"Triunfar en la vida significa conquistarse a sí mismo". Sagrada Enseñanza.

"Nadie nace bajo una mala estrella. Lo que hay son personas que interpretan mal el firmamento". Dalai Lama

"Ponga su corazón y su mente, su intelecto y su alma, incluso en las acciones más pequeñas. Este es el secreto del éxito". Sivananda

"Inútil predicar aquí y allá, a menos que nuestros pasos sean la prédica".

"Muchas son las cosas maravillosas que hay en la naturaleza, pero el hombre es la mas maravillosa de todas". Sófocles

"Nadie transmuta materia alguna si no se transmuta a sí mismo". Paracelso

"Obtener la victoria sobre sí mismo es el trabajo más duro". Sócrates

"Para quien sabe observar, cada persona trae escrito en su rostro la descripción del cuerpo y del alma". A.Carrel

"Rehuir responsabilidades es la peor de las cobardías".

"No es fácil encontrar la felicidad en nosotros mismos y no es posible encontrarla en otra parte".

"Tener consciencia de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber". Disraeli

 

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Observa ante todo cómo trabajas, cómo lo haces, porqué lo haces, reflexiona de sus resultados, sus

causas y efectos, aprovéchate de ello para crecer en comprensión; aprende de quien sabe más que tú, no te sientas herido por ello, goza con ello; obsérvalo todo en comprensión y sabiduría, con sus resultados aprenderás de ello. Sé un innato observador de todo lo que te rodea, aprende de todas y, sobre todo de ti mismo; en cada instante observa tu personalidad, cómo puede hacerte salir del camino, cómo puede distraerte de tus verdaderas intenciones, haciéndote surgir el deseo de los apetitos del pasado, hasta criticando y pensando ma1 de tus amigos verdaderos; en busca de las satisfacciones mundanas.

La observación es la liberación, pues con ella se engendra la sabiduría y con ella surge la regeneración del cuerpo y del espíritu.

La observación es el don del Hombre Nuevo, la Espada del Santo, del Ser Virtuoso que se adentra

en el Sendero.

Observar es darte cuenta de las cosas que te rodean, tanto en lo externo como en lo interno.

Obsérvate cuando estés alegre, cuando estés triste, melancólico, irritado o lleno de gozo o tranquilo, etc. Encuentra en la observación la explicación de todos tus estados mentales y materiales, con sus

causas y efectos; discierne sobre ello y se un ser libre. Si te observas verás desfilar ante ti todos tus

defectos y virtudes, verás la vanidad remozarse en la gloria, es éste uno de los defectos más difíciles y sutiles de arrancar y vencer; el egoísmo u otros defectos que a través de la observación te pondrás en guardia, tomando conciencia de la necesidad de combatirlos con el amor, la comprensión, la dulzura, la fortaleza y sabiduría que anida en nuestro corazón,

Si observas, reflexionas y meditas encontrarás la Espada del Discernimiento en ti mismo, hallando respuesta a todo: ¿Quién soy?, ¿qué vengo a hacer aquí en a Tierra?, ¿por qué vivimos en este estado de caos?, ¿qué es lo que. busco?, ¿a dónde voy?

Si observas te despertarás consiente de tú verdadera necesidad material y espiritual, conociendo la verdad de las cosas :tanto materiales como espirituales y, serás consciente y responsable. de tus

actos pues en la observación está la solución de la humanidad. Todo está en darse cuenta en la conciencia del bien y del mal, y obrar en el bien, pues cuando uno se da cuenta que el mal nos lo hacemos nosotros mismos por falta de reflexión y observación, contaminamos todo a nuestro paso por la poca responsabilidad que tomamos hacia la Naturaleza; siendo el egoísmo humano un gran destructor de la Madre Natura, junto con la vanidad de las naciones en ser las primeras potencias, sometiendo a los seres a su antojo y a sus caprichos imperialistas.

Sé consciente, empieza por ti mismo, haz un mundo nuevo de tu vida, sé responsable de tus actos, no hagas nada que destruya a la Naturaleza o a los hombres, ni siquiera en pensamiento, pues el mal que se comete en mente es más grave que la ofensa que se hace en el cuerpo; también deberás cuidarte de no matar nada: La Vida es sagrada en la Naturaleza. Por lo tanto no deberás matar animal, ser, árbol o piedra; tu vida ha de ser simple alimentándote de lo que la Naturaleza te brinda: frutos, cereales u otros productos que la Madre Tierra te da en abundancia. Quien así hace no conoce la enfermedad, pues, la enfermedad no existe en la naturaleza.

Deberás cuidarte también de no matar las esperanzas de tus hermanos y, mucho menos un ideal o virtud. Te cuidarás de no desear nada de lo que a otro pertenezca; el mal consiste no solamente en tomarlo si no ya de considerarlo en tu pensamiento.

No te dejes arrastrar al mundo de los deseos porque podrías ser incapaz de razonar, reflexionar y observar, pues el deseo disipa las energías mentales y físicas.

Sé un ser radiante de amor, ama a todo hermano o criatura de la naturaleza como a ti mismo.

No quieras aparentar ante los demás, porque esto te hace pequeño a los ojos del Señor. La humildad es el don y la gracia que se debe cultivar y ser.

Sé consciente, obsérvalo todo con sabiduría y amor universal, entrégate a tu ser interior que anida en tu corazón para que la paz y la bienaventuranza del Cristo se derrame en ti; sabe que El siempre está atento y dispuesto a despertar en nosotros su verdadera conciencia, que es nuestra conciencia, quien ha bebido en el Cristo ya no retrocede en el Sendero.