- En tanto el surgimiento y extinción de la mayoría de los imperios europeos se dio en un tiempo relativamente corto, la civilización Maya, considerada una de las altas culturas prehispánicas de Mesoamérica, sobrevivió más de 3000 años.
- Entre sus múltiples aportaciones, destacan las siguientes: lograron sorprendentes avances en astronomía al predecir con asombrosa exactitud eclipses; su conciencia y conocimiento del tiempo les permitía implementar técnicas agrícolas muy sofisticadas.
- Desarrollaron el concepto del cero matemático, conocido en otras latitudes 1000 años más tarde.
- La primera lengua escrita en las Américas se debe a ellos; esto les dio posibilidad, entre otros
aspectos, de tender una inmensa red comercial y cultural en el mundo hasta entonces conocido.
El arte Maya se refleja en los detalles de su alfarería, joyería y escultura, así como en las maravillosas obras arquitectónicas de las diversas ciudades que construyeron: Chichen-Itzá, Uxmal, Copán, Cobá, Quirigua, Tikal, Palenque, Labná, Chinkultic, Edzná, Xpuhil, Tulúm, son algunos ejemplos, destacando los centros cívico religiosos de algunas de ellas.
"El medio tropical, fascinador y exuberante pudo agudizar la sensibilidad del artista maya, despertar su fantasía y sensualidad, imprimiendo en su mente la agitación febril de la selva, las vibraciones sutiles de luz y sombras, el despilfarro de los colores, el capricho de las formas…", refiere Alberto Ruz Lhullier, arqueólogo, historiador, y antropólogo, descubridor de la tumba de Palenque, Chiapas.
- La escritura Maya denominada "glifos", relata ese mundo, su historia: victorias, derrotas, sacrificios, etcétera; fueron realizados por disposición de los soberanos y demás miembros de las clases altas para enfatizar la importancia de todos los elementos que integraban su cosmovisión.
- Los glifos se encuentran inscritos en pirámides, estelas, en los dinteles de madera, pintados en murales y en la cerámica, trazados sobre jade, en conchas, en hueso. A partir de los glifos se sabe que la guerra era muy importante para ellos.
El propósito de ella consistía en capturar al enemigo para sacrificarlo a los dioses, glorificar al vencedor.
- La historia de los Mayas asimismo la encontramos en códices; estos libros (realizados con corteza de árboles) contenían profecías, cantos, ciencia y genealogías. Estas crónicas de las batallas están registradas en varias ciudades del periodo Clásico Temprano (250-600 D.C.); en una de las estelas de Tikal, aparece "Gran Zarpa de Jaguar" inmolando a un noble cautivo.
El reinado de Pakal
A lo largo de más de trescientos cincuenta años, a partir de 431 d. C., los descendientes del señor Jaguar-Quetzal (o Bahlum-Kuk) construyeron Palenque, una de las más bellas ciudades; y en el siglo VII, durante el reinado de Pakal, el magnífico Templo de las Inscripciones.
A diferencia de otras tradiciones, Pakal había heredado el reino de su madre. Cuando en 674 D.C. Pakal comenzó la construcción del gran Templo de las Inscripciones (que posteriormente sería su mausoleo) en la parte posterior del edificio, colocó enormes lápidas exponiendo la historia dinástica de la ciudad. Allí se narraba que una mujer había gobernado inmediatamente antes de él. El glifo con que se nombra a esta mujer era el tradicionalmente utilizado para referirse a la Primera Madre (quien llevaba el nombre de Señora Bestia), personaje que, según los Mayas, engendró al mundo.
Equiparando a su madre con la Primera Madre de los dioses, Pakal reclamaba para aquélla un linaje más prominente que el de su propio padre; en consecuencia, el derecho al trono quedaba vinculado con la poderosa imagen de Señora Bestia. Más adelante, en su sarcófago, Pakal grabó a quienes lo antecedieron. En este grupo están representadas dos veces (para recalcar su importancia) su madre y su bisabuela, que también gobernaron Palenque.
Aunque ambas habían heredado el trono de sus respectivos padres, sus hijos pertenecían a los clanes de los correspondientes maridos, lo que constituía una indudable ruptura en la tradicional línea sucesoria.
A pesar de todo, Pakal argumentaba que el derecho a reinar le venía de Bahlum-Kuk II (fundador de Palenque), con lo cual su prerrogativa desvanecía esa ruptura. Dichas estrategias surtieron efecto cuando la sucesión del trono pasó sin tropiezos al hijo de Pakal, Chan-Bahlum, y el viejo rey fue enterrado en el fondo del Templo de las Inscripciones, en 683 D.C.