Presentación material de la obra
Aspectos particulares de algunas obras de información bibliográfica
Normas generales para evaluar bibliografías
Normas generales para evaluar diccionarios
Normas generales para evaluar enciclopedias
Normas para la evaluación de las fuentes de información biográfica
Normas para la evaluación de las fuentes de información estadística
Normas para la evaluación de las fuentes de información geográfica
Normas ALA para la compilación de Bibliografías
Qué es la evaluación.
La evaluación de una obra determinada es aquella actividad por la que se le asigna valor o se reconoce un grado de calidad a la obra en cuestión. Cualquier obra es susceptible de ser evaluada bajo muy diferentes puntos de vista (contenido, accesibilidad, forma, etc.); también será diferente el valor asignado según quién evalúe la obra y con qué fines lo haga. La evaluación es, pues, un acto sometido a demasiadas variables como para asegurar que no se trata de un acto subjetivo.
En el fondo, cualquier asignación de valor a una obra de información bibliográfica guarda al menos un mínimo componente subjetivo: desde el momento en que se necesita una herramienta con un fin determinado -y sólo para ese fin- y para una persona -y sólo para ella-, el objeto tendrá valor en función de la utilidad que ofrezca en el caso preciso y para el individuo en cuestión.
Pero, aunque no se pueda negar un grado de subjetividad mayor o menor en cualquier tipo de evaluación, es necesario asegurarnos que ésta no desvirtuará los resultados finales. La literatura anglosajona especializada aconseja someter al instrumento analizado a las preguntas básicas de referencia qué, quién, para qué, para quién, cómo, cuando, donde, con qué (w-h questions: what, who, why, where, .. ). Indudablemente, es una buena manera de empezar, pero no es suficiente.
El crecimiento desmedido de las publicaciones en cualquier tipo de soporte trajo como consecuencia la proliferación de instrumentos de búsqueda documental. La avalancha de documentos con que se encuentra el investigador, el estudiante o el curioso hacen que los instrumentos de información bibliográfica sean más útiles que nunca; pero su proliferación obliga a seleccionarlos cuidadosamente. Una mala elección de las obras de información bibliográfica no sólo no ayudaría a la recuperación de la información, sino que alejaría cada vez más ella y la difuminaría en un creciente ruido.
Actualmente se encuentran disponibles en el mercado multitud de obras de referencia y de información bibliográfica en general. La información que ofrecen varía tanto como la calidad. El investigador debe saber evaluar las obras que tiene a su alcance tanto con el fin de no hacer gastos inútiles de tiempo y dinero como de asegurarse de que la información que contiene es fidedigna. La calidad y precisión del contenido de estas obras son fundamentales para llevar a cabo una investigación rigurosa y para evitar lagunas y fallos que invaliden el trabajo.
Cualquier documento puede evaluarse en razón de su contenido o de su continente, así como por otras circunstancias extrínsecas (rareza de la obra, disponibilidad en el mercado, etc.). Hay aspectos que son válidos para cualquier obra de referencia (edición, encuadernación, cualificación de los autores, etc.); otras son específicas de la obra en cuestión: no se puede evaluar con el mismo criterio un atlas que un diccionario. La primera y más evidente regla de evaluación es la adecuación a las normas nacionales e internacionales para las publicaciones: números normalizados, forma y presentación de las referencias bibliográficas, transcripción de nombres de otros alfabetos, estructura de la información, etc. Las normas se refieren principalmente a los aspectos formales; el siguiente grado de la evaluación de una obra es el de la calidad de se contenido; el último -y más valioso- es el de su adecuación a los fines para los que se le utiliza: este aspecto sólo puede ser medido por el propio usuario.
Beaudiquez, siguiendo las recomendaciones de la IFLA propone un cuadro para evaluar las obras de referencia en general, dividido en dos apartados.
