FIB 2003 - Vamos a la playa...







Benicàssim es un bonito pueblo, conocido mundialmente por estar al lado de la playa, porque una vez al año se llena de modernillos, y por los kebabs de "La Patata Chula". En este emblemático local no es recomendable visitar los baños. Tampoco pedir sangría. Fuimos testigos de la elaboración de esta alegre bebida. Su versión consiste en poner un chorrillo de cada puta botella de alcohol que tengan en el bar (hecho verídico) y mezclarlo con Fanta y vino. Lamentable.



Aquí tenemos a Javi con uno de los famosos kebabs, sólo de pensar en ellos empiezo a salivar...



Por este pintoresco pueblo iba yo feliz. Aunque, para pintorescos, dos de los seres que me acompañaban. Nota para el lector: no se disfrazaron para la foto, iban realmente así. Lucy también venía, pero por vergüenza prefiere que no se la mezcle con tan túrbios personajillos.



De todas formas había más gente peculiar. Estas simpáticas chicas llevan una bolsa con forma de Gus. Agradezco su detalle. El chavalín de la esquina, cuando vio un flash, debía creer que había alguien de Operación Triunfo, o algo así, porque corrió a ver qué pasaba e insistía en que él también quería salir. Estoy encantado de hacer feliz a los niños. PERO A LAS NIÑAS MÁS.



Cual maldición gitana, me persiguen lo argentino y los argentinos. Me pregunto yo, ¿por qué no me perseguirán las argentinitas?



El camino a la playa es complicado. Primero tienes que encontrar la salida del campamento...



... hacerte un sitio en el camino entre la gente que viene y va ...



... pasar por al lado del karting sin caer en la tentación de entrar a echar unas carreras.



Hasta llegar a la playa un último peligro que te espera. Hay que pasar la vía del tren con cuidado. Es recomendable no estar demasiado borracho al llegar a este lugar.



Era curioso ver a toda esa gente tirada en cualquier trozo de césped libre, haciendo todo tipo de cosas. Aquí vemos a Javi haciéndome cosas feas con los pies.




Al final pudimos tomar el sol tranquilamente en la playa. Me mojé demasiado y tuve que tenderme en una palmera que había por allá.






Un punto a favor de Benicàssim es que las duchas de las playa son de mi medida. Como sabían que iba a ir, se apresuraron a instalar algunas para mi. Estaré eternamente agradecido al autor de la iniciativa!!!