| Este simpático y curioso
animalito pasa la mayor parte de su vida en el mar y sólo
abandona las aguas para anidar en tierra firme formando
grandes colonias. Previo a la formación del nido, el macho selecciona su pareja mediante un rito muy singular: Aporta las primeras piedras para el "hogar" y, si la hembra acepta, ambos se dedican a la tarea de construír el nido. No es tarea fácil la selección ya que otros machos tratarán de congraciarse con la hembre elegida, lo que provoca duras luchas que a veces duran todo el día. |
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| Si las piedras son escasas, se
zambullen en el mar para encontrarlas, a profundidades
que pueden alcanzar hasta veinte metros. La hembra pone de uno a dos huevos, siendo el macho el encargado de incubarlos por casi sesenta días. Cuando nacen los pichones y debe ir a buscar comida, se organizan grupos de "cuidadores" entre los más viejos o sin pareja, que forman un circulo de protección a los recién nacidos. |
