El futuro del libro y las Bibliotecas.

Influencia de las nuevas tecnologías.

Índice

 Introducción

 Características de la Sociedad de la Información

 El cambio tecnológico

 Las bibliotecas y las nuevas tecnologías

 Los servicios bibliotecarios y las nuevas tecnologías

 Los nuevos soportes

 Las telecomunicaciones y las bibliotecas

 La biblioteca del futuro

Introducción.

Es indudable que formamos parte de la sociedad de la información, que nos persigue, nos envuelve y nos libera. El ciudadano actual no puede evitar el formar parte activa del proceso dinámico de la información, la cual forma parte de su civilización en un grado tal que llega a definirla. El mundo actual, tanto en los países en vías de desarrollo como en los desarrollados -sobre todo en éstos- es una sociedad que ha superado la etapa de la industrialización para comenzar la era posindustrial, donde el valor que determina las relaciones entre los distintos sectores sociales es la información.

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Características de la Sociedad de la Información.

La sociedad posindustrial o sociedad de la información está caracterizada por cinco aspectos básicos que se relacionan y determinan entre sí:

 Cambio de economía productora de bienes materiales a productora de servicios.

 Expansión de actividades y ocupaciones del sector terciario.

 Explosión de conocimientos teóricos.

 Extensión de las innovaciones tecnológicas.

 Explosión de la información-documentación.

Hasta ahora, la información que no era oral -la cual se transmitía persona a persona-, se basaba casi exclusivamente en el medium libro o soporte papel. El enorme incremento de la producción impresa deja al usuario incapaz de acceder a toda la masa de información que se le ofrece, la cual lo desborda y amenaza con ahogarlo: es el desequilibrio entre el stock de conocimientos y su flujo de que habla Machlup. Por otra parte, lo impreso sobre papel es válido como depósito unitario, pero difícil de localizar, necesita grandes espacios para su almacenaje, requiere especiales cuidados para su conservación y la recuperación es cada vez más remota, con lo que los costes operativos y funcionales que exige son altísimos.

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El cambio tecnológico.

Desde hace poco más de treinta años, la evolución que ha experimentado el campo de la microelectrónica, la telecomunicación y la informática han provocado profundos cambios en el mundo de la información, del cual no sólo han cambiado las técnicas y métodos, sino que incluso han llegado a transformar su mismo concepto.

 La microelectrónica ha facilitado las tareas de almacenaje y proceso de la información, basándose en la caída vertiginosa del coste/bit y en la miniaturización de elementos. La microelectrónica es la base tecnológica para la aparición de nuevas media, vía la informática y las telecomunicaciones.

 La informática ha originado una verdadera revolución en el campo de la información, gracias a la espectacular disminución de tamaño y coste de los ordenadores, el aumento cualitativo y cuantitativo de sus prestaciones, la multiplicidad de aplicaciones y la facilidad de uso.

 Las telecomunicaciones, basadas en principio en la red telefónica, se han visto favorecidas por los satélites geoestacionarios y los cables de banda ancha que permiten servicios adicionales, como el telefacsímil, la telenseñanza, la teleconferencia, el correo electrónico, el vídeotext, etc.

 Las nuevas tecnologías son el instrumento que han permitido responder de manera adecuada a las demandas que las actuales circunstancias exigían, es decir, emparejar necesidad y posibilidad técnica. Pero los cambios tecnológicos han afectado también al mundo del impreso, donde las nuevas tecnologías influyen básicamente de dos maneras:

 mediante su aplicación en los procesos de producción editorial.

 mediante el almacenaje, recuperación y difusión de la información sobre soportes alternativos al papel impreso.

Ello supone, claro está, que seguirá existiendo lo impreso: pero cada vez más va quedando relegado a textos con misión discursiva, de lenguaje redundante y lectura proyectiva, que no exija una rápida difusión ni una actualización constante. Si por el contrario se trata de una información objetiva de lenguaje breve y directo, que exige una rápida difusión y actualización constante, la tecnología ofrece ya alternativas mucho más eficaces que el papel impreso.

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Las bibliotecas y las nuevas tecnologías.

Siendo la biblioteca transmisora de información por excelencia, su misión será siempre poner la información a disposición del usuario, sea cual sea el soporte y la técnica que utilice. La función conservadora, por el contrario, va quedando cada vez más confinada en algunas bibliotecas de depósito que se encargan de garantizar la conservación del documento original: la escasa fragilidad de los nuevos soportes y la facilidad de obtención de copias han cambiado por completo el panorama en este aspecto. Pero además, las nuevas tecnologías han afectado a las bibliotecas de dos modos:

 Mejorando la gestión bibliotecaria interna (préstamo, catalogación, adquisiciones, etc.)

