POBRE SIEMPRESiempre he sido pobre,
pobre de mí mismo,
pobre de mi cansancio,
pobre de vida,
pobre.Siempre he sido pobre,
pobre de mí mismo.
Pobre en la noche vieja,
pasado de rosca, delirante,
pobre en esa hora privada
en que comienza el frío
a reinar sobre la tierra,
y el sueño se interrumpe
para recordar mi pobreza
de la que nunca podré salir.
Mi ataúd son las sombras,
el miedo a salir de la cama
para encender la bombilla y encontrarme
desnudo, con mi alma desnuda,
delante del papel y mi vergüenza de escritor.Mi muerte es el silencio
de esas mismas sombras que me asustan,
mi muerte, todavía fingida,
es haber recorrido la cama en su calor
asfixiante, asfixiado de vida.
Una vida que es ese ruido
del roce de las sábanas, de mi respiración,
el grito unánime de mi corazón
insultando mi pobreza.
1-5-94Victor Mozo