ESCRIBO MI NOMBRE

 Escribo mi nombre
en paredes de mármol.
La voz resucitó
del país recién venido.
Ella estaba allí, parada,
sedienta esperaba, bebía,
disfrutaba, como nosotros,
de la música de su compatriota.
 Sólo cabía en mi mirar su rostro,
su risa, su sonrisa exótica,
su acento curvado en el hablar.

 Pero ayer era un día malo.
La gente estaba de mal humor,
demasiado excitada, muy vacía;
podía ser por el calor recién llegado,
con su acento curvado y extraño
propio del país recién venido.

 Escribo mi nombre
en paredes de mármol,
lo escribo con mi dedo índice ensalivado,
lo escribo para olvidarlo,
se borra en el  instante,  míralo,
como los malos tiempos pasados
vividos en  otros idiomas que no conocí.
    30-4-94

Victor  Mozo

 VOLVER