Aporte de Rafael García Alvarez - 15 de Enero de 1967
Corría el año 1916 y sólo hacía unos meses que yo había llegado a Fulgencio Yegros, localidad del Paraguay, situada a 232 kilómetros de Asunción sobre la vía férrea internacional. Aunque llegué como de paso a visitar a mi hermano Amador que se encontraba ahí, me fué tan agradable y simpático el lugar y sus pobladores, que pronto me aclimaté y resolví quedarme definitivamente a trabajar con mi nombrado hermano, con quién formé sociedad de inmediato.
Yegros era entonces un pueblo tranquilo y ameno, el que carecía de toda clase de diversiones, a no ser los bailecitos que se organizaban de vez en cuando en casas de familia, a falta de salones apropiados. Había uno en la Municipalidad que reunía escasas condiciones y se utilizaba solamente una o dos veces por año. Este también desapareció al poco tiempo y nos quedamos sin nada en este sentido.
Existía una sociedad recreativa denominada- sin mal no recuerdo "17 de Diciembre", la que distaba mucho de cumplir su cometido, pues aunque dirigida por las personas más caracterizadas del pueblo, estas eran ya de edad y no se preocupaban de las pretensiones que teníamos los jóvenes de ambos sexos, que era la de divertirnos sanamente los sábados de noche y días festivos.
Surgió la idea de formar otra sociedad similar entre la juventud, para la cual fuí invitado, pero alegué que si una sociedad no tenía vida menos la podrían tener dos, además sería un proceder poco práctico para sus dirigentes.
Por fin el 1o. de Enero de 1917, los dirigentes de la mencionada sociedad resolvieron liquidarla con un asado bajo un naranjal, habiendo desaparecido totalmente sin dejar rastros. Fué entonces cuando los jóvenes nos agrupamos y resolvimos invitar a una reunión a los simpatizantes para formar otra nueva sociedad en sustitución de la fenecida...De los dirigentes de la antigua sociedad no se presentó ninguno y eso imprimió en nuestros ánimos la decisión de seguir adelante con nuestros propósitos costase lo que costase...
Reunidos pues una veintena de amigos en el Hotel Lemke, el 14 de Enero de 1917, después de cambiar ideas, se resolvió fundar una nueva sociedad que llevaría por nombre "Club Social 14 de Mayo". En esa reunión tuve el honor de ser electo Presidente de la misma con mi solo voto en contra. Y lo seguí siendo por quince años consecutivos. Años más tarde, volví a desempeñar este mismo cargo por varios perídos.
La flamante comisión Directiva comenzó a trabajar con gran entusiasmo y abnegación. En poco tiempo se confeccionaron los estatutos que no tardaron en ser aprovados en una asamblea general de socios. Recuerdo aún que la cuota de ingreso era de quince pesos por persona y la mensual de sólo cinco. Nuestra mayor prioridad era reunir fondos con fiestas, veladas teatrales, rifas, etc. pues carecíamos de un local y toda realización de este género se tornaba muy díficil. Nos pusimos en campaña y a fuerza de sacrificios, hemos podido adquirir una manzana en el mismo pueblo, en la que hemos levantado un local de gran amplitud, cuyas paredes eran de tabla y el techo de zinc, el piso de portland y su correspondiente escenario. Con esto nos considerábamos ya felices, pues no tendríamos necesidad de andar haciendo rodar por las calles y personalmente, bordalesas vacías para formar un mal tinglado que servía de escenario para muestras representaciones teatrales. Ya teníamos casa propia y ya podíamos dar fiestas con toda comodidad y aumentar así el capital social. Empezamos por comprar cien sillas de madera, a razón de veinte pesos cada una, a unos carpinteros de San Rafael. No buscábamos lujo sino comodidad. Con estos elementos a nuestra disposición comenzamos a ofrecer veladas teatrales muy a menudo, cuyas obras entre otras han sido nada menos que: " Don Juan Tenorio"; " Flor de un día"; " El orgullo de Albacete"; "Una limosna por Dios"; "Las dos joyas de la casa"; "Cría cuervos y te sacarán los ojos"; "Un cuarto con dos camas"; y muchas otras que escapan a mi memoria.
