En la temporada 1970-71, el club finaliza el ejercicio con un beneficio de 169.414,30 pesetas y acaba campeón de su grupo en la Tercera División. Otro año más, y por increíble mala suerte, el club vuelve a quedarse en Tercera, al no ascender en la liguilla de promoción.
La temporada siguiente, el 29 de Mayo, Josep Masdefiol i Peralta es elegido nuevo presidente del Terrassa, al que dará un gran impulso económico y deportivo. Masdefiol crea un año después el primer Trofeo Internacional de Fútbol Ciudad de Terrassa, durante el cual se inauguran las nuevas torres de iluminación artificial, y en el que participan equipos de la talla del Bayern Munich, el Zaragoza y el Ferencvaros húngaro. Ese mismo año se convoca un concurso de himnos para el club. De los seis originales que se reciben, el de Vicenç Villatoro fue el elegido como himno oficial del club.
En 1974, se celebra la segunda edición del Trofeo Internacional de Fútbol Ciudad de Terrassa, en el que intervienen, a parte del anfitrión, el Betis, el Málaga y el CSKA de Sofía.
En la temporada 1974-75, por fin, consigue el perseguido ascenso a la categoría de Plata del fútbol español, al vencer al Yeclano por 4-1. Para celebrarlo, el club organiza un partido amistoso entre Terrassa y Barça, que convoca a más de 25.000 aficionados. El resultado final 2-4. Se organiza también la III edición del ya prestigioso Trofeo Ciudad de Terrassa, con la presencia del conjunto local, el Peñarol de Montevideo, el Espanyol de Barcelona y el Vitoria de Setúbal.
La temporada siguiente, el club se mantiene en Segunda División, después de disputar la promoción de descenso contra el Almería y alinear este último a un jugador ilegalmente. Josep Masdefiol deja el cargo de presidente y marcha del club con casi 7000 socios y el primer equipo en Segunda, como había prometido.
El 16 de Abril de 1977, el conjunto egarense organiza un partido amistoso contra el equipo titular del Real Madrid, presenciado por más de 20000 espectadores, que finaliza con 1-3 favorable a los visitantes.
La temporada siguiente, resulta económicamente positiva: el club registra un superávit de 8 millones de pesetas. En 1979, el equipo Juvenil del club queda subcampeón de Cataluña de su categoría, contrastando con el primer equipo, que pierde la categoría y baja a la recientemente creada Segunda División B, con la cual cosa se entra en una nueva crisis.
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