Capitulo 2.3
- ¡Alphonse estas allí! – se escucha el grito de un hombre en el exterior
- Ahora ¿Qué hago? – pensó volteando a todos lados desesperada
- ¡Elric sal por favor! ¡El río esta por desbordarse ayúdanos! – grito una segunda voz
El estruendo de un rayo que cae cerca la hace levantarse de golpe
- ¿Qué hago?, ¿Qué hago?, ¿Qué hago? – pensaba moviéndose en círculos y jalándose el cabello
- ¡Parece que no esta, busquemos en su casa! – dijo la primera voz
- ¡Bien!
El lugar se envuelve en el silencio el cual solo es interrumpido por la lluvia que golpea la puerta
- Menos mal – pensó aliviada
Nuevamente fija su vista en el joven
- Ed, se quien es pero ¿Winly?, no se pero…– pensó con una gota de sudor - algo me dice que me matas si no la ayudo antes que a ti
Comienza a buscar en un baúl y saca de allí, unas botas, un pantalón y una playera sin mangas todo de color
- Negro – pensó con una gota de sudor - ¿Qué le voy a hacer? Solo espero que me quede
Tras vestirse, continúa buscando algo para cubrirse de la lluvia, hasta que da con un abrigo rojo
- Solo espero que no se moleste por tomar esta ropa prestada – piensa mientras se la pone – a menos que quiera que mate a alguien del susto
Sin perder más tiempo sale de allí, no sin dar un último vistazo al joven que yace flotando como si estuviese congelado en el tiempo
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- ¡Hola, hola! Cosa
- Izumi – murmuro la quimera de mal humor, al ver a la sensei de su Amo acercándose
- Andas de pocas pulgas el día de hoy – le dijo la sensei quien al parecer la escuchaba – Ni reclamaste
Al ver que no respondía se sienta junto a ella y alza su vista al campo, mientras la quimera solo apoya la cabeza en el suelo
- Es frustrante saber que es tu segunda vida y no poder recordar nada de tu vida anterior
- Créeme que es lo mejor, ya no te tortures con es… - Izumi voltea a verla – ¡Con un demonio detesto que hagas eso!
La quimera se había quedado dormida, tras un suspiro, la sensei acaricia su cabeza
- Solo lo recordaras cuando recuperes tu nombre, mientras tanto esto será lo mejor – dijo en voz baja
Luego de un rato ella contempla el paisaje mientras camina de regreso a la casa de Alphonse y su Familia
- Rizenbul, que será la magia de este lugar, que solo llueve y pasa cada cosa – sonríe mientras se deja llevar por sus recuerdos
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Estación de tren de la aldea de Rizenbul, un hombre se comunica por radio
- Es necesario que se detengan hasta que la tormenta pare - dice
- Entendido nos detendremos metros antes de llegar al puente – se escucha una voz en respuesta
El hombre cuelga la bocina, en eso entra un joven con preocupación en el rostro
- ¿Se detendrán?
- Si… prepara una cuadrilla, tan pronto pare la lluvia deben revisar el puente
A unos 3 kilómetros de allí, un tren de pasajeros disminuye la velocidad hasta detenerse por completo, muy cerca del mencionado puente; en el interior del primer vagón, los encargados daban un mensaje…
- ¡Debido a las condiciones del clima hemos decidido detenernos hasta que pase la tormenta ya que debido a la creciente del río no sabemos las condiciones del puente que hemos de cruzar, por lo que de favor les pido paciencia que es por nuestra seguridad!
Los murmullos de quejas y de aprobación no se hacen esperar entre los pasajeros
- Este clima… me recuerda ese día
- ¿Sensei?
- El día en que los conocimos – responde con nostalgia
Izumi, su esposo y Masón se dirigían a Rizenbul a visitar a Alphonse, pasaron 10 minutos desde que se detuvieron pero no había ni señas de que la tormenta cesara
- ¿Qué veo? – pregunta un niño que veía a través de la ventana
- Un pino en medio de la tormenta – responde una niña
- ¡Le atinaste!, tu turno – le contesto
Dos niños que viajaban atrás de la sensei jugaban a ¿Qué es lo que veo?
- Críos – murmura Izumi fastidiada de la simples de dicho juego
- Parece que se han cansado de esperar – dijo Masón con una gota de sudor en la frente
- ¿Qué veo? - Pregunto la niña
- Un árbol en medio de la tormenta
- No
- Una piedra
- No
- Un arbusto
- No – 2 minutos después
- Un puente
- No
- Un tronco
- No – A Izumi le salta una vena de la frente
- Un oso
- No
- Un gato salvaje
- No
- Una gallina
- No – Le salta otra vena a Izumi
- Un pato
- No
- Una granja
- No
- La lluvia – Izumi esta a punto de perder la paciencia
- ¡Que no¡
- ¿Entonces?
- Un ángel negro de abrigo rojo
- No mientas
- Nunca miento
- ¿Abrigo rojo? – La sensei abre la ventana – ¿Será…?
Izumi saca la cabeza y logra divisar a una persona en la orilla del puente, que parece tener rato evaluando el cauce del río pero debido a la oscuridad no logra ver bien quien es
- ¿Alphonse? – piensa para si
- ¿Qué sucede Sensei? – pregunta Masón
Repentinamente un rayo cruza el cielo iluminando todo alrededor
- ¡Edward! – grito Izumi fuera de si al ver que esa persona había saltado al río
- ¿Qué pasa cariño? – pregunta su esposo
Izumi solo sale corriendo del tren, sin importar lo resbaladizo del fango ni la fuerza de la lluvia
- ¡Sensei! Es peligroso – Masón la había seguido
- Era el, estoy segura – le contesta
- ¿Quién?
Ambos se acercaron con cuidado al borde del barranco, repentinamente se ve un resplandor proveniente de la ribera del otro lado del río, al cesar este; el suelo tiembla mientras grandes barreras emergen cubriendo las orillas e impidiendo que el rió se desborde
- ¿Eso fue…?
- Alquimia – respondió Izumi – Tiene que se él – pensó
- ¡Espere sensei! – grita Masón al ver que Izumi corre por la orilla del barranco tratando de bajar al río
Por las prisas ella resbala y cae inevitablemente hacia el cauce
- ¡Sensei!
La fuerza de la corriente la arrastra con fuerza, ella trata de mantenerse a flote pero la misma corriente y el agua que entra a sus pulmones la jala al fondo… cuando ve todo perdido siente como alguien la jala y la saca del agua
- Gra… - ella tose – gracias por sal…
Izumi queda muda al ver que no esta del todo a salvo ya que esta volando… al escuchar el batir de alas, ella voltea hacia arriba viendo a su ¿salvadora?
- No… no es él – pensó aun sin salir de su asombro – pero esto explica lo del ángel
- Por favor no te asustes pero… necesito tu ayuda – le dice
Continuara…
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