirroja con los ojos castaños más bonitos que he
visto. No sé cómo ha pasado, ha sido de repente. Me empezó a gustar cuando
estuve en la Madriguera porque se veía más extrovertida y charlatana y pude
descubrir a la verdadera Ginny. También (para qué negarlo) me fijé en que había
crecido, no solo en mente, también físicamente: somos casi de la misma
estatura, tiene una piernas largas preciosas (lo pude ver cuando se puso una
minifalda porque iba a salir con sus amigas, jamás olvidaré esa imagen), unas
caderas y una cintura perfectas para posar en ellas mis manos, y también le ha
crecido el pecho, en el que me gustaría estar apoyado hasta que el sol aparezca
(n/a esto lo he sacado de la canción "sin miedo a nada", de Álex
Ubago), y no sé si es cosa mía, pero tiene unos labios extremadamente
sensuales que me muero por besar, encima cuando la miro, suele estar mordiéndose
el labio... eso me vuelve loco."
Ginny se quedó absolutamente pasmada al leer la descripción que Harry había
hecho de ella. Por lo que leyó, Harry no solo estaba enamorado de ella... también
la deseaba físicamente, deseaba cogerla por las caderas y la cintura, deseaba
apoyar su cabeza en su hombro y besarla. Definitivamente una lágrima calló por
la mejilla de Ginny, pues ese era su sueño hecho realidad: que Harry se
enamorara de ella y que deseara besarla. Decidió continuar leyendo la carta en
su habitación.
"Siempre me han dicho (bueno, también me he fijado yo, pues en segundo me
mando una felicitación de san Valentín y en el diario de Riddle lo escribió)
que ella me quiere, desde el primer momento en que me vio. Pero yo tengo miedo
de que ya no me quiera, pues tiene razones más que suficientes para hacerlo: en
estos últimos años la he tratado como "la hermana pequeña de Ron" y
para colmo sabe que yo pretendía a Cho, y es posible que piense que aún lo
hago, pero yo ya me olvidé de ella antes de que acabara quinto, pues me dijeron
que era una tonta engreída y que sacaba de las peores notas del colegio y
pasaba de todo, además de ser muy irresponsable, y yo no quiero a una tonta
engreída que no sirva para el futuro por ser una pasota de malas notas e
irresponsable. "Futuro"... que palabra. Al pensar en ella se me acaba
de pasar por la cabeza una imagen: Ginny y yo abrazados mientras tres niños
pelirrojos corretean por la casa... Dios, eso sería maravilloso. Sé que para
quitarme de dudas respecto a lo que Ginny pueda sentir por mí, debería hablar
con ella, pero cómo? Soy muy vergonzoso para hablar de sentimientos, además,
qué le digo? : "oye, estoy enamorado de ti, y tú de mí?" Queda
fatal. Puede que en su cumpleaños se lo diga... hemos acordado hacerle una
fiesta sorpresa en la sala común, así que... le podría regalar flores además
de un bonito regalo (eso va a ser lo peor... qué le compro? Para Hermione es fácil
elegir un regalo: con cualquier libro se apaña, pero a Ginny qué diablos le
compro?), y en la fiesta... pues cuando ambos tengamos alguna que otra cerveza
de mantequilla de sobra, me acerco, le pregunto si podemos hablar, la llevo
donde no haya gente (a una habitación? No, pensaría que soy un pervertido, a
los servicios? No, cualquiera puede interrumpirnos, y si se lo voy a decir, no
me haría ninguna gracia que me interrumpieran, creo que será en lo alto de las
escaleras que llevan a las habitaciones... también creerá que soy un
pervertido?), y si me dice que sí... pues no espero ni un segundo para besarla
(a ver si al final sí que soy un pervertido...), pero si me dice que no... no
quiero ni pensarlo, me moriría si me dice que no, no podría asimilarlo, sería
una muerte lenta y dolorosa. Bueno, aquí terminan mis desahogos.
Te amo Virginia Weasley (espero que Potter en un futuro)
HARRY POTTER"
Virginia Potter... sonaba MUY bien. Más lágrimas acariciaron el rostro de
Ginny y un montón de citas escritas en el pergamino revoloteaban en su
cabeza... no sabía si podría esperar hasta el día de su cumpleaños, aún
quedaban ocho días! No, definitivamente no podía esperar ocho días sabiendo
que Harry siente lo mismo por ella que ella por él. Lo que iba a hacer era
tontear con Harry y hacerle ver que aún le quería para darle seguridad, así
quizá él tampoco podía esperar y se lo decía antes. En su carta dijo que no
esperaría ni un segundo para besarla... O_o tendría que pedir consejo a
Hermione, pues ella no sabía besar y Hermione lo había hecho mucho en los últimos
días.
Ginny se metió el pergamino en la túnica (mejor de lo que había hecho Harry)
y bajó a la sala común, donde Harry parecía buscar algo muy desesperado,
seguramente buscaba el pergamino.
-Hola Harry -dijo Ginny paseándose lo máss coqueta y sexy que pudo enfrente de
él.
-eh? Ah, eh... hola -consiguió decir Harrry, estaba muy nervioso
-¿buscas algo?
-pues la verdad es que sí, Ginny, no habrrás visto un trozo de pergamino por
aquí?
-te refieres a este trozo de pergamino?
Ginny se sacó el pergamino del bolsillo y le expresión de Harry daba para
hacer un poema: se había puesto pálido y pasaba a un color verdoso, parecía
con ganas de vomitar, tenía los ojos como platos y se podía notar que su corazón
latía fuertemente y no le permitía respirar bien.
-lo... lo... lo... lo has leído?
Ginny agradeció que en ese momento Hermione entrara por el retrato llamándola,
porque no podía mentir a Harry, y no quería reconocer que sí lo había leído.
Así que sonrió a Harry, y se fue a donde estaba Hermione, pero a los tres
pasos se paró, se dio la vuelta y le dio un beso a Harry en la mejilla. Harry
ahora estaba rojo como un tomate y le temblaba todo el cuerpo, si Ginny no
hubiera estado igual se habría reído.
Continuará...
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