"EL
NACIMIENTO DE LA NUEVA CRIATURA": Sentimiento indígena que
da a conocer al nativo en su naturaleza propia y que nos hace ver
que aunque suceda lo que suceda nadie ni nada lo va a separar de
su universo y además se hará cada vez más fuerte.
Acuarela. 99 cm. x 67.3 cm.
"MISTERIOS DEL RUPA RUPA": De las
profundidades de las ruinas emerge la presencia fantasmal de un
espíritu que deambula entre las paredes de la enigmática
ciudadela del Gran Pajatén o llamada también Rupa-Rupa. Se
desconoce a los pobladores que la habitaron pero se cree que
conformaron la cultura Chachapoyas. De aquí emerge el espíritu
de una guardiana que lo observa todo y permanece muda tras el
paso de los años.
Acrílico. 65 cm. x 45 cm.
"EL SEÑOR DE TODAS LAS AVES": De la
existencia misma de todas esas místicas criaturas que son las
aves, aparece un protector que se entremezcla entre lo real y lo
imaginario encarnado en un personaje humano fabuloso, mitad
terrenal y mitad aéreo. Este personaje vendría a ser la
representación del señor de todas las aves.
Acrílico 50 cm. x 40 cm.
"YAKU-RUNA":
Al igual que en la tierra en que se hallan diversos poblados de
gente, en los ríos también se hallan pueblos de gente de agua,
hay hombres, mujeres y niños, las mujeres vienen a ser como
sirenas de los ríos que emergen de las profundidades para
observar el mundo terrestre y pueden llegar a convertirse en
delfines fluviales. La relación delfín-mujer es la misma.
Lápiz de color y acuarela. 64 cm. x 45 cm.
"AMBATU WARMI":
Es un personaje de la mitología selvática, la cual se refiere a
un nativo que trabajaba la tierra y luego éste escucha el croar
de una rana a lo lejos y la llama para tener relaciones con ella;
al poco rato la rana deja de croar y aparece en su lugar una
bella mujer con el rostro pintado de rojo quien acepta tener
relaciones con el nativo pero al intentarlo, él mismo se da
cuenta que esta mujer no tiene aparato reproductor y ésta al ver
que el hombre no se desenvolvía como debiera se marcha molesta
dejando una maldición al nativo que le hace crecer el miembro de
un tamaño descomunal. Al pasar por allí el lobo-runa o
personaje antropozoomorfo, escucha los lamentos e intenta ayudar
al desdichado nativo trozando el miembro de múltiples pedazos
los cuales se convierten en serpientes. De ahí proviene el
nacimiento de todas las serpientes. En ese cuadro se ve a la
mujer ambato o mujer rana rodeada por dendroátidos o ranas
venenosas a sus pies para dar a entender el peligro de sus
encantos.
Acrílico. 65 cm. x 54 cm.
"AMARUN LA BOA":
Bajo el nombre de Anphisbena se conoce en griego a la serpiente
bicéfala: significa "doble caminante" para dar a
entender que se mueve en doble sentido. Es un símbolo mágico-religioso
reproducido en todas las épocas de la historia antigua del Perú
y en todas las áreas geográficas y culturales. En el mundo de
adentro o Ukupacha pululan dos gigantes culebras, una con sólo
una cabeza y la otra con dos: son las madres del agua, la primera
y de las plantas, la segunda, con sus respectivos nombres
quechuas de Yacumama y Sacha mama. Esta dos grandes serpientes
aparecen en la tierra, el mundo terrenal o Kaypacha, se convierte
en inmenso río o en gigantesco árbol o Sacha mama; la primera
repta, la segunda camina verticalmente y tiene la apariencia de
un tronco seco, sin embargo se mueve, aunque lentamente y va
cogiendo con la boca de abajo todas las alimañas terrestres y
con la de arriba los pájaros e insectos. Atemorizan a las gentes,
como monstruos desmesurados. Pero no quedan aquí, en este plano,
de pronto ascienden al cielo y entonces Yacumama se convierte en
el rayo o relámpago y Sacha mama en el arco iris. Como seres
celestiales son divinos y objetos de culto. Se ruega al rayo que
haga llover y se suplica al arcoiris que haya frutos, que la
tierra sea fecunda.
Acrílico. 63 cm. x 83 cm.
"UNION DE DOS
PUEBLOS": Los pueblos aborígenes ashaninka y shipibo
conforman dos de las más conocidas atnias que habitan dentro de
la enigmática selva peruana. Este cuadro simboliza la unión de
dos pueblos y se toma esta idea como punto de partida para otros
pueblos nativos. Esto parte de un sueño. Aparecen en un primer
momento dos jefes de dos tribus que luego de aparecer en forma
humana se solidifican y se funden como dos tallas de piedra que
luego se trasforman en madera. De esta unión crece un árbol
gigantesco llamado "tamamuri" que simboliza la
seguridad, la solidez de dos pueblos que se hermanan y comparten
su sabiduría ancestral para combatir cualquier tipo de situación
dentro de su entorno. Toda esta fusión queda sellada por uno de
los grandes y fuertes símbolos que hay en la selva para los
nativos, que es el otorongo o jaguar que custodia como un guardián
fiel tal unión y quede por siempre. Este concepto es un mensaje
a todas las tribus para que se unan, porque solos no son nada y
podrán salir adelante contra toda adversidad.
Acrílico. 66 cm. x 55 cm.