Me aparecí tarde en
el servicio de Medicina Interna, dispuesto a esperar en ese dia LO PEOR.
Empezaron las enfermeras a molestar con las órdenes médicas
y de laboratorio y casi terminó echandoles la madre. Después
la más dulce de mis estudiantes "Marianita" ( a la cual le mando
un saludo desde esta oscura página) me hizó caer en cuenta
que había hecho mal una orden médica desde hace varios días,
y de ahí en adelante la orden seguiría MAL.
Después de eso, se me cayó
una historia clínica al suelo, y por acto reflejo, emanaría
de mi voz la palabra más tierna y dulce del mundo " HIJO DE P.....".
Unos minutos más tarde, la más consentida de mis pacientes, una dulce anciana de 60 años que no tenía hogar, y que estabamos a punto de darle la salida del Hospital, empezó con un dolor fuerte en el pecho, le tomamos un electrocardiograma, y en efecto la abuelita estaba haciendo un infarto. No sabía que hacer, estaba desesperado y a punto de llorar. Estuvimos todos pendientes de la abuelita toda la tarde. LLegué a mi casa cansado, y eleve una plegaria a ese Dios ( del cual no soy creyente) por la anciana.
Al otro dia, la anciana habia amanecido mejor, pero tuvimos que trasladarla a un hospital de mayor nivel de complejidad en Bogotá ( la capital de Colombia) donde minutos más tarde fallecería. Mi profe me dijo después de haberse enterado de aquel funesto suceso " Bueno, se hizo lo que se pudo".
Puedo concluir despues de esta catastrófica
anécdota que lo que empieza mal acaba peor. Que la vida se le puede
ir a uno en el momento menos pensado ( hasta en el día aparantemente
más feliz) y que en esos dias en que todo sale mal, echele la culpa
al CUERVO, que sin darse cuenta, puede estar volando sobre su cabeza o
en el peor de los casos, estar posado sobre su hombro.
Esperen proximamente en esta página el logotipo del CUERVO Y LA PARCA. Después colocaremos nubes negras, árboles deshojados y demás