Capitulo 3.2
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Luego de un rato, tras sacar al chico
- Tienes suerte que esa transmutación también volviera arena la roca – dijo el de la armadura
- ¿Dónde esta? – pregunta sentado en el suelo y con la mano en el cuello
- ¿Win? Fue a su habitación a… - dudo un momento seguro de que se molestaría, tras un suspiro – arreglarse la uña que se le rompió
- ¡¿Qué?! ¿No dirás que… - dijo sorprendido - … ese griterío solo fue por una uña rota?
- En verdad… lo siento… - dijo en forma de disculpa
- Y yo que pensé que era por él – dijo señalando al lobo
- Roy, ¿él?... no mata ni una mosca – tras el comentario el can le ve con ojos de pocos amigos – Ratas pardas – le dice al ver el gesto – nadie esta de buen humor estos días – finalizo con un suspiro
Se acerca y le da la mano al chico para ayudarlo a levantarse
- Hay demasiada tensión en el ambiente, todo por la reunión
- Brrrrr – al desconocido de la armadura le dan escalofríos - Si , no hay duda
Tras sacudirse el joven rubio le da la mano en saludo
- Soy del Clan del Este
Responde el saludo
- Soy del Clan de Central - El estruendo de un disparo los interrumpe
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Edward despierta de golpe y su primera reacción es bajar de la cama y colocarse bocabajo en el piso, afuera se escucha como una ametralladora es disparada a diestra y siniestra
- ¡Edward! ¿Estas Bien?
La puerta de la habitación se abre de golpe mostrando a un joven rubio de ojos azules, una nueva ráfaga de balas atraviesa el aire, entrando algunas por la ventana y dando en el marco de la puerta obligando al recién llegado a tirarse al suelo
- Aquí Alphonse – contesta Ed bajo la cama
Con dificultad Alphonse se arrastra hacia el mientras otro grupo de balas dan con una pared cercana
- ¿Qué rayos pasa?
- Por lo que se oye – dijo al llegar a su lado – un loco soltó una de las bestias del Zoológico
- Otro maniático mas…
Antes de que pudiera decir algo más algo se estrella con la ventana por la cual entraban las balas, debido a su tamaño el cristal y el marco de la ventana son destruidos…
- “Aquí estarás seguro” – solo Ed parece escucharlo
Ambos rubios abren los ojos ante la sorpresa y se tapan la boca mutuamente mientras el temor se apodera de ellos… Frente a ellos y ante la poca visibilidad que les da su escondite bajo la cama solo logran ver cuatro gigantescas garras
- “Volveré por ti, si salgo de esta” – Nuevamente solo Ed lo escucha
Se escucha un golpe seco de cuan costal de papas cae al suelo
- No… no vayas… - se escucha un susurro el cual Alphonse parece comprender
- ¡Esta por aquí! – se escucha el grito de un soldado
La criatura salta desapareciendo de la vista de los chicos
- ¡Allí esta! – grita otro soldado y una nueva lluvia de balas cae en la habitación - ¡Se escapa!
Momentos después, el silencio invade la habitación
- Parece que ya podemos salir…- al no recibir respuesta - ¿Ed?
Repentinamente Edward sale rápidamente de su escondite solo para quedar atónito ante lo que la criatura dejo
- No… puede… no puede ser
Frente a él dándole la espalda yacía inmóvil el cuerpo de un hombre de cabello negro, vestido con un uniforme azul que sin duda el reconocía y alguna vez odio, pero aquel temor era que estaba en medio de un charco de sangre
- ¿Ed? – Alphonse sale del escondite al ver su rostro voltea a ver lo que o quien acapara la atención del ojos dorados
- ¿Co... Coronel?
Alphonse se acerca y aprecia con claridad que tiene varias heridas de bala… le toma el pulso tocando su cuello
- ¡Aun esta vivo! – grita – ¡hay que llevarlo rápido al hospital!
Edward sale de su trance y asiente… A unas cuantas calles de allí
- ¡Alu por aquí! – se escucha la voz de un niño
- ¡Voy!
Dos pequeños de aproximadamente 6 años se ocultan en un callejón, entre un montón de basura y cajas… mientras el sonido de los gritos y los disparos se escuchan cada vez mas lejos
- Hermano ¿Crees que nos encontraran?
- No se, solo espero que papá mande por nosotros
- Tengo hambre
Al comentario Edo cae de espaldas
- Ok, esta bien; iré a buscar algo… Quédate aquí
Alu asiente y ve como Edo sale cautelosamente del escondite
- Pase lo que pase no salgas… volveré
Sin darle oportunidad de reprochar la orden sale corriendo hacia la calle, Alu se asoma solo para ver como su hermano choca con un hombre mayor haciendo caer lo que el desconocido cargaba (varios libros, planos, hojas y un portafolio)
- ¡Por que no se fija por donde va! – grito molesto
- ¿Pero que tenemos aquí? – dijo el hombre divertido sin apartar la vista del menor
- Problemas – pensó Alu sin dudar un segundo mas sale en busca de su hermano – ¡Hermano!
- ¿Qué te dije? – contesto con fastidio mientras recogía uno de los libros que habían caído
Alu se acerca con cautela sin apartar la vista del desconocido
- Edo este tipo tiene cara de loco, vamonos de aquí – le susurra en el oído, pero es escuchado por el adulto
- ¿Cara de loco? – pregunta el adulto a punto de reírse
- Alu eso no fue cortes – lo regaña
- Mira quien habla de cortesía – contesta con las mejillas infladas
- Pues es la verdad yo se de esas cosas, por algo soy el mayor
- ¿Cómo que el mayor? si somos mellizos
- Si lo soy, nací primero
- Por cinco minutos
- Cinco minutos son cinco minutos – le dijo recalcando la palabra “son”
- Entonces – pensó jugar su mejor carta – ¿Por que soy más alto?
El Mayor puso la mayor de las atenciones al escuchar la pregunta mientras observa como el ofendido se ponía rojo de la furia
- ¡¿A quien le dices insecto enano que no podrías medir, ni con un micrómetro?!
- El no dijo todo eso… - dijo el hombre arqueando la ceja
- Si el saco te queda… – Alu lo interrumpe
- ¿Qué dijiste?
- ¡Que si el saco te queda,… póntelo! - grita
- ¡Ahora veras! – grito a punto de lanzársele encima
Repentinamente el sonido de una sirena resuena por la calle interrumpiendo la evidente pelea, ambos menores y el adulto voltean viendo como el vehiculo que producía dicho escándalo se dirige hacia ellos
- ¿La policía? – dijo Alu
- No seas idiota, es una ambulancia – lo regaña Edo
- No me digas idiota, idiota – reclama muy ofendido
Justo cuando la ambulancia pasa frente a ellos logran divisar a un joven rubio de ojos azules al volante, con un semblante de preocupación
- Se parece a papá – murmuraron los dos
- ¿Alphonse? – ambos menores voltean a ver al adulto – se supone que es su día de descanso… a menos… que…
Continuara…
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