No hay placer sin dolor.

Dolor: generador de alegrías. Beethoven

El amor es fuente de felicidad; en cambio el desamor conduce siempre al dolor y la destrucción.

Dios ha puesto el placer tan cerca del dolor que muchas veces se llora de alegría. Aurora Dupin

El amor sólo florece en el dolor y nadie puede sentirse humano si no ha sido previamente calcinado en las pasiones o en el amor. Anatole France

Bien poco enseñó la vida a quien no enseñó a soportar el dolor. A.Graf

De la mano del amor va el dolor siempre, ese dolor contra el cual gritamos, luchamos, y del que pretendemos librarnos en vano, desdeñando, ciegos, las lecciones de la vida, que nos lo muestra como el único campo fértil donde crecen y fructifican la Fuerza, el Valor y la Felicidad

El dolor es la constancia de la vida y la raíz de la personalidad, pues sólo sufriendo se es persona. Unamuno

Cuanto dolor ha de haber en tu vida, es cosa que no queda a tu libre elección. Pero sí el determinar cuánto amor debe llenarla. Bliekast

El hombre es un aprendiz y el dolor su maestro.

El remordimiento es el único dolor del alma que el tiempo y la reflexión no logran calmar jamas. Stäel

Es duro aprendizaje soportar el dolor. Pero cuando el alma recorre ese camino, encuentra que al final del sombrío itinerario, la aguarda la luz de la fe y de la esperanza, de la comprensión y de la serenidad. Quien no ha sufrido, no podrá superarse. Kant

 

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Las relaciones afectivas profundas atraviesan inevitablemente nuestros escudos defensivos y dejan expuestos nuestros puntos más sensibles, lo que nos hace sentir vulnerables y "susceptibles de ser heridos".

Se ha dicho que algo anda mal si una relación provoca dolor, sin embargo, intentar evitar la herida del amor sólo ocasiona un daño más permanente. Nos impide abrirnos por completo y esto no nos permite establecer una conexión íntima que nos satisfaga en lo profundo.

Si consideramos al dolor del amor una amenaza, algo que debemos evitar, lo único que lograremos es adormecer nuestra sensibilidad y nuestra capacidad de amar en libertad.

Si somos capaces de aprender a sacar lo positivo del dolor, este puede servirnos de ayuda y guía hacia lugares nuestros que estaban medio dormidos y comenzar a disolver las corazas y hacer que nos volvamos más permeables a la influencia del amor, que entonces podrá despertarnos. Y si permitimos que el otro vea esa herida, en lugar de esconderla, aumentará la intimidad.

Cuando nuestras expectativas de dicha y seguridad del amor no se concretan, caemos en la desilusión al encontrarnos con el dolor y la dificultad que implica crear una relación satisfactoria. Y entonces es fácil amargarse y sentirse desalentado, con uno mismo, con el sexo opuesto y con el amor en general.

Pero, en los momentos en los que una relación demuestra no estar a la altura de nuestros sueños y nos golpeamos contra la tierra, es probable que la vida nos esté haciendo un favor, tratando de despertarnos. La desilusión, el reconocimiento de que la realidad no tiene mucho que ver con nuestras fantasías, constituye una parte importante del camino del amor. Al chocar con la realidad se abren nuestros ojos a la verdad de la situación y esto nos ayuda a movernos en direcciones más sanas y positivas.

El fin de una relación importante nos brinda la oportunidad de "descender" a nuestras profundidades. Abrirse a la pena de la desilusión y la pérdida, y atravesarla, permite que se disuelvan viejas estructuras y que surja una mayor sabiduría.