La venida de los García a América

Allá por el año 1900, el padre contagiado por la fiebre de la época, resuelve emigrar a América ( El Bellocíno de Oro) y lo hace solo dejando su ya numerosa familia en Asturias, con el firme propósito de ir trayéndolos a medida que fuese adquiriendo medios ecónomicos para ello (existía el convencimiento en Europa, que en América se venía a recoger dinero, lo que era una idea distorcionada de la realidad, a pesar de que existía indudablemente un amplio panorama de progresar, poniendo empeño, aspiraciones y mucho trabajo arduo). Llegó a Buenos Aires, donde permaneció por algún tiempo, hasta que por influjo de relaciones y amistades que había hecho se traslado a Mendoza. Ahí pudo hacer algún dinero y traer a su hijo mayor, Amador, allá por el año 1902, quién pese a su corta edad (12 o 14 años) se puso a trabajar a su lado y juntos pudieron muy pronto mandar el pasaje para que viniera el segundo hijo, Rafael. Así las cosas, tuvieron la desgracia de quedar solos - huérfanos de padre -, antes que pudiesen cumplir el sueño de ir trayendo al resto de la familia. Sin embargo, ambos hermanos, en una edad inapropiada para abrirse camino por su cuenta, sin el asesoramiento del progenitor, pudieron al poco tiempo traer a los hermanos menores: Manuel, Asunción y Domingo, pero no lograron el ideal de traer a su madre, pues ésta falleció también tempranamente. Allá quedó una hermana en razón de haber contraído matrimonio en ese interín. Andando el tiempo y en base al espíritu de emprendimiento y un tanto aventurero, oyeron hablar de Paraguay. Amador, el mayor, se largó a conocerlo e investigar ocularmente sus posibilidades, llegando a Asunción, donde trabó conocimiento con miembros de la colonia española en Paraguay, conociendo Paraguarí, donde residian los hermanos Antonio y Cesáreo Giménez, los Pallarés, los Callizo y otros. Durante este tiempo oyó hablar de Yegros y se decidió a conocerlo. Llegar ahí y decidir radicarse fué todo uno (1915), escribió inmediatamente a su hermano Rafael, hablándole maravillas del lugar y del ambiente social y cultural, así como posibilidades económicas e instándolo a venir. Este de inmediato acogió con simpatía la invitación y muy poco tiempo despúes sentaba sus reales en Fulgencio Yegros. Las actividades comerciales que había emprendido ya Amador bajo su firma unipersonal, se ampliaron formando ambos sociedad con el rubro de "Garcia Hermanos". Muy pronto, Amador, más "trotamundo y andariego"decidió trasladarse a Paraguarí, donde se afincó por bastante tiempo, contrayendo matrimonio y donde nacieron sus hijos. Rafael por su parte, en 1920, a los 30 años de edad se casó en Yegros con una hija del pueblo En los años siguientes fueron llegando los restantes hermanos que aún permanecían afuera ( Manuel en la Argentina junto a Asunción y Domingo). Estos dos últimos, pues son los únicos que vinieron directamente de su terruño a Yegros. Su estancia en Mendoza les hizo conocer algo de Vinicultura y Licorería, actividades que rápidamente empredieron en su nuevo lar. Ya en Yegros, se encontraron con la Caña Paraguaya, bebida alcohólica típica de nuestro país, cuyo proceso de elaboración les interesó conocer, por cuanto ya estaban metidos de lleno en el negocio de producción y comercializacón de vinos y licores, incluyendo la producción de caña. Conviene recordar que la producción de Caña en Yegros, era una actividad de muchos años atrás, con los Cortesi, los Kroug, los Chautard ylos Menoret. De estos últimos, precisamente, adquirieron la fábrica en sociedad con su hermano Domingo, funcionando con el rubro de "Rafael y Domingo Garcia".