La selección de una obra atendiendo al criterio de presentación material, aunque es el más evidente, sólo se tendrá lugar cuando se trate de elegir entre dos obras de igual calidad intelectual. Los aspectos que sirven para analizar la presentación de la obra son puramente formales, pero imprescindibles para poder evaluar la obra desde un nivel más profundo (contenido). Puede dar la impresión que, al enumerar los criterios de evaluación de fuentes de información bibliográfica se repiten algunos conceptos: sin embargo no es así. Desde el punto de vista de formal se contemplará la existencia o no de determinados aspectos: citas, tablas, constancia de editor, autoría múltiple o individual, etc.; desde el punto de vista del análisis del contenido se evaluará además la calidad y pertinencia de estos elementos. Siguiendo a Beaudiquez y a Martín Vega se pueden establecer los siguientes aspectos para analizar:
La apreciación del contenido de la obra es la parte más importante de la evaluación y, por tanto, la que determinará su adquisición o la forma de uso. La calidad del contenido se aprecia en general por el prestigio de sus autores o de la institución que la publica, por el examen de la obra misma o por la consulta de algunos aspectos que se conozcan a fondo, y que servirán a modo de muestra de toda la obra.
c1) Estilo. El texto debe estar redactado de forma totalmente clara y legible para el público al que esté destinado
c2) Organización del contenido. Se debe comprobar si la obra está organizada para su lectura continuada o fragmentaria, si existen remisiones a otras obras o a partes diferentes de ella misma, el tipo de clasificación de los temas tratados, la fiabilidad de los índices, apertura hacia una investigación más profunda por medio de bibliografías, citas, notas aclaratorias y otras indicaciones y su emplazamiento y legilibilidad y el número, calidad y oportunidad de ilustraciones diversas y material anejo.
c.3) Fiabilidad y exhaustividad del contenido en relación con los objetivos de la obra: se valorará positivamente la objetividad del autor por el tono, las omisiones y las distorsiones de la información y los errores que pueda contener la obra.
c4) Actualidad. Es necesario comprobar las fechas de publicación de cada volumen, sistemas de actualización (reediciones, suplementos, complementos, hojas sueltas, etc.), y la obsolescencia de determinados datos
d1) Existencia de las referencias bibliográficas que manifiesta cubrir
d2) Omisiones
d3) Redundancia
e1) Índices contrastados
e2) Recensiones
e3) Tablas
f) Otros factores
f1) Precio
f2) Finalidad
f3) Público al que va dirigido
Aspectos particulares de algunas obras de información bibliográfica.
Los diferentes objetivos que se proponen cada una de las obras de información bibliográfica y su diverso contenido obligan a considerar la evaluación de algunas de ellas por separado. Además de aplicar las normas que se han indicado en al apartado anterior para las obras de referencia, y que son válidas para cualquier tipo de fuente de información bibliográfica, algunas de estas fuentes deben analizarse, además, teniendo en cuanta criterios más específicos.
Normas generales para evaluar bibliografías
Las bibliografías deben examinarse y evaluarse en razón de las siguientes características:
a1) Fecha de publicación
a2) Período cubierto por la obra (siglos, años, etc. de la publicación de las obras que recoge)
a3) Diferencia entre los elementos a1 y a2 cuando se trata de bibliografías en curso.
a4.)Fiabilidad de la fecha que se indica en el título de la obra
Martín Vega considera los siguientes criterios para la evaluación de los diccionarios:
*Instrucciones de manejo al comienzo de la obra
*Disposición clara de las entradas y ordenación
*Cantidad y calidad de información
*Fuentes utilizadas expuestas en bibliografía adjunta
*Respaldo de autoridades.
Normas generales para evaluar enciclopedias.
El mismo autor recomienda tener en cuanta las siguientes cuestiones para evaluar las enciclopedias:
*Realizada por un equipo de especialistas que trabajen de manera coordinada
*Regularidad en la calidad de las entradas de diferentes materias.
*Artículos principales con firma de autor
*Índice analítico o sumario breve de los artículos más extensos
*Calidad de gráficos, mapas e ilustraciones.
*Indicación clara de la originalidad o traducción de la obra.
*Ordenación sistemática de las entradas, con apoyo de índices alfabéticos.
*Existencia de actualizaciones periódicas.
Normas para la evaluación de las fuentes de información biográfica
Una vez más recurrimos a la obra de Martín Vega para elegir los criterios de evaluación de las fuentes biográficas de información biográficas.
*Autoridad del compilador o compiladores
*Cobertura temática, geográfica y cronológica de la obra.
*Cantidad de información que contiene
*Carácter de la recopilación: exhaustiva, selectiva, retrospectiva o corriente
*Tipo de información recogida: crítica o descriptiva.
*Existencia de elementos auxiliares: referencias cruzadas, tablas, etc.
*Criterios de selección.
Normas para la evaluación de las fuentes de información estadística.