 Incorporando los nuevos media para ofrecer información sobre soportes y canales distintos al papel impreso y análogos.

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Los servicios bibliotecarios y las nuevas tecnologías.

En una primera etapa la automatización afecta a la gestión bibliotecaria, liberando al profesional de las largas tareas rutinarias -alfabetización, intercalación, control de préstamo, etc.-, y dejándole tiempo para dedicárselo al usuario, que a fin de cuentas es la meta fundamental de la biblioteca. La automatización influye en mayor o menor grado en casi todas las tareas bibliotecarias, la mayoría de las cuales se han visto obligadas a adaptar sus técnicas a los nuevos tiempos. Las principales actividades bibliotecarias afectadas por la informatización son:

 Catalogación: la catalogación automatizada permite hacer un sólo asiento por documento, donde se recogen datos correspondientes a su descripción bibliográfica, indización, clasificación, números de identificación y signatura, y recuperarlos por cualquiera de estos puntos de acceso. Además, se pueden obtener productos tales como catálogos ordenados según criterio, bibliografía, índices, estadísticas, fichas, etc. Finalmente, la automatización permite establecer la catalogación compartida y la confección de catálogos colectivos en línea.

 Adquisiciones: para la automatización del proceso de adquisiciones se deberá contar con datos referidos al proveedor -nombre, códigos, etc.-al libro -título, autor, edición, etc.- y a la compra -fecha de pedido, facturas, etc. Como resultado se pueden obtener listados referidos a conocimiento de los libreros con los que se mantiene relación comercial, obras pedidas, obras pedidas y no recibidas, listas de libros pedidos y adquiridos, correspondencia, contabilidad, etc.

 Préstamo: candidato indiscutible a la mecanización, ya que sus tareas son repetitivas y fácilmente mecanizables, es una función relativamente independiente de todo el proceso general y formada por escasos datos y poco complejos. Se contará con datos sobre el documento -título, autor, etc-, sobre el usuario -nombre, dirección, etc- y sobre el préstamo -fecha, tipo de transacción etc. En cambio se obtendrán como resultado información sobre la localización de ejemplares, de la relación lector/documentos, y documento/lectores, cartas de reclamaciones. estadísticas, etc.

 Control de publicaciones periódicas: por su notable complejidad, las publicaciones periódicas son documentos especialmente indicados para gestionar de forma automatizada. El uso del ordenador en este plano ofrece, no sólo información bibliográfica sobre estos documentos, sino además, conocimiento sobre el tipo de suscripción, lagunas en la colección, localización de ejemplares, etc.

La automatización de la biblioteca puede ofrecer una enorme cantidad de prestaciones más, las cuales es imposible enumerar. Pero tal vez la posibilidad más interesante es la de ofrecer de forma rápida y segura toda la información que se precise sobre todos y cada uno de los aspectos de la biblioteca: desde la localización de un documento hasta su número de código, desde el número de veces que un documento ha salido del centro hasta relación coste/unidades documentales, acceso a todo el catálogo o sólo a una parte, a un documento o a un grupo de documentos, etc. Y, finalmente, ofrece también la posibilidad, con los sistemas expertos, de permitir al usuario que sea él solo quien organice la búsqueda mediante la exploración de los diferentes campos que el menú le va ofreciendo gradualmente.

De esta primera fase de automatización, que afecta exclusivamente a la gestión bibliotecaria se pueden beneficiar todo tipo de bibliotecas, ya que el proceso técnico es común. El impacto se aprecia en una gestión más eficaz, una tendencia a invertir en acceder y no en poseer -lo cual fomenta los planes cooperativos y la adscripción a redes-, con la consiguiente reducción del espacio físico necesario para el almacenamiento de la documentación, la reducción del presupuesto en la adquisición de los materiales de menor uso y la evitación de duplicidades.

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Los nuevos soportes.

El paso siguiente consiste en el abandono del papel impreso como soporte exclusivo de la información, y la incorporación a la biblioteca de nuevas formas de almacenaje y recuperación de la información. La biblioteca se convierte así en mediateca.

