Capitulo 12.- La muerte de un ángel blanco

Volando por el desierto Hikari le da alcance a Kimera

- Acércate mas Hikari – le ordena Sheika

- A la orden – le contesta el felino

Al darse cuenta de que la seguían

- ¿Que no piensan rendirse? – les dice Kimera

- ¡¡¡Nunca!!! – le contestan los dos

Hikari se lanza en picada hacia el Keese sin embargo este se voltea mostrando a Link, el cual ya se encuentra semiinconsciente a causa de la perdida de sangre

- ¡Detente! – grita Sheika

Difícilmente el felino logra detener su ataque

- Maldición, esta usando a Link de escudo – dijo Hikari

Sin decir palabra alguna Sheika salta hacia Link y trata de sacarlo de las garras de Kimera

- No crean que dejare que se lo lleven tan fácilmente

Tras decir eso Kimera nuevamente se voltea ocasionando que Sheika casi cayera sin embargo esta se sujeta de la cintura de Link

- El peso de los dos...

- ¡Aaaaahhhh! – el grito de Link interrumpe los pensamientos de Hikari

El peso extra de Sheika causaba que las heridas de Link comenzaran a desgarrarse

- ¿Qué he hecho? – dijo Sheika

En eso Hikari se lanza nuevamente contra la espalda de Kimera golpeándola de manera que soltara a Link... ambos chicos caen hacia la tormenta de arena que azota al desierto. En el aire Sheika abraza a Link de manera que al caer fuera ella quien recibiera el impacto

- Perdóname Link... todo esto, ha sido; mi culpa – le dijo Sheika antes de que ambos desaparecieran en la tormenta

- ¡Nooo!... ¡Esto jamás te lo perdonare Kimera! – grito Hikari con los ojos llenos de ira

- Ja, ja, ja y que piensas hacerme gatito de felpa

Hikari esta a punto de lanzarse al ataque pero...

- ¡Como te atreves a desobedecerme...!

- Amo – respondió el Keese – he....he cumplido sus ordenes, la sangre del héroe del Tiempo esta en mis garras

- Por ahora es inútil acaso se te olvido por que lo quería vivo

- La...la luna llena

- Así es, dales un tiempo de paz, al fin y al cabo su destino esta marcado

La voz del hechicero dejo de resonar en el espacio y Kimera desapareció como las sombras al ser rodeadas por la luz. Sin perder tiempo Hikari baja hacia la tormenta de arena con la esperanza de encontrar a los chicos. Mientras tanto en la superficie del desierto cerca de unas ruinas una figura arrastraba a otra, buscando refugio de la tormenta

- Te..ngo que ponerte.. en un lugar... se...guro – decía Sheika quien a pesar del dolor que le causaban varios huesos rotos, trataba de arrastrar a Link al interior de unas ruinas

Sin embargo ambos caen a un pozo, por lo cual Sheika nuevamente usa su cuerpo de escudo para amortiguar la caída de Link. Rato después...

- She...Sheika – dijo Link tratando de levantarse – ¿donde estas?

La arena en sus heridas le provocan el dolor que lo vuelve a tumbar, al caer se da cuenta que estaba sobre la chica

- Sheika, responde – le dice al colocarse a si lado

- Link... – le contesta abriendo sus ojos

- Gracias a Farore, estas viva

- No... por mucho – contesta colocando su mano derecha en el hombro izquierdo de Link

- Por...por el amor de Nayru... no digas eso – dijo con la voz entrecortada

- Fuego... curativo

Una cálida luz roja; rodea el cuerpo de Link y sus heridas comienzan a sanar

- No, por favor tienes que guardar tus energías – de dijo Link

- No tiene caso – dijo volteando hacia el otro lado tratando de evitar que Link viera las lagrimas en sus ojos – lo que importa es que tu sobrevivas

- Si tan solo.... si tan solo supiera que rayos esta pasando – dijo Link con desesperación

- Un... una gárgola – dice soltando el hombro del chico

- ¿Qué?

