ESPAÑA

 

Lenguas de España

España. Idiomas nacionales u oficiales: Español, Vasco, gallego, gascón (Aranés), Catalán (regional). El número de lenguas que se hablan actualmente en España es de 13:

ARAGONÉS

[ AXX ] 11.000 hablantes o más; 20.000 personas incluyendo a los usuarios ocasionales que la usan como segunda lengua. Zaragoza, Provincia de Huesca. Nombres alternos: ARAGOIERAZ, ALTOARAGONÉS, ARAGONÉS, FABLA ARAGONESA, PATUÉS, ARAGONÉS ALTO. Dialectos: ARAGONÉS OCCIDENTAL (ANSOTANO, CHESO), ARAGONÉS CENTRAL (BELSETÁN, CHISTABINO, TENSINO, PANDICUTO, BERGOTÉS), ARAGONÉS DEL ESTE (BENASQUÉS, GRAUSINO, RIBAGORZANO, FOBANO, CHISTABINO), ARAGONÉS MERIDIONAL (AYERBENSE, SEMONTANÉS). Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Pyrenean-Mozarabic, Pyrenean.

ASTURIANO

[ AUB ] 100.000 hablantes como primera lengua; 450.000 si se incluyen a las personas que la usan como segunda lengua. 50.000 en Asturias central, 30.000 en Asturias occidental, 20.000 en Asturia del Este. Nombres alternos: Astur-leonés, Asturiano-leonés, ASTURIANU. Dialectos: LEONÉS (LLEONES), ASTURIANO OCCIDENTAL, ASTURIANO CENTRAL (BABLE), ASTURIANO DEL ESTE. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Asturo-Leonese.

VASCO

[ BSQ ] 580.000 hablantes en España (U. 1991 de L. Trask de Sussex). Nombres alternos: VASCUENSE, EUSKERA. Dialectos: GUIPUZCUANO (GUIPUZCOANO, GIPUZKOAN), ALTO NAVARRO SEPTENTRIONAL (NAVARRESE ALTO, NAVARRAN SUPERIOR), ALTO NAVARRO MERIDIONAL, VIZCAÍNO. Clasificación: Vasco.

CALÓ

[ RMR ] 40.000 a 140.000 en España. Total de la población todos los países 65.000 a 170.000. Nombres alternos: GITANO, ROMANI IBÉRICO, HISPANOROMANI. Dialectos: CALÓ ESPAÑOL, CALÃO PORTUGUÉS (CALÃO, Lusitano-romani), CATALANO CALÓ, VASCO CALO, CALÃO BRASILEÑO. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Castellano.

Catalan-valencian-balear

[ CLN ] 6.472.828 hablantes que la usan como lengua materna (1996), más 5.000.000 hablantes que la emplean como segunda lengua en España (1994 Generalitat de Catalunya). Nombres alternos: CATALÀ, CATALÁN, BACAVÈS, CATALONIAN. Dialectos: Catalan-rousillonese (CATALÁN NORTEÑO), VALENCIANO (VALENCIANO, VALENCIÀ), BALEAR (BALEAR, CATALÁN INSULAR, MALLORQUÍN, MENORQUÍN, EIVISSENC), CATALÁN CENTRAL, ALGHERESE, CATALÁN DEL NOROESTE (PALLARESE, RIBAGORÇAN, LLEIDATÀ, AIGUAVIVAN). Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al este Ibérico.

EXTREMEÑO

[ extensión ] 200.000 hablantes activos, más 500.000 capaces de utilizarla (T. 1994 Erickson). Región autónoma de Extremadura. Nombres alternos: EXTREMEÑO, EHTREMEÑU, CAHTÚO, CAHTÚÖ. Dialectos: EXTREMEÑO NORTEÑO (ARTU EHTREMEÑU), EXTREMEÑO CENTRAL (MEYU EHTREMEÑU), EXTREMEÑO MERIDIONAL (BAHU EHTREMEÑU). Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Castellano.

FALA

[ FAX ] 10.500 Esquina del noroeste de la región autónoma de Extremadura, de un valle aislado en la frontera portuguesa llamada Val de Xalima o Val du riu Ellas, ciudades de Valverdi du Fresnu, como Ellas y Sa Martín de Trebellu. Nombres alternos: Un FALA DE XÁLIMA, A FALA HACE XÃLIMA, Galaico-extremeño, ' CHAPURREÁU '. Dialectos: VALVIDEIRU, MAÑEGU, LAGARTEIRU. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Portugue's-Gallego.