Con estas funciones teatrales por un lado y la cantina que se explotaba durante estas funciones, comenzaron a crecer nuestrosrecursos sociales en forma muy satisfactoria. Una vez pagadas todas las cuentas, se resolvió cambiar el nombre de Sociedad Recreativa por "Club Social 14 de Mayo", que tiene actualmente, y previa reforma de los estatutos, se solicitó y obtuvo la Personería Jurídica que rige hasta la fecha, que espero y deseo siga rigiendo por muchísimos años más.
A esta altura de nuestra progresiva Sociedad, hemos anexado al Club, la actual cancha de Football y la cancha de Tenis, e incluso patines en el salón de adentro. A mí entender esta fué la época de más auge e interés que suscitó nuestra sociedad. La campaña moralizadora que se impuso a la misma dió todo el resultado esperado; pues para poder bailar en el salón del Club era necesario que los invitados poseyeran virtudes civiles y morales.
A esta altura de nuestra triunfal marcha, se pensó que el local de tablas que teníamos, tendría que desaparecer en un tiempo más o menos corto. Fué entonces que propusimos a la Comisión Directiva y después a una Asamblea, que el 50% de todas las entradas de la sociedad se destinaran a "fondos de reserva", para la edificación de material cocido. Esta previsión resultó salvadora, pues el año 1932, al comienzo de la guerra del Chaco, nos decidimos a edificar el local que existe actualmente, el que por cierto resultó sumamente económico. Recuerdo que contratamos los ladrillos para la obra a 220 pesos el millar puestos en obra. Este importe correspondería a dos guaraníes con veinte céntimos de la moneda actual. Tengo la impresióm que si no se hubiese construido el edificio en aquella época, hubiese sido casi imposible construirlo posteriormente.....
Y como la felicidad no puede ser eterna, nos llegó el tiempo de las vacas flacas. Durante la guerra trabajamos únicamente para atenuar en los posible las necesidades de los familiares de los hombre movilizados; y en todo aquello que fuese necesaria o útil nuestra presencia, hasta que terminó el conflicto armado con la victoria de nuestros heróicos soldados. Después se han presentado muchas dificultades para poder seguir manteniendo orden dentro de los estatutos y prácticamente hubo que prescindir por algún tiempo de ellos.
Años más y me retiré de la Directiva, dejando que nuevas fuerzas rigiesen su destino. Esta historia ya es más cercana; todos la recordamos. Yo doy por cumplido el pedido con que me honró la actual Comisión Directiva del Club, consistente en hacer una reseña histórica de los comienzos del actual "Club Social 14 de Mayo"de Fulgencio Yegros. No puedo sin embargo pasar por alto la colaboración de algunos de los más entusiastas y capaces colaboradores que fueron en los primeros tiempos: Aníbal Gonzalez, Leopoldo Bruel, Lorenzo Godoy, Dionisio Silva, José Cassignol, Benjamín Chaves y muchos más; y en una segunda época los señores: Baldomero José Ferreira, Enrique Soler, Ceferino Prieto Gaona, etc, etc. además de los citados anteriormente.
Señores: Aunque seamos parte interesada, queremos expresar un juicio global que ha de resumir el mérito de la obra realizada. Mérito que se debe a todos; a los socios y a los dirigentes; a las personas más pudientes y a las menos; a los del pueblo y a los de más afuera.
Este galardón es que estimamos que la labor social y de civismo que ha cumplido el "Club Social 14 de Mayo" es inmensa. Su escenario fué una tribuna de cultura y de civismo; su escenario de cátedra de ciencia y de alegría para los hijos del pueblo graduados en alguna profesión; su escenario fué balcón de sanas inquietudes para la estudiosa juventud; sus representaciones teatrales fueron escuelas de formación humana; sus fiestas fueron justas de señorio y jerarquía; sus veladas, charlas y concursos de truco, fueron amigable unión de voluntades y aspiraciones.
Señores: Esto que se dice tan brevemente en pocos minutos, ha sido el esfuerzo de más de treinta años. Ha sido el logro y la entrega de una generación a esta pequeña ciudad de Yegros, en la cual en un tiempo todos nos hemos sentido amigos y Yegreños de corazón.