Las fuentes bibliográficas de información estadística deben cumplir con laos mismos requisitos que las demás fuentes de información bibliográfica y, además, con las condiciones de calidad que se le exigen a los estudios estadísticos para que puedan ser considerados instrumentos fiables.
*Descripción de la metodología utilizada
*Propósito de la estadística: qué se va a medir, con qué fines.
*Campo del estudio: qué población, qué territorio, durante qué período de tiempo ha sido objeto de la medición
*Instrumentos de medida utilizados
*Sistema de recogida de datos
*Elementos auxiliares: tablas, gráficos, índices, etc.
Normas para la evaluación de las fuentes de información geográfica.
Las fuentes de información geográfica (especialmente las gráficas), deben incluir información acerca de las medidas matemáticas de los datos que ofrecen (escala de los mapas, tipo de proyección empleada, etc. Además, es fundamental que informen sobre el momento y la forma en que se diseñó el mapa, ya que esto nos dará noticia de su actualidad y de las posibles desviaciones que haya podido experimentar.
Normas ALA para la compilación de Bibliografías.
El Committe of the Reference Services de la American Library Association preparó en 1982 un informe sobre cómo evaluar bibliografías que más bien puede considerarse una guía para su elaboración. Krummel ha recogido dicho informe que recogemos brevemente.
I. Tema.
III. Metodología.
IV. Organización.
A) Niveles de notas
B) Brevedad y adecuación al propósito de la obra y de las mismas notas.
VI. Forma bibliográfica.
VII. Oportunidad
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VIII. Precisión
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Evaluación de los documentos electrónicos.
Los documentos electrónicos están sometidos básicamente a las mismas pautas de evaluación que se aplican a los documentos convencionales. Sin embargo, por sus características especiales -explicadas en el capítulo anterior-, presentan aspectos diferentes que deben evaluarse bajo otros puntos de vista. La mayoría de las diferencias están en el modo de presentación y de recuperación de la información: en cuanto al contenido, lo dicho para las obras en soportes tradicionales es igualmente válido para éstas. Existen en Internet multitud de programas y recomendaciones para la creación y evaluación de los documentos electrónicos; sin ánimo de ser exhaustivos, se pueden resumir los más destacados según el esquema propuesto a continuación.
A) Cuestiones generales
*Pantalla amigable
*Audiencia amplia
*Enlaces suficientes
*Objetivos definidos de antemano
B) Audiencia
*Audiencia definida de antemano
*Control de visitas
*Perfiles de usuarios especializados
C) Enlaces
*Enlaces con textos comprensibles
*Palabras significativas en los enlaces
*Longitud apropiada
*Inclusión de enlaces en el contexto adecuado
*Coordinación del enlace con el texto
*Texto del enlace igual título página de envío
*Señalización clara de los enlaces
*Color permanente de los enlaces
D) Longitud de página
*Páginas breves
*Señal de continuidad en páginas largas
*Capacidad de incluirla en pantalla y media
*Posibilidad de recuperar el documento completo
*Separación de párrafos en diferentes lugares de página
E) Gráficos
*Inclusión de gráficos de uso
*Imágenes grandes aisladas
*Imágenes inferiores a 30K
*Programas de descarga rápida
*Imágenes sin exceso de colores
*Distribución de imágenes en la página
*Texto de apoyo a las imágenes
*Fondos claros
*Empleo de diseños propios
*Empleo de imágenes propias
*Empleo de barras de división
*Juegos de caracteres adecuado
*Imagen de tapiz suave
*Uso de colores permanentes
*Sin distorsiones en diferentes equipos
F) Mapa de navegación
*Señalización clara de las imágenes de enlaces.
*Botones de pulsado junto a imágenes
*Explicación de imágenes ambiguas
*Enlaces imagen-texto
G) Navegación
*Presencia de botonera
*Botonera con texto
En la evaluación de cualquier obra, sea del tipo que sea, conviene tener en cuenta una serie de cuestiones objetivas, como las que se han señalado en los apartados anteriores. Sin embargo, las apreciaciones decisivas para evaluar la adecuación de la obra a los intereses del investigador deben proceder siempre de las necesidades de éste, así como del enfoque se su investigación. Por eso, el aspecto más importante para evaluar una obra será siempre la adecuación al tipo de trabajo que se esté llevando a cabo y que sólo el propio investigador puede determinar.
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Rosario López de Prado
Museo Arqueológico Nacional (BIBLIOTECA)
rlp@man.es