Algunos de los nuevos soportes de la información comenzaron a aparecer a finales del siglo pasado, aunque no se incorporaron al mundo de la información hasta mucho después. Otros son muy recientes y la carrera por ofrecer productos cada vez más sofisticados y con más prestaciones no ha hecho más que comenzar. Básicamente podemos dividir estas tecnologías en cuatro grandes grupos, aunque sus fronteras no están muy definidas:

 Reprografía. Permite copiar de forma rápida y exacta cualquier tipo de documento, en múltiples soportes y con distintas características. Pueden hacerse copias a tamaño natural -fotocopia, hectocopia, diazocopia, offset, etc.- o reducido -microfilm y microficha.

 Audiovisuales. Recogen información visual y/o sonora, y las imágenes pueden ser dinámicas o estáticas. Los más antiguos son el disco microsurco, el cine y la fotografía. Además se cuenta con el cassette, la cinta magnetofónica, las diapositivas, transparencias, etc.

 Memorias magnéticas. Soportan la información transmitida por medios electromagnéticos y ofrecen una gran capacidad de almacenaje y rapidez en la recuperación. Se presentan en forma de discos y cintas y se graban y leen a partir de la utilización de sistemas digitales.

 Memorias ópticas. Son la tecnología más reciente y ofrecen una alta capacidad de almacenamiento, posibilidad de almacenar sonido, imágenes estáticas o dinámicas, texto y combinación de estos elementos. Pueden ser interactivos o no y están basados en sistemas digitales o analógicos. Son el videodisco, la videocinta, el disco óptico numérico y la familia de los compact-disc (CD-A, CD-I, CD-V, CD-ROM-; por su utilización en el mundo de la información merece destacar el CD-ROM, que constituye una nueva forma de lectura y es el soporte ideal para grandes obras de referencia: no es interactivo.

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Las telecomunicaciones y las bibliotecas.

Las bibliotecas de la sociedad actual requieren además una variedad de medios que les permitan acceder a redes y sistemas de información. Si una biblioteca no ha sido nunca autosuficiente, la abundancia de documentación que presenta nuestra sociedad, la multiplicidad de mensajes, y las demandas crecientes en cantidad y complejidad que expresan las necesidades de los usuarios, convierten a la biblioteca en una puerta para acceder a las fuentes de la información, más que en depositaria de la información misma.

Las telecomunicaciones permiten, en un principio recibir y enviar mensajes orales -teléfono- escritos -télex- y codificados -teletipo, telégrafo. El sector bibliotecario más afectado por estas innovaciones fue el del préstamo personal o interbibliotecario. Pero más tarde su campo se amplía considerablemente y se abre al envío de imágenes, textos y sonido en tiempo real. Actualmente, los servicios que ofrecen las telecomunicaciones a las bibliotecas son los siguientes:

 Videotex. Sistema de acceso a bases de datos a través de la red telefónica y con salida por un modem y un ordenador. Permite la representación en pantalla de la información recibida a través de la línea telefónica. Ofrece información general-noticias, espectáculos, viajes, guías-, comunicación -correo electrónico, acceso a estados de cuentas, envío de imágenes impresas-, transacciones -reservas de espectáculos, transportes, transferencias- y publicidad. En la mayoría de los países el transportista del videotext es el Estado, mientras que los gastos suelen cubrirse por los usuarios y las empresas que ofrecen sus bases de datos para consulta y transacciones. El país donde más éxito ha tenido este medio de comunicación ha sido sin duda Francia, donde el Minitel se regaló a los usuarios, convirtiéndose en poco tiempo en un objeto de uso cotidiano en la mayoría de los hogares franceses. En España el Ibertext se implanta mucho más lentamente, aunque ha experimentado un considerable crecimiento en los tres últimos años. Otros grandes sistemas son Prestel (U.K.), Telidon (Canadá), Captain (Japón). La ventaja del videotext es su accesibilidad y su sistema conversacional interactivo. Su inconveniente es que no es un servicio gratuito, aunque las llamadas son mucho más baratas que las telefónicas, ya que todas tarifan como llamadas locales. En una biblioteca, el videotexto tiene una utilidad indudable en el servicio de mensajería y correo electrónico, en el acceso a bases de datos y en el servicio de referencia.

 Teletexto.- Sistema desarrollado por la BBC con el fin de enviar a los televisores convencionales información almacenada en ordenadores, aprovechando las líneas no utilizadas en el intervalo blanco vertical de toda emisión de TV. Es un sistema unidireccional, lo que implica que la base e datos haya de ser transmitida en forma secuencial y cíclica, ya que el usuario no puede pedir lo que desea recibir. Por otra parte, el servicio es gratuito y la instalación supone muy bajo coste: tiene la salida por el televisor doméstico previamente preparado. Ofrece información de actualidad, meteorológico, cotizaciones de bolsa, deportes, etc. Los más conocidos son CEEFAX (BBC), ORACLE (U.K.), ANTIOPE (Francia).

