Recuerdo que estaba hablando con el amor de mi vida ( Obviamente me estoy refiriendo a Mariana ), y después de tantas lagrimas que derramé por ella, de tantas decepciones, de tantos desplantes, de tantas negadas por teléfono, de tantos detalles, de tantos días esperando alguna llamada de ella, de tantos disgustos, en fín, de tantas cosas ( incluyendo el famosísimo helado que nos ibamos a comer ) ella me dijo:

"Está bién..., quiero que seas mi novio"

En ese momento, me  sentí el hombre más feliz del mundo, la abracé tan fuerte que no quería soltarla. Nos ibamos a dar un beso, cuando escuché de repente una voz que me decía.

"Hijo, despiértate ya y levántate, que se te hace tarde para ir a la Universidad. "

Moraleja: Soñar no cuesta nada, lo que duele es el despertar.
 

Att: Dr Pocho.