El avestruz tiene su origen en el continente Africano en el período eocénico desde hace 60 millones de años. Después de millones de años de evolución y selección natural, el avestruz es un ave que resiste condiciones climáticas extremas y con una gran tolerancia a enfermedades y parásitos, por lo que puede desarrollarse prácticamente en todo clima. Esta ave, por su permanencia en la tierra que data de millones de años, ha sido parte de la historia de la humanidad desde sus más tempranos inicios, por lo que se la puede identificar en los jeroglíficos e incluso las tumbas de los egipcios, así como en los jeroglíficos asirios en que se la presenta con mucho respeto ya que para esta tribu el avestruz era un ave sagrada.
Recién en el año 1870 conocemos que se domesticó al avestruz en Colonia del Cabo, Sudáfrica. A finales del siglo XIX en ese país se montó la primera incubadora para huevos de avestruz lo que significó un gigantesco paso para la producción controlada de esta ave, es así como desde esa época se convirtió en su principal producto de exportación. En todo caso, es necesario indicar que esta industria ha pasado por tres etapas bien diferenciadas: la primera desde finales del siglo XVIII, cuando aún este animal no estaba domesticado y que avanzó hasta mediados del siglo XX en la cual solamente se exportaban las plumas que pasaban a formar parte de vestuarios de fantasía; la segunda que se inicia en 1950 cuando Sudáfrica, Portugal, Francia y Australia iniciaron el aprovechamiento de la piel a más de las plumas de la primera etapa; y, la tercera etapa que se inicia a mediados de la década de los 80’s en Sudáfrica en que a las exportaciones anteriores se incorporó la carne, así podemos apreciar que ese país exporta a Europa 200.000 Kg anuales de carne |