GALLEGO

[ GLN ] 3.173.400 en España, 8,2% de la población (1986). Total de la población ambos países (España y Portugal) 4.000.000 (1999 WA). Nombres alternos: GALEGO, GALLEGO. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Portugue's-Gallego.

GASCÓN, ARANÉS

[ GSC ] 3.814 hablantes, más 1.283 que lo entienden en España (censo lingüístico 1991). Valle de Arán, cabeceras del río de Garona, en la esquina del noroeste de la región autónoma de Cataluña, Pyrenees Mts. Nombres alternos: ARANÉS, ARANESE, ARNAIS, GASCON, ARANESE OCCITAN. Dialectos: BAISH ARANÉS, MIJARANÉS ARANÉS, NAUT ARANÉS. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Oc.

QUINQUI

[ QUQ ] Muchos hablantes en el borde de ciudades. Clasificación: Sin clasificar.

ESPAÑOL

[ SPN ] 28.173.600 en España, 72,8% de la población (1986). Total de la población de todos los hablantes que la usan como primera lengua: 322.200.000 a 358.000.000 (1999 WA); 417.000.000 incluyendo los hablantes que la emplean como segunda lengua (1999 WA). Nombres alternos: ESPAÑOL, CASTELLANO, CASTELLANO. Dialectos: ANDALUZ, MURCIANO, ARAGONÉS, NAVARRO, CASTELLANO, CANARIAO ESPAÑOL, ESPAÑOL AMERICANO. Clasificación: Indoeuropeo, Itálico, Romance, Italo-Occidental, Occidental, Gallo-Ibe'rico, Ibero-Ibero-Romance, Al oeste Ibérico, Castellano.

- Información lingüística extraída del catálogo "Ethnologue"

 

LOS GITANOS EN ESPAÑA

Históricamente, la presencia de los gitanos en España esta datada en el siglo XV. Llegados a la península a través de los Pirineos, el primer documento que atestigua su presencia data de 1425, cuando el rey de Aragón concede un salvoconducto al Conde Juan de Egipto Menor. Precisamente del nombre “Egipto Menor” surgiría la palabra “gitano”, que es como se conoce en español a los romá. A partir de entonces los gitanos se dispersarían por el resto del país.

Tras un periodo de cierta benevolencia, a partir de 1499 la corona española persiguió sin piedad al pueblo gitano, obligado a elegir entre el abandono de sus costumbres y nomadismo o el destierro y la pena capital. A partir del siglo diecisiete comienzan a surgir comunidades gitanas sedentarias. Tras la espantosa “gran redada” de 1749, poco a poco el furor de las pragmáticas reales comienza a ceder.

Los gitanos forman actualmente una comunidad que oscila entre 500.000 y 600.000 personas en España. La región que agrupa mayor cantidad de gitanos es Andalucía, donde viven cerca de 300.000, lo que supone un 5% de la población total de esa zona. Su importancia allí es tal que el día 22 de noviembre ha sido declarado por el Parlamento andaluz como “Día de los Gitanos Andaluces”. Las distintas regiones donde se concentran gran parte de la población gitana son Extremadura, Madrid, Valencia y Cataluña, siendo las regiones del norte (Galicia, País Vasco, Asturias) las que menos población gitana tienen.

Sus principales problemas se centran en la educación, el empleo, la vivienda y la cultura. Los gitanos han sido siempre un pueblo de tradición oral. Nunca han escrito nada. Como consecuencia, la tasa de analfabetismo entre los gitanos ronda el 60%. Nos encontramos, pues, ante un pueblo que no dispone de la preparación necesaria par afrontar los retos de la sociedad actual y, sobre todo, que se encuentra indefenso ante la sociedad mayoritaria.

La sociedad gitana se estructura en grupos de edad. Siguiendo esta categorización podemos realizar un seguimiento de la realidad sociopolítica y cultural de la comunidad gitana. En el primer grupo, comenzando por la base de la pirámide demográfica, se encuentran los niños. Sin duda, la infancia gitana sufre con especial dureza la situación de marginación de los españoles gitanos. Grupos importantes de población viven con sus familias en barrios ghetto, de infraviviendas, chabolas o en barrios que se han denominado gráficamente de "chabolismo vertical". Desde muy pequeños aprenden lo que significa la pobreza y la marginación. Su paso por la escuela no suele ser precisamente positivo. A los barrios segregados corresponden muchas veces escuelas segregadas con una mayoría de alumnos gitanos, donde la ausencia de medios económicos, la violencia y la estigmatización de todo el centro, condiciona en la mayoría de los casos el más estrepitoso fracaso escolar. Si pueden acceder a una escuela integrada, no tienen muchas más ventajas. La mayor parte de alumnos y profesores los rechazan y aprenden desde preescolar que gitano es sinónimo de insulto. Muchas veces las actitudes de rechazo no se basan en ideologías racistas, como indican algunos análisis simplistas. Por desgracia, la realidad es mucho más compleja. Los hábitos, las costumbres, la cosmovisión... en definitiva, la cultura gitana hace que los niños y las niñas sean diferentes y se comporten de forma diferente. Si a esto unimos la pobreza, tenemos juntos los componentes de un conflicto como el que podemos constatar.

