Bibliografías de materias especiales.
Bibliografías especializadas retrospectivas
Bibliografías especializadas en curso
Centros de documentación especializados
Las bibliografías de materias especiales o especializadas son aquellas que se ocupan de las publicaciones que tratan de un campo determinado de las ciencias. Se clasifican según los tipos de repertorios.
Bibliografías especializadas retrospectivas.
Numerosas y brillantes desde los primeros tiempos de la bibliografía, cubren amplios campos de la ciencia desde sus orígenes (historia, medicina, ciencias naturales, etc.) y a lo largo de grandes periodos. Durante mucho tiempo, incluso después de la aparición de las publicaciones periódicas, se limitaron a los libros. Suelen ser obras de eruditos y toman diversas formas: alfabéticas, analíticas, sistemáticas, etc. Casi siempre son internacionales.
Este tipo de bibliografías comienza a decaer a partir de los años veinte. El número creciente de documentos -especialmente publicaciones periódicas especializadas-, la especialización de los estudios y las nuevas técnicas tienen como consecuencia el cambio del concepto tradicional de ciencia. Debido a ello, las bibliografías especializadas retrospectivas quedan limitadas a campos cada vez más estrechos y determinados, y se debilitan frente a las bibliografías periódicas, concebidas para seguir la producción científica a medida que ésta va apareciendo. A partir de este momento, nos encontramos con dos tipos de bibliografías especializadas: las retrospectivas, que continúan como en el pasado, pero tratando temas más específicos y cuya finalidad estriba en estudiar la historia de la materia que tratan, y las periódicas o en curso, que tienen como objeto informar sistemáticamente de las nuevas publicaciones en los diferentes campos del saber. Este cambio de orientación explica que las bibliografías especializadas en curso se compongan casi exclusivamente de artículos aparecidos en publicaciones periódicas.
Bibliografías especializadas en curso.
Aparecen durante el siglo XIX, creadas por las asociaciones culturales y científicas. Al principio tuvieron una existencia modesta, sin apenas difusión fuera de los círculos de eruditos y apareciendo en los anexos de las publicaciones periódicas: más tarde, extendieron su campo de acción y se convirtieron en publicaciones independientes. La abundancia de escritos y el aumento de los precios de las publicaciones han hecho que actualmente se ocupen de ellas los centros nacionales de investigación y las instituciones internacionales.
Las bibliografías especializadas en curso tienen actualmente una importancia considerable dentro del campo de la investigación. Cada rama de las ciencias cuenta con su bibliografía propia, e incluso se da el caso de que una misma disciplina disponga de varias, en cuyo caso se complementan entre sí. Cualquiera que sea su campo, las bibliografías especializadas en curso se presentan de forma sensiblemente parecida: son internacionales, de clasificación sistemática -para atender mejor a las necesidades de la investigación científica- y analíticas, con el fin de orientar sobre el contenido de los trabajos. Cuando se limitan a las publicaciones de un solo país o lengua, son normalmente exhaustivas; cuando registran las publicaciones a escala internacional son selectivas; y el criterio seguido para su selección varía según el tipo de usuarios a los que se destina: especialistas, público instruidos no especialista, gran público. Tanto su creciente número como el interés que despiertan, han hecho necesaria la aparición de bibliografías de bibliografías especializadas: L'Index bibliographicus, Les bibliographies internationales courentes françaises, etc. Entre los más conocidos cabe destacar el Bulletin signalétique de la C.N.R.S., de París; Annual review of Pharmacology, de Palo Alto; Excerpta medica, de Amsterdam, etc.
Centros de documentación especializados.
Las bibliografías especializadas en curso nacidas en el siglo XIX y que viven bajo los auspicios de las asociaciones científicas, sufrieron en los años veinte los mismos problemas que las retrospectivas. Las condiciones económicas cada vez más duras hacen difícil el mantenimiento de los equipos de especialistas encargados de hacer el vaciado regular de las publicaciones periódicas y el análisis de los artículos. Algunos repertorios especializados sufren grandes retrasos y otros dejan de aparecer. Este problema fue una de las causas de la aparición casi repentina, alrededor de 1930 y en varios países simultáneamente de los centros de documentación, los cuales pronto conocen un gran éxito. La mayoría de ellos dependen de organizaciones industriales: nacen con un espíritu realista y dinámico, están bien equipados y disponen de recursos suficientes para amenazar seriamente a la antigua bibliografía. Descubren la documentación como ciencia y técnica, lo cual no es otra cosa que la bibliografía extendida a todos los documentos sin límites de forma o contenido; son rápidos, y la periodicidad de sus reseñas son más cortas: organizan servicios de información, publican boletines, se multiplican, se organizan en redes nacionales e internacionales y despliegan una gran actividad.
