"Cuan corriente es no considerar sensatos sino a los que piensan como nosotros" La Rochefoucauld

"Con el aprecio que demostremos por la excelencia ajena, haremos de ella algo nuestro". Voltaire

"Consuélate de soportar las injusticias. La verdadera desgracia consiste en cometerlas."

"Cual es cada uno en su interior, tal juzga lo de afuera". Kempis

"¿Cuándo comprenderán los hombres que sólo en la práctica del 'Amáos los unos a los otros' encontrarán la felicidad que tan infructuosamente persiguen?" Madu Jess

"El hombre débil es cruel con la mujer en el único terreno que se sabe fuerte: el terreno del amor que ha despertado sin merecerlo".

"El hombre arrastrado por el fuego de la ira, a sus inferiores los hace superiores a sí mismo". Emerson

 

a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a

 

Según el color de mi cristal...

Hace muchos años leí ese libro... Y realmente es así: cada uno ve las cosas, situaciones y personas a través de su propio cristal; es por eso que en tantas ocasiones no podemos ponernos de acuerdo. A veces la astrología nos ayuda a comprender por qué vemos negativamente a alguien: tiene su Sol en aspecto de fricción con el nuestro; entonces a ese ser le vemos todo lo "malo" que hay en él, y dejamos de ver lo mucho que tiene de bueno.

Cuántas veces escuchamos a una madre, a una suegra, decir: -"Yo no me meto para nada en la vida de mis hijos..."- Y, desde afuera, como en una platea, podemos ver que ha querido manejarlos desde siempre.

Cuántas veces vemos a un padre autoritario que oprime a sus hijos, que no les permite las cosas más simples. Cuántas veces ordena, sin más razón que el: "Porque yo lo digo" y los deja sin explicación alguna, porque nunca quiere dialogar de cosas profundas, que atañen al sentimiento, a lo importante de la vida.

Cuántas veces observamos al jefe omnipotente y egocéntrico, que cree que todos son inútiles, que él es el único inteligente; que desmerece a todos los que lo rodean, que desvaloriza a sus subalternos, como lo hará quizás en su casa, con su mujer y sus hijos.

Y si tuviéramos la oportunidad de que un artista volcara nuestro retrato al papel, veríamos que no nos reconocemos, porque nos vemos diferentes, porque nuestra visión de nosotros mismos es distinta de la de los demás.

Deberíamos pensar que el otro tiene un color de cristal muy diferente al nuestro, para poder comprender las posiciones ajenas y no creernos siempre dueños de la verdad. Dejemos un poco de lado a ese Ego que no quiere dar su brazo a torcer. Eso no será perder, aprendamos a ponernos en la vereda de enfrente, en el lugar del otro, para poder comprender su posición y cuál es el color de su cristal...