Gente en las fiestas de La RedondaEsto es un video
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Se presenta la oportunidad de poder colaborar en la web de mi pueblo
y lo hago con mucho gusto, escribiendo sobre algo que tenemos y de lo cual
disfrutamos cada año un poco más.
Nos vamos acercando al mes de agosto y con él llegan nuestros días
de fiesta. Todos los que somos o estamos relacionados con La Redonda, aunque
el resto del año no vivamos allí, tenemos en mente a nuestro
pueblo y a nuestra Virgen de los Rayos y en su honor celebramos con orgullo
el 14 y 15 de agosto nuestras fiestas patronales.
Nos reunimos con las familias, amigos y amistades y cada uno en su
agenda procura reservar estos días para acercarse y participar en
estas reuniones tan acogedoras y divertidas.
La fiesta es de todos y entre todos la hacemos, participando y colaborando
de la forma que mejor nos parece. Allí el que quiera puede estar
entretenido y disfrutar a su vez de todo lo que se ofrece, los niños
tienen sus juegos y competiciones, los jóvenes y mayores diversos
juegos de mesa, frontón y petanca.
El 14 es el día de más ajetreo, por la mañana se ultiman
los detalles de la gran cena y se prenden los fogones para elaborar el
guiso que tardará unas seis horas en estar listo.
Todos aportamos una módica cantidad de dinero y con esto los organizadores
hacen sus cálculos y una buena administración de los ingresos.
La tarde se dedica a diversas competiciones de juegos, encender el fuego
para el asado y engalanar el Toral, que poco a poco se va llenando de mesas,
bancos y sillas. Al salir de la novena, todos nos vamos acercando al lugar
de reunión y comienza la cena.
Los jóvenes son los encargados de servir las viandas y lo hacen
con alegría, ilusión y buena voluntad.
El menú es el siguiente: guiso de ternera con diversas hortalizas,
panceta, costilla y chorizo asados, vino, pan, refrescos, helados y pastelitos
de nata.
Los fuegos artificiales nos amenizan el final de la cena y comienza la
verbena que durará hasta altas horas de la madrugada.
El 15, fiesta mayor, nos vamos desperezando al son del pasacalles con gaita
y tamboril y nos preparamos para acudir a la iglesia, que ese día
resplandece. La procesión por diversas calles con la imagen de la
Virgen y algunas mujeres con sus mantones del ramo convierten el momento
en un acto solemne. Terminamos con el ofertorio, que se empleará
en el mantenimiento de la parroquia u otras necesidades de la Virgen.
De aquí solemos ir al Toral, donde nos tomamos unos refrescos y
unas tapas, que nos sientan de maravilla.
Los juegos de los niños y los bailes regionales nos hacen pasar
una tarde amena. Por la noche, durante la verbena, se entregan los premios
de diversas competiciones y continuamos pasándolo a lo grande,
que por supuesto ni el calor ni el cansancio pueden con nosotros.
El 16, se dedica a recoger y fregar cacharros, hacer cuentas, pagar facturas
y descansar. Por la noche tenemos el chocolate con bizcochos y en alguna
ocasión hemos contado con la actuación musical por parte
de algunos vecinos, que nos ponen el punto final a estos días tan
entrañables.
Hay que tener en cuenta que es mucho el trabajo a desarrollar y existe
una preocupación por parte de los organizadores para que todo salga
bien.
Desde aquí quiero agradecer a todos los que colaboran para que esta
fiesta se mantenga, al Ayuntamiento, a la buena disponibilidad del Alcalde,
a la Alguacil, a los encargados de la preparación de los juegos,
a quien limpia el lugar para el asado, a quien trae la leña, a quien
enciende el fuego, al cocinero por su exquisito guiso, a los que asan,
a los que cobran y dan los tickets, a los jóvenes que sirven la
cena, a quien presta utensilios, a la familia que deja la casa para cocinar,
a los que hacen las compras, a los que pelan patatas y hortalizas, a quien
prepara los fogones, a quien corta el pan, a quien hace el chocolate, en
fin, a todos aquellos que colaboran y a todos aquellos que asisten, no
quiero olvidar a nadie.
Se espera que esto dure para siempre, que es muy agradable llegar a tú
pueblo y ver que eres muy bien acogido, donde reina la alegría y
el compañerismo y donde no te sientes extraño, eres uno más.
Todo esto se nota y cada año somos más los que nos reunimos,
pues nadie se lo quiere perder.
Un saludo
y felices fiestas 2OO1.
Anónimo.
(De momento)