Ante todo, Integridad
Mis abuelos decían que se es honesto o no se es en absoluto: no admitían medias tintas. En la pared
del salón tenían colgado un sencillo lema: "La vida es como un campo de nieve recién caída: por
dondequiera que uno camine, se notarán las huellas". No necesitaban pregonarlo, pues lo ponían en
práctica con su modo de vivir.
Estaban convencidos de que ser integro significa regirse por principios morales que no dependen
de la conveniencia ni de las circunstancias. La integridad es un valor interno que nos permite juzgar
nuestros actos. Aunque por desgracia hoy en día abunda y cada vez escasea más, sigue siendo el
fundamento de todos los aspectos de la vida social y condición que debemos exigirnos siempre.
Una buena manera de sabes cómo andamos en este importante terreno es repasar lo que yo llamo los
tres principios de la integridad:
Mantenerse firme en nuestras convicciones. Existe una anécdota acerca del primer día de
trabajo de una enfermera con el personal del quirófano de un reconocido hospital. Su responsabilidad
era vigilar que no se perdiera ninguno de los instrumentos y materiales que se iban a usar en una
operación de abdomen. Poco antes de que ésta terminara, la enfermera le dijo al cirujano:
- Doctor, ha extraído sólo 11 esponjas y en total usamos 12. Hay que encontrar la que falta.
- Ya he sacado todas - aseguró el médico -. Voy a suturar.
- No haga eso, doctor - insistió ella -. Piense en el paciente.
Sonriente, el cirujano alzó el pie y le mostró la esponja "extraviada". Entonces le hizo un vaticinio:
- Le va a ir muy bien en éste o en cualquier otro hospital.
Cuando uno sabe que tiene la razón, no hay que retractarse.
Reconocer siempre los méritos de los demás. No temas a quienes pudieran tener mejores ideas
que tú ni a quienes sean más inteligentes.
David Ogilvy, fundador de la compañía Ogilvy & Mather, dejó muy claro este punto al grupo de
ejecutivos que acababa de nombrar: le envió a cada uno una matrioska de cinco figuras progresivamente
menores. La última muñeca contenía este mensaje: "Si cada uno de nosotros contrata personas más
pequeñas que uno, nos convertiremos en una empresa de enanos. Si contratamos personas más grandes, en
cambio, Ogilvy & Mather se convertirá en una empresa de gigantes". Y eso es precisamente lo que
llegó a ser la compañía: una de las agencias publicitarias más respetadas del mundo.
Ser honesto y franco en lo referente a nuestra persona. La gente que carece de valores
genuinos suele depender de factores externos - como el aspecto físico o el nivel social - para
sentirse bien consigo misma. Hacen todo lo posible por mantener esa apariencia, pero muy poco por
desarrollar sus principios morales y crecer como personas.
Por eso, es mejor ser auténtico. No trates de encubrir aspectos de tu vida que te parezcan desagradables
. Encara con realismo y madurez los retos que te presente la vida.
Tener respeto por uno mismo y la conciencia tranquila son componentes esenciales de la integridad, así
como la base para mejorar nuestras relaciones con los demás.
Ser íntegro implica hacer lo que uno hace porque sabe que es lo correcto y no porque esté de moda
o con el afán de no herir susceptibilidades. Regirse por principios y no sucumbir a la
incitación de una moralidad relajada será invariablemente el mejor camino en la vida. Te conducirá
al próximo milenio sin tener que volverte a mirar las huellas que has dejado. Ésta es la enseñanza que
me legaron mis abuelos.
DENIS WAITLEY
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