Edit. #76, Etica y moral en el gobierno


Juan Taveras Hernández, El Nacional   República Dominicana   10/23/06

 

Los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana fueron durante más de 20 años los abanderados de un ejercicio del poder basado en la ética y la moral. Sus dirigentes históricos, con Juan Bosch a la cabeza, no cesaron en condenar los actos de corrupción durante los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer y los del PRD que encabezaron Antonio Guzmán, Jacobo Majluta y Salvador Jorge Blanco.

En su lucha contra la corrupción publicaron los "álbumes de la corrupción". El PLD acusó a Balaguer de haber formado "300 nuevos millonarios al amparo de la corrupción y el tráfico de influencias". Acusaron de ladrones a muchos funcionarios y líderes del PRSC y del PRD. Llamaban "Gatobo" (gato ladrón) al extinto presidente Jacobo Majluta. El insigne patriota y moralista Franklin Almeida llegó a decir que la sociedad dominicana se dividía en "corruptos y peledeístas". Los tiempos en que la mayoría de los miembros de ese partido andaban descalzos o en chancletas, en carros públicos, pidiendo "bola" o en cepillos que había que empujar, pasaron tan pronto llegaron al poder en 1996. Los tiempos en que los hoy potentados dirigentes de ese gran partido fundado por Bosch, andaban por las calles como Testigos de Jehová vendiendo el periódico "Vanguardia del Pueblo" o boletos para recaudar fondos, pasaron hace algunos años. Los años de "servir al partido para servir al pueblo" forman parte del pasado como la prédica de la moral y la ética en el manejo de la cosa pública y la conducta personal; como los tiempos de compartir un cigarrillo en medio de una botella de vino piña, una botella de buen ron o una cerveza presidente bien fría.  Para muchos de los dirigentes del PLD, hoy en el gobierno, no es cierta la frase del poeta español de que "cualquier tiempo  pasado fue mejor".

Ahora aquellos humildes hombres del pueblo que hicieron de la UASD una trinchera, que se escudaron en las asociaciones de maestros, en los sindicatos y los clubes, forman una élite de políticos empresarios de inmenso poder económico.

La humildad ha sido sustituida por la arrogancia y la prepotencia.

Una buena parte de los funcionarios del gobierno del PLD se han visto involucrados en actos de corrupción sin que el Ministerio Público haya actuado. Por el contrario, la protección oficial ha sido evidente. Los discursos contra la corrupción no son más que eso, discursos. Las comisiones de ética no son más que eso, comisiones de ética que no han servido para nada. Nadie hace el mínimo caso a las advertencias del bueno de Bidó Medina. El portal del Palacio Nacional fue sobrevaluado en más de diez millones de dólares, según se comprobó. Pero nada pasó. Lo de Obras Públicas es una vergüenza. Lo de la Isla Artificial y el Palacio Nacional es para haber fumigado en el gobierno y echar del templo a los fariseos. El caso de la Policía y de otras dependencias no mereció ninguna condena. La transparencia del gobierno la cubre un manto de oscuridad y de impunidad que espanta.

Los conflictos de intereses están a la orden del día. Los testaferros cubren declaraciones juradas de bienes y muchas otras cosas. Las palabras del presidente Fernández el 16 de agosto del 2004 se las llevó el viento ese mismo día. Sobre todo aquéllas inolvidables de que "nadie me susurre en privado lo que no está en capacidad de decirme en público".

Recientemente el secretario de Turismo dijo: "Es verdad, yo participo, en una empresa mía que es socia de una empresa mayor que es la que piensa desarrollar Vista Mare" en Samaná  Tales declaraciones no merecen ningún comentario de la sociedad civil, ni de la comisión ética del gobierno. Las bocinas callan o defienden al funcionario.

Tampoco merecen el repudio de la sociedad civil, en especial de fundaciones que tienen que ver con institucionalidad y justicia, con transparencia y lucha contra la anticorrupción.

La Constitución dice en su artículo 102: "Será sancionado con las penas que la ley determine, todo aquel que, para su provecho personal, sustraiga fondos públicos o prevaleciéndose de sus posiciones dentro de los organismos del Estado, sus dependencias o instituciones autónomas, obtenga provechos económicos. Serán igualmente sancionadas las personas que hayan proporcionado ventajas a sus asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados..."

Habría que preguntar, ¿Qué es para el gobierno, para el PLD, para la sociedad civil organizada, la ética? ¿Qué es la moral?