La ventaja tomada a partir de 1939 por los centros de documentación sobre las empresas bibliográficas dispersas y empobrecidas es tal, que los defensores de ésta deben reaccionar para recobrar el terreno perdido. En todos aquellos países de Europa donde la guerra hizo desaparecer numerosas bibliografías en curso, se ocuparon, recién terminada la contienda, de volver a reanimarlas, lo cual se hizo en los grandes centros nacionales de investigación y en los organismos internacionales. Sin embargo, tanto unos como otros necesitan recurrir a los centros de documentación especializados para tener al día su producción bibliográfica, y poder reseñar todo lo que aparece en las publicaciones periódicas especializadas.
Después del abandono progresivo de las bibliografías especializadas retrospectivas que se ocupaban de campos enteros del saber, los bibliógrafos han intentado organizarse para poderlas reemplazar. Es evidente que las relaciones exhaustivas de libros y el rechazo de artículos de periódicos, se oponen a las necesidades de la investigación científica actual. No tarda en imponerse la idea de seleccionar entre la masa de artículos, libros y escritos en general todos aquellos que respondan a un mismo orden de materias. Dicho de otra manera: a la antigua fórmula consistente en investigación exhaustiva y trabajo de uno solo le sigue la fórmula inversa, división de la investigación y su distribución entre especialistas, encargados de rechazar las publicaciones de interés secundario o dudoso, o ya caducas. Esta nueva concepción constituye el planteamiento actual de la cuestión, donde no se admiten más que los trabajos esenciales, renovados y recientes y que, en caso de necesidad, ofrece la posibilidad de remontarse hasta trabajos más antiguos. De esta forma, se tiende a la creación país por país, de grupos de expertos en las distintas materias, que se ocupen de definir su situación actual y las tendencias más notables. Estos especialistas emprenden la elaboración de síntesis colectivas en cada uno de sus campos. Estas síntesis colectivas suelen ir acompañadas de un gran aparato bibliográfico, aunque seleccionado de antemano, que se ocupa de la elaboración de la bibliografía retrospectiva en cada materia, de la más amplia a la más particular. Desde las grandes colecciones en decenas de volúmenes, hasta los manuales para la enseñanza, cada uno de ellos aporta las referencias imprescindibles para poder servir de punto de partida al estudio de la ciencia, bien en forma de una sección final o por capítulos.
En el campo de las ciencias puras y aplicadas, donde las síntesis colectivas quedan anticuadas con más rapidez que en las ciencias humanas, los especialistas adoptan una fórmula intermedia entre la síntesis científica y la bibliografía, consistente en la publicación anual. o de periodicidad determinada, de "puestas al día" en las diversas ramas o sectores de las ciencias, describiendo y analizando las publicaciones más recientes. Estas puestas al día toman el nombre de advances, colloques, annual reviews, progress, etc.
Introducciones bibliográficas.
Es práctica habitual entre los profesores de universidad o niveles afines, el proporcionar a sus estudiantes guías de estudio donde, además de consejos y directivas de trabajo, se incluyen las obras básicas de lectura y consulta para el estudio de su asignatura o el trabajo personal. A veces, los especialistas encabezan sus tratados de síntesis con introducciones bibliográficas sobre la materia.
Por otra parte, muchas bibliografías de bibliografías son, de hecho, un conjunto de introducciones bibliográficas especializadas, atendiendo a las diferentes ramas que las componen, y se dirigen tanto a los principiantes en un campo del saber como a los bibliotecarios encargados de orientar a sus lectores.
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Libros, bibliotecas, bibliotecarios
Rosario López de Prado
Museo Arqueológico Nacional (BIBLIOTECA)
Última revisión: 24 de abril de 2000