Link mira hacia el frente, justo allí frente a ellos se encontraba un altar sobre el cual estaba la estatua de una gárgola, parte humana, parte unicornio

- Recuerdo, recuerdo claramente... lo que mi padre me solía contar... sobre las gárgolas... seres de piedra mientras la paz este segura... ángeles sin corazón... que protegen cuando el peligro esta presente... Link... recuerdas mi sueño

- ¿Tu sueño?

- Cuando éramos niños

En la mente de Link aparecen sus recuerdos... El yace en la cama con la fiebre muy alta, se había mal pasado días antes y el clima había tenido cambios muy bruscos, desesperado por estar sin hacer nada intenta levantarse pero Sheika lo tumba nuevamente en la cama; luego de darle una buena regañada ella le coloca una comparsa húmeda en la frente

- Si lo recuerdo... tu sueño era ser una enfermera

- No precisamente... mi sueño era proteger e incluso dar la vida por lo que amo... como lo hacen las enfermeras durante la guerra

- Sheika – dijo Link con la voz mas entrecortada que antes

Sheika le sonríe

- ¿Es... ese mi medallón? – le dice al verlo en el cuello de Link

- Si – dijo a punto de quitárselo, con la intención de devolvérselo

- No... no te lo quites... quiero que me hagas una promesa

- ¿Cuál?

- Me lo devolverás... solo hasta que la paz haya regresado a Hyrule...

- Te lo prometo

- Gra...cias, Link

Tras decir eso ella cierra los ojos y su respiración se detiene. Link agacha la cabeza mientras su respiración comienza a entrecortarse, las lagrimas aparecen en sus ojos... “mi sueño era proteger e incluso dar la vida por lo que amo” la frase resonaba en su cabeza, acaso ella lo... ¡no!; el sacudió su cabeza tratando de sacar esa frase de su cabeza, él había sufrido mucho de niño cuando creyó que nunca mas la volvería a ver; suficiente dolor era el perderla por segunda vez, como para agregar una posibilidad que ella y solo ella podría aclarar

- ¡Sheika... Link! ¡¿Dónde están?!

Hikari estaba cerca... Link le quita los guantes a Sheika, la levanta y la coloca sobre el altar cerca de la gárgola

- Tu nunca fuiste una gárgola... tu eras un ángel con corazón... un ángel blanco... cumpliré mi promesa volveré

Tras decir eso Link corre hacia la salida tratando de no ver hacia atrás

- ¡Sheika... Link! – gritaba Hikari temiendo lo peor

- ¡Hikari por aquí! – se escucho la voz de Link

- ¿Dónde?

El felino ve hacía todos lados hasta divisar al chico saliendo de entre las arenas, el se acerca y nota que sus heridas están sanadas además de que trae puestos los guantes de Sheika

- Esos guantes... ¿acaso ella?

Link baja la mirada y se sienta en la arena

- No pude hacer nada para ayudarla – dijo triste

Tras un rato de silencio

- Tenemos que irnos, la tormenta puede empeorar – dijo el felino tallándose los ojos

- Hikari...

- Dime

- ¿Hay manera de que podamos regresar aquí?

- ¿Para?... ¿de que te serviría?

- Le hice una promesa

- El guante izquierdo

- ¿Este?... – dijo Link

- Tiene una placa la cual puedes levantar, hazlo con cuidado ya que es un aparato muy frágil

Al hacerlo se da cuenta de que en realidad es una especie de espejo y en la base del guante se encuentran grabadas todas las letras de la escritura de su tierra

- ¿Que es?

- Es un rastreador, este aparato podrá guiarte en un futuro solo si dejas aquí uno de los botones rojos que tiene el guante derecho

Link retira uno de los mencionados botones y lo deja entre la arena

- ¿Como funciona?

- Con el tiempo lo sabrás – dijo Hikari extendiendo sus alas – lo mejor es regresar

Continuara...