"El alma se tiñe del color de tus pensamientos". M.Aurelio

"Lo trágico de la guerra es que echa mano de lo mejor del hombre para emplearlo en la peor de las obras humanas".

"No hay victoria que no se impregne de aquello contra lo cual ha combatido".

"El hombre no se da cuenta de cuánto puede hacer más que cuando realiza intentos, medita y desea". Fóscolo

"Si la humanidad presintiera, jamás ocurrirían catástrofes".

"El más poderoso es aquel que a sí mismo se tiene bajo su poder". Séneca

"No existe ninguna situación tan mala, como para que no se pueda estar peor". Ley de Murphy

"El poder de la mente, dirigido con correcta intención y con buena voluntad, es la clave de la curación de todas las enfermedades de la raza, físicas, psíquicas y mentales". Beltrán Anglada

"La fe recíproca acercaría fraternalmente a los hombres y, entonces, la vida humana sería realmente hermosa y digna". Madu Jess

"Nunca estamos preparados para lo que esperamos".

"Toda desgracia es una lección". Proverbio turco

 

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EL JUlCIO

Cuando toque la hora ineludible en el gran cuadrante del Reloj Cósmico, cada uno de nosotros tendrá que prepararse para el "Juicio", que determinará su destino espiritual.

En verdad, esta hora ya tocó. Pero. ¿quién entre nosotros lo sabe? ¿quién entre nosotros se preguntó sobre el destino de su alma después de tantos errores acumulados, de tantas ilusiones que hemos perseguido, de tantas cosas buenas que dejamos de hacer y de tantas malas acciones que si hicimos?

Pocos son los que se han preparado para este "Juicio" con una vida ejemplar. Sí, la hora ya tocó y la mayoría de los hombres no la oyeron, a pesar de las reiteradas advertencias y de las profecías difundidas y explicadas. "Tienen oídos y no oyen. Tienen ojos y no ven."

La ceguera es todavía grande entre los hombres, y las ilusiones de la vida de los sentidos nos impiden percibir la Verdad que nos liberaría de todo lo que nos hace tan tontos y criminales. ¿Parece un poco fuerte la palabra Criminales? Sí. Pero es que aun aquellos que piensan no haber cometido ningún crimen según las leyes humanas son criminales. Porque en verdad, el violar sistemática y obstinadamente las Leyes Divinas puede ser criminal. La principal de ellas fue formulada sobre las Tablas de la Ley de Moisés: "No matarás." Más tarde, desde la misión terrestre del Cristo, fue proclamada la ley complementaria de aquella: "Amaos los unos a los otros". Pero la humanidad se entregó a guerras continuas y en el siglo veinte, ya conoció dos terribles guerras mundiales y parece querer preparar otra tercera, que podría ser su destrucción, provocada por una ciencia orgullosa y casi demoniaca.

Los supercerebros científicos preocupados por su propio prestigio, ya han puesto en las manos de los gobiernos, los espantosos instrumentos de destrucción que son el "signo" evidente del estado de ruptura con lo Divino, situación en la que se encuentra la mayoría de la humanidad.

Sí, la hora tocó y nadie escapará al veredicto de la Justicia Divina; nadie podrá ya disimular sus fallas, sus taras, sus vicios, sus malas pasiones; las máscaras hipócritas de la cultura serán eliminadas y el hombre aparecerá en su desnudez moral, en su triste y lamentable verdad; verdad que siempre se negó a enfrentar y que le hubiese conducido a liberarse de su egocentrismo, de su avidez de poseer más y más, de su ambición ciega de poder personal y de dominación sobre sus semejantes.

Hoy el mundo espera una distensión entre dos fuerzas. ¿Tendrá ésta lugar? No habrá distensión real porque en ninguna de las partes existe la comprensión verdadera, y hay odios generados por errores y excesos que llevan a la deshumanización

Todo esto constituye el resultado inevitable de la ruptura entre el hombre y el principio divino. La humanidad descansa en el materialismo y el ateísmo, apoyándose en la violencia, el odio y el culto de los valores materiales y sensoriales. Nada hay duradero, armonioso y sano fuera de Dios y en oposición con sus Leyes.

La hora del gran ajuste de cuentas ha llegado; la Tierra cambiará de aspecto, las situaciones más sólidas y seguras a los enceguecidos ojos de los mortales se desmoronarán. El "juicio" pondrá punto final a siglos de errores, locuras y extravíos. Preparémonos para enfrentarlo, purificándonos y actuando con amor y sabiduría. Ayudemos a nuestros hermanos a orientarse lo más rápidamente posible hacia la fuente de toda vida: Dios.

Si los hombres comprendiesen su error y se arrepintieran sinceramente, modificando su conducta, los acontecimientos del "fin de los tiempos", serian, sin duda alguna, atenuados y modificados... En nuestras manos está...