Desde Granada, se sube a la estación de esquí de Sierra
Nevada. Un poco antes de llegar, existe un cruce que a la derecha nos lleva a la
estación. Nosotros cogemos la carretera de la izquierda, que sube al
Veleta. En invierno sólo podremos subir hasta la Hoya de la Mora, a 2.500
metros, donde deberemos dejar el vehículo. Empezamos a andar y seguimos
la loma que nos lleva hasta las Posiciones
del Veleta, dando vista, al final, a la zona de la estación de esquí,
que se encuentra a la derecha. Desde las Posiciones del Veleta se disfruta de
una magnífica vista de las caras
norte de la Alcazaba, Mulhacén, los Machos y Veleta. Cruzamos entonces
toda la ladera oeste del Veleta, en pequeña subida, por una pista de esquí
que discurre encima de la carretera. Llegamos así a la
Carigüela del Veleta, un collado entre
el Veleta y el Puntal de Loma Púa,
desde donde se divisa casi todo el camino hasta el Refugio de Félix Méndez,
que se oculta tras los raspones de Rio Seco. El camino
baja un poco al principio y después
discurre a media ladera. Cuidado en el
Paso de los Machos, que puede ser delicado
si hay mucha nieve, haciéndose necesario pasarlo por debajo. Superado
este paso, tenemos que subir un poco hasta llegar a una portilla que se abre en
los Raspones y desde la que se ve, abajo,
el Refugio de Félix Méndez o
de Rio Seco. Los Raspones de Rio Seco son
una zona muy buena para hacer
escalada en nieve en los canutos que se
abren entre sus rocas. El refugio ha sido ya demolido, por lo que tendremos que
seguir en dirección este. Subimos primero la Loma Pelá y después
bajaremos a la Laguna de la Caldera, en donde se encuentra un refugio vivac, en
el que podremos pasar la noche. Al día siguiente, bien temprano,
subiremos hasta el Collado del Ciervo o de la Mosca. Si no vamos a dormir en la
Caldera y no queremos perder altura, desde la Loma Pelá nos dirigiremos
hacia la izquierda, haciendo una travesía, algo delicada, por la fuerte
pendiente que baja del Puntal de la Caldera, para llegar así al Collado
del Ciervo. Desde aquí, la vía normal del Mulhacén sube la
cara oeste, pegado a la arista de la izquierda, aunque teniendo cuidado de no
acercarse demasiado a las cornisas. Llegamos así a la cumbre, en donde
hay un vértice geodésico, una pequeña capilla metida en la
roca y una gran cruz que casi siempre está doblada por el viento. El
regreso lo haremos por el mismo sitio.
Para los más atrevidos,
recomiendo la subida al Mulhacén por la
arista noreste, que discurre por un paisaje
agreste, con la Alcazaba de fondo. Para ello, desde el
Collado del Ciervo se baja a la
izquierda, para hacer un flanqueo por
debajo de la cara norte del Mulhacén, hasta llegar al
Canuto de Siete Lagunas, que sube directo
hasta el Puntal de Siete Lagunas, con una pendiente de 45%. Una vez llegamos
arriba, se divisa perfectamente la vía
noreste del Mulhacén, una amplia pala de nieve de 45% de pendiente,
que se estrecha en la parte superior. El regreso lo haremos por la
vía normal. En la vista de la
Sierra desde la
Loma de Papeles se aprecia el recorrido
desde el Collado del Ciervo hasta el Puntal de Siete Lagunas.
En verano, desde el Collado del Ciervo o de la Mosca, podemos
acercarnos a la Laguna de la Mosca, que
observaremos entre las caras nortes de la Alcazaba y el Mulhacén.