La diferencia cultural de los niños gitanos, que podría significar un enriquecimiento para toda la escuela, se convierte en un motivo de conflicto. Y es así, sobre todo, por las dificultades de flexibilidad que tiene el sistema escolar y por la falta de recursos humanos y materiales. Los niños con especiales dificultades, y muchos gitanos las tienen no por sus capacidades intelectuales sino por sus condicionantes sociales, constituyen una molestia en un sistema escolar masificado, con pocos medios y donde la educación personalizada y el apoyo a la desigualdad se queda, por desgracia, en los escritos y en los informes de los claustros escolares.
Las consecuencias son dramáticas para los niños y las niñas gitanos: se registra una amplia tasa de absentismo escolar.

Algo parecido puede decirse en el terreno laboral. Atrás quedaron los tiempos en que los gitanos eran reconocidos por su trabajo en la forja o por sus conocimientos en caballerías. La mayoría de gitanos vive en la actualidad de la venta ambulante, pero la práctica de esta actividad se ve dificultada por las reticencias de las autoridades locales a facilitar permisos de venta. El resto de actividades en las que trabajan los gitanos, a mucha distancia de las anteriores, son las agrícolas, la recogida de papel o chatarra, las antigüedades o el mundo artístico. En otras actividades los gitanos se encuentran frecuentemente con problemas, principalmente derivados de la falta de cualificación profesional y de la carga de prejuicios que conlleva trabajar con un gitano. Como consecuencia, a falta de datos precisos, el índice de paro entre la comunidad gitana es elevado. Afortunadamente la situación está cambiando y en la actualidad el número de universitarios gitanos es cada vez mayor.

En el terreno de la vivienda, encontramos fenómenos análogos de discriminación. Los pocos gitanos que viven de forma itinerante por el continente europeo ven condicionados sus desplazamientos por numerosas ordenanzas y legislaciones que vetan el derecho de acampar en terrenos públicos. Hoy la población gitana europea es mayoritariamente sedentaria. Un buen número de ellos se ve obligado, por sus condiciones económicas, a vivir en condiciones de insalubridad, en zonas marginales de las grandes ciudades europeas. Los numerosos programas de alojamiento que se llevan a cabo encuentran como principal obstáculo el rechazo de los vecinos que los gitanos vivan en su barrio.

La más antigua y perenne demanda de los gitanos ha sido que se les permitiera conservar su lengua ( el Caló o Romano), su cultura y su modo de vida. Después de casi cinco siglos, esa demanda ha sido satisfecha por la sociedad democrática a partir de 1978. A los españoles gitanos se les permite tener una identidad, una cultura y un lengua propia y esto ha sido un paso realmente histórico, sin embargo todavía está por ver la materialización de este hecho: que se lleven a cabo programas para la recuperación de la lengua romaní en España que tanto reclama la comunidad gitana.

En la actualidad, el Estado español (a través de la Administración central, regional o local) tiene diversos medios de ayuda al pueblo gitano. En general podemos afirmar que existe un cierto compromiso de las autoridades con los problemas del pueblo roma, si bien aún podría ser mayor. La mayor parte de lasayudas las proporciona el propio Estado a través del Plan Nacional de Desarrollo gitano.

 

LA LENGUA GITANA EN ESPAÑA

El Caló, llamado también Romano, es una lengua mixta de base gramatical española y variable vocabulario gitano (Romaní), hablada por gitanos españoles (Calé). Registrado en textos al menos desde el siglo XVIII, junto con el Calâo portugués-brasileño, El Romanó catalán y el Errumantxela vasco, forma el grupo Ibérico de la lengua Romaní, que en contacto con las lenguas vernáculas como el castellano o el catalán, se fraccionó primero en dialectos y finalmente en lenguas neo-romaní, clasificadas por los especialistas como Para-Romaní.