 El vídeo y la televisión por cable. Favorecen la misión de entretenimiento y algunos servicios formativos, así como la divulgación científica. Son muy importantes en las bibliotecas públicas y en las escolares, donde debe existir un servicio integrado para proyecciones comentadas.

 Sistemas de educación asistida por ordenador (C.A.I.). Son programas de aplicación para microordenadores que tienen su aplicación en las bibliotecas públicas para la orientación y la formación de usuarios, y en otros tipos de bibliotecas como apoyo en las tareas de búsqueda bibliográfica.

 Softwares educativos, que introducen al usuario en el mundo del ordenador -caso del sistema LOGOS.

 Edición asistida por ordenador. Funcionan en microordenadores y pueden ser utilizados por individuos sin preparación informática ni grandes conocimientos de edición. La información se introduce en la pantalla a través del teclado y del scanner, es posible la corrección inmediata y el tratamiento de textos suprimiendo o cambiando párrafos enteros, justificando líneas y utilizando diferentes tipos y formatos. El ordenador almacena la información que puede tener posteriormente salida por la impresora electrónica. También se puede editar en microforma (sistemas COM). Su aplicación en bibliotecas es fundamental para la elaboración de documentos de uso interno -boletines de resúmenes, información sobre novedades- y externos -folletos informativos, correspondencia.

 Telefacsímil. Permite la transmisión de textos e imágenes a distancia -telecopia-, mediante el procedimiento de descomponer la página en campos muy pequeños blancos y negros que la máquina lee y transmite por línea telefónica hasta un aparato remoto que recupera el mensaje y lo vuelve a traducir.

 Sistemas de información en línea. Ofrecen soluciones a la avalancha de documentación en la comunidad científica. La información se almacena en bases de datos privadas o públicas, nacionales o internacionales, generales o especializadas y el usuario accede a ellas a través de las redes de telecomunicación públicas o privadas. La consulta y recepción de información se realiza a través de terminales informáticos, videoterminales, equipos de tratamiento de texto, microordenadores, etc.

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La biblioteca del futuro

El tipo de información que maneja la comunidad científica -factual, perecedera, compartida, inmediata, universal-convierte a los usuarios en candidatos de excepción a la utilización de los más modernos avances tecnológicos. La biblioteca tiene que estar preparada para responder a todo tipo de consultas, o bien, como dice Carrión Gútiez (Manual de Bibliotecas), pronto vendrá otra institución que lo hará por ellas: la sociedad elabora ella misma los instrumentos precisos para responder a sus propias necesidades. Un indicio de lo que puede ser la biblioteca del futuro se puede encontrar tal vez en lo que ya nos muestran muchas bibliotecas norteamericanas -por otra parte tantas veces pioneras en el mundo de la información-: complejos servicios abiertos al ciudadano que ofrecen desde un sofisticado sistemas de consulta en línea de bases de datos remotas hasta una sección de referencia donde se formula cualquier tipo de pregunta, auténticos consultorios populares. Otros países han abierto sus puertas a nuevas fórmulas -caso de las artetecas del sistema bibliotecario canadiense, o de las bebetecas catalanas, que ofrecen servicios para iniciar a la lectura a niños a partir de los diez meses de edad.

Si la antigua biblioteca tenía como misión entregar el, libro adecuado a la persona adecuada, la biblioteca actual tiene la misión de proporcionar la exacta información a la persona adecuada, en el momento preciso y en el soporte indicado. En una sociedad donde la información se configura como la primera de las materias primas, las bibliotecas se ven reforzadas, no anuladas, siempre que sepan seguir el ritmo de crecimiento y modernización que la sociedad les exige. La biblioteca es el nudo donde confluyen las corrientes informativas: tiene la obligación de sobrevivir y para ello debe adaptarse al mundo que las rodea. A fin de cuentas, la sociedad decidirá como tienen que ser sus bibliotecas, y la evolución de aquella decidirá la evolución de éstas.

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Zaguán

Libros, bibliotecas, bibliotecarios

Rosario López de Prado

rlp@man.es

Museo Arqueológico Nacional (BIBLIOTECA)

Última revisión: 27 de abril de 2000