COLLASUYO
Talcahuano escucha cómo el Bío Bío
traduce la música de sus aguas
sin más esquema que nivel y cordel.Uspallata y Tinogasta
sospechan que mis alas
mantos de algodón y distancia
forman ángulo recto con Palquisa,
a quien guardo respeto.
Pero prefiero Cotagaita,
porque la inventiva colocó de cabeza
el desaliento.Todos al transitar el Camino Real
coinciden:
Dios fundó la sonrisa
después de pasear desde Ayavista al Cusco,
pasando por el derretido cielo
al cual bien llamamos Titikaka.Dejé la comunitaria vida por seguirte,
por olfatear tus mieles abandoné mis cargas
y si no hay más retorno
asumo mi suerte de Alpaca:
oír para creer
ver para sentir
desgajar para andar.Armonía en mi paso,
piedrita tetraédrica que rueda,
acaricia espumas de este lago
donde vi salir hombre y mujer
no de otro mundo sino de este.No hay más cielo que un lago extendido
no más ribera que un beso soñado.
¡Oh! mi visible Oruri,
siete traspiés me esperan
y el Cusco aún es noticia
alga enamorada de difunto estanque.Amores en el frío
cuestión natural,
si considero que en este valle
el oro no tiene más valor que su brillo
ni más poder que corazón de mujer enamorada.Cargo ojos-valles de tu amada,
mi paciente guerrero que por amor
optaste por transformarte en alto Cóndor.(En asuntos de amantes y caminos
los consejos son nubes de apurado paso).A verte llego,
tu cuerpo de templo cerrado
templa mis semblanzas.Todas las sangres
no resucitarán un pestañeo tuyo,
pero más allá de cualquier camino
el amor decide ser guerrero del cielo,
como yo.