Primeras referencias de Romaní en España

En los documentos oficiales españoles de los siglos XVI y XVII, la lengua romaní de aquella época (algunos la han llamado “Chib”) es malintencionadamente descrita como una “jerga artificial”, “cingerionza”, argumento útil para la negación de una identidad gitana específica. Contradictoriamente, las Pragmáticas Reales son puntualmente explícitas en su prohibición del uso de una “lengua gitana”.

En la literatura el panorama no es mucha más ilustrativo: los “gitanos” de Cervantes y Góngora por lo general cecean pero no usan ninguna palabra romaní. Todo esto indicará un carácter hermético del Romaní de aquella época, lo cual a su vez parece confirmar que el Caló como lengua mixta, aún no había nacido, mas allá de que la germanía del XVII pueda contener alguno vocablo Romaní.

Comparando las lenguas que forman el grupo Ibérico del Romaní, es posible concluir que aquellas surgieron de una única raíz Romaní llegado en el siglo quince a España. Aunque no existe ningún testimonio concreto de ese Romaní ibérico, a juzgar por los restos de gramática Romaní presentes en el Caló y sus hermanos y los testimonios de dos variedades, hoy prácticamente extinguidas, el Romaní catalán y el Romaní Vasco, se puede afirmar que la lengua madre no difería en esencia del Romaní que aún hoy se habla en los Balcanes por ejemplo, aunque naturalmente con diferencias léxicas y un carácter más “arcaico”.

La transición del Romaní al Caló

El caló parece ser el resultado de un proceso que podemos llamar de cambio lingüístico, en el cual, el romaní español, tras haber asimilado gradualmente la fonología y la sintaxis del castellano (del cual, asimismo, ya había tomado abundantes préstamos de vocabulario), fue abandonado a favor de una forma particular del español donde se retuvieron ciertas palabras romaníes específicas, muchas de las cuales (“chaval”, “menda”, etc.) pasaron al español coloquial.

El Caló primitivo

El primer vocabulario conocido de caló es un manuscrito del siglo XVIII, titulado “Jerigonza”, y más propio: “guirigay de gitanos” hallado en la Biblioteca Nacional de Madrid. La fonología del caló ya muestra muy tempranamente influencia del dialecto andaluz, y es evidente que la lengua descrita aquí ya es caló y no romaní, porque por caso los verbos aparecen con la terminación española de infinitivo, tal como hoy en día. Una curiosidad única del caló entre las lenguas romaníes, y ya reflejado en el citado vocabulario, es el uso de sustantivos, que en vez de aparecer en el caso nominativo, aparecen con la forma de otro de los casos gramaticales del romaní, por ejemplo en vez de “mol” ya aparece “mollate” (ambos como “vino”). El origen de la segunda forma es el caso preposicional o locativo romaní “moliate”, que, gramaticalmente, y aún hoy en los dialectos romaníes, tiene el valor de toda una frase: “en el vino”.

El caló comienza a ser cada vez más común en los sainetes y obrillas del teatro costumbrista dieciochesco, por ejemplo en las obras del gaditano González del Castillo, por donde se deja ver que muchas palabras del caló ya habían pasado al léxico coloquial andaluz.

El Caló del siglo XIX al siglo XX

Con el abandono de las leyes antigitanas de los siglos anteriores, el pueblo gitano saldrá del anonimato y a la vez que el flamenco gitano irá ganando audiencia con sus soleares y seguidillas. Se desatará una intensa fiebre “gitanófila” por toda España: se dice que hasta los monjes escribían poesías en caló. Es la época del famoso George Borrow, polémico personaje que publicó en 1842, en Londres, el primer diccionario de caló. Otro trabajo meritorio es el de Don Luis Usoz y Río, manuscrito de 1835 y sobre el que se discute una posible fuente escrita, y que no fue publicado hasta 1987. el caló se siguió hablando en mayor o menor medida pese a los pronósticos sombríos que sobre él se hicieron, aunque hay que admitir que quizás se redujo el número de calo-parlantes con el correr de los años.

En realidad, hoy en día el grado de competencia en caló varía de persona a persona y de comunidad a comunidad, así para algunos es en algunas ciudades del sur donde más se ha perdido y entre grupos nómadas donde más se conserva, si bien en general existe un vocabulario “básico” de transmisión oral, más o menos conocido por todos, ya sea activa o pasivamente.

