Knowledge
&
Love
Por: Ariadna
Primera parte:
Noche en casa de Izzy
Corrió.
Corrió cada vez más rápido. Ya no sabía a donde ir, pero quería solo… alejarse… alejarse de su madre, y del que sería su nuevo padre, y su nueva hermana… irse lejos y refugiarse en otro lugar…
¿Pero donde? Tai y Kari estaban el la casa de sus abuelos y no volverían hasta mañana; Mimi ya había partido hacía EEUU hace un año atrás; Joe debía estar estudiando para otro examen; Matt nunca estaba en casa; TK vivía muy lejos… solo le quedaba Izzy… pero Izzy debía estar instalado frente a su computadora, como siempre, y se sentiría incomodo con ella ahí…
Siguió corriendo, aunque no tenía donde ir…
Se detuvo.
Estaba cansada. Se sentó en la orilla de la vereda, y comenzó a llorar.
-¿Sora?
La muchacha detuvo su llanto abruptamente y se giró al oír esa voz. Izzy estaba ahí.
-¿pasa algo malo, Sora? – preguntó con voz preocupada acercándose a ella.
"Claro que me pasa algo malo ¡no estaría llorando si no fuera así!" Pensó Sora con rabia.
-no, no es nada. – se limitó a responder.
-si fuera así no estarías llorando. – le dijo Izzy, leyéndole el pensamiento. – mi casa queda cerca de aquí, ¿quieres pasar? Es mejor que estar aquí afuera…
Sora no se negó. Necesitaba estar con alguien, sola se sentiría mucho peor.
-ya llegué. – anunció Izzy al abrir la puerta de su departamento.
-bienvenido. – se escuchó el saludo desde la cocina.
–traje a una amiga, espero que no importe.
-no hay problema, hijo. Pondré otro plato para cenar.
-no es necesario, yo no… - comenzó a decir Sora.
-déjalo, puedes negarte después. – la interrumpió Izzy, indicándole que pasara a su habitación.
Dentro se veía todo más o menos en su lugar, y dos computadores sobre el escritorio, y uno de ellos era el que Izzy llevó al Digimundo.
-vaya… tu pieza no parece la de un chico de 12 años. Está muy ordenada. – comentó la chica.
-¿tu crees? – Izzy se sonrojó. – ponte cómoda, traeré unas bebidas.
Sora obedeció y se sentó sobre la cama. Luego de un rato el chico volvió con una bandeja con dos vasos con Koca-Kola. Sora tomó uno.
-gracias.
-de nada. – Izzy se sentó en la silla de su escritorio.
Hubo un rato de silencio. Sora se sentía incomoda, no quería hablar de sus problemas, pero le fue extraño que su amigo no le preguntara nada.
-¿no me vas a preguntar por qué estaba llorando allá afuera?
-me parece que tú no quieres hablar del tema. Si no quieres decir nada está bien.
-¿en serio?
-si, no voy a obligarte. Claro que si quieres hablar te escucharé.
Sora miró distraídamente como salía el gas de su bebida.
-no… no quiero hablar del tema… es demasiado tonto…
"No es tonto si te hizo llorar de esa manera." Se dijo Izzy.
-como quieras.
Otro rato de silencio.
-y… ¿qué estabas haciendo afuera un día domingo? Me imaginaba que en tu tiempo libre estabas siempre frente a tu computador. – comentó Sora para abrir la conversación.
-así era, pero mi mamá me pidió que fuera a devolverle de su parte unos libros a una amiga.
-ah…
-¡la cena ya está lista! – se oyó desde afuera del cuarto.
-¿aún no quieres comer? – le preguntó Izzy.
-um… creo que no debo negarme…
Ambos se encaminaron hacía la puerta, pero Sora detuvo a Izzy antes de abrirla.
-este… yo… Izzy… ¿puedo pasar la noche aquí? – preguntó Sora, con la vista baja.
-mmm… - Izzy se sorprendió. - ¿estará tu mamá de acuer…?
-sabes, olvídalo. Es muy compli… - interrumpió Sora.
-está bien. – la interrumpió Izzy a su vez, al fin entendiendo cual era el problema de su amiga.
-gracias. – Sora suspiró aliviada.
Luego, en el comedor…
-hola, tú eres Sora, ¿verdad? Aún recuerdo tu cara desde la última vez que te vi. – comentó la Sra. Izumi saludando cuando los niños entraron.
-así es. – Sora hizo una reverencia. – mucho gusto en volver a verla.
-¿te gusta el Ramen? – preguntó la señora mientras servía los platos. – de vez en cuando tiendo a preparar comida china para recordar mis tierras.
-¿usted es de China? Vaya, no sabía que Izzy tenía ascendencia extranjera… - comentó inocentemente Sora.
La Sra. Izumi bajó la vista ante el comentario, al igual que Izzy, pero ninguno dijo nada. Sora lo notó y se extrañó.
-Izzy no acostumbra traer amigos a la casa, me alegro que lo haya hecho. – dijo la ‘madre’ de Izzy, para cambiar de tema.
Ahora fue el turno de Sora para bajar la vista.
-ah, mamá ¿te importa si Sora se queda a dormir acá esta noche?
-¿eh? No hay problema, ¿le preguntaron a su madre al respecto?
Sora iba a decir algo, pero Izzy habló primero.
-yo me encargo de avisarle. – dijo él, dándole una sonrisa confortable a su amiga.
La cena pasó sin pormenores, hablando más que nada sobre la escuela y lo ocurrido dos años