El Caló del futuro: Romanó-Kaló

Tal vez el aspecto más interesante del caló hoy en día sea el interés por la recuperación del romaní. El objetivo es la recuperación de un caló “ideal”, un “supercaló” que a pesar de no llevar palabras españolas en su estructura gramatical sigue siendo español y por lo tanto es incomprensible para el resto del mundo romaní. Destaca, entre otras, la iniciativa de “re-gramaticalizar” el caló; volver en lo posible al romaní; aprender otra vez sus leyes gramaticales para adaptar el vocabulario caló y tomar de los otros dialectos las palabras Romaníes perdidas.

 

LÉXICO CALÓ

Muchos son los libros que intentan recoger el léxico caló, entre ellos destacan los clásicos y más reconocidos Tineo Rebolledo y J.M. Pabanó. El caló como idioma procedente del romanó arrastra gran cantidad de vocablos de éste, pero por otra parte, también recoge gran cantidad de palabras de otros orígenes.

Digamos que en cierto modo, se ha producido una simbiosis lingüística entre el español y el romanó y el resultado es el caló.

A pesar de los intentos por descubrir el verdadero léxico caló, hay bastantes problemas a la hora de estudiarlo ya que los documentos escritos gozan de escasa fiabilidad y se contradicen constantemente:

Currelar; Se encuentra como trabajar y como apreciar, aunque la primera sea la más correcta según nuestro criterio.

En primer lugar nos encontramos con una lengua de carácter oral que ha sido escrita con el paso del tiempo y muchos vocablos han sido confundidos, como se puede comprobar en múltiples ejemplos:

Por otra parte, cuando no existe una norma escrita que todo el mundo respeta, ocurre que se vacila en la pronunciación y esto se agrava con las diferencias de acentos de la península.

Otro rasgo interesante a destacar y al que ya hemos hecho referencia de algún modo anteriormente, es a la poca fiabilidad de los documentos escritos, razón de peso para dificultar el conocimiento del caló.

Los libros en pocos casos están escritos por gitanos, únicos conocedores reales de esta lengua, y en muchos casos son libros o documentos construidos para poder entender a los maleantes, por lo que volvemos a insistir en la diferencia existente entre una jerga y una lengua de raíces.

Por último hay que señalar que estamos estudiando una lengua muerta, que aunque algunos sectores de población sigan utilizando, nada puede hacer frente al paso del tiempo y a la aparición de nuevos conceptos e incluso objetos que se han quedado sin una palabra que los denomine.

En contraposición a este último punto podríamos añadir que los romanoparlantes han hecho un considerable esfuerzo para que esto no les suceda. Así, el romanó fue tomando palabras de diversas lenguas en este último siglo, como:

En los últimos 20 ó 30 años, la lengua romaní ha sido invadida por gran cantidad de vocablos españoles, ingleses, franceses y de otras lenguas europeas en contacto. Miembros de una misma familia dispersa por el mundo adoptaban distintos vocablos por necesidad o por descuido. Así un primo de Estocolmo llamaba al automóvil "bílo", otro en Estados Unidos "mobilí" y otro en la Argentina "kóche"...

Del mismo modo hay palabras en muchos idiomas que derivan del romanó:

En el caso de España, el caló ha quedado desfasado a las nuevas tecnologías y es por ello que es muy difícil de hablar. Esto no quiere decir que ciertas comunidades no usen algunos vocablos para denominar nuevos conceptos pero desde luego no de forma uniforme.

El léxico que el caló a cogido prestado del español es muy difícil de delimitar puesto que, como ya hemos visto, el caló utiliza al castellano para sus lagunas y como hoy prácticamente no se practica, se produce una mezcla de vocabulario frecuente.
Ahora bien, el español toma muchas palabras del caló y normalmente estas son de uso frecuente. Muchos españoles las usamos sin conocer su procedencia. Algunas de ellas son:

bulo

embuste, mentira

camelo

enamoramiento o engaño

chaval

joven, mozuelo

chorear

Robar

chichi

en principio rostro. Después, y con sentido peyorativo, aparato genital femenino

pure

anciano,viejo. En castellano pureta

cipote

prepucio

chalao

loco

menda

yo

chola

cabeza

chungo

en principio "guasa", después "malo"

garito

casa

lache

vergüenza

longuin

inocente

perplejo

sobresalto

pinré

pie

cuezco

pedo

sobar

dormir

coba

persuasión

currelar

trabajar

chepa

joroba

chingar

en primer lugar cohabitar

chivato

soplón, delator

enroscar

liar, envolver

fullero

pestoso

geta

hocico

ligar

amistad, de ahí la expresion voy a ligar

parné

dinero

piño

diente

privar

beber

tasca

taberna

 

Las palabras de las que se compone el caló se pueden distribuir en:

Asociaciones romaníes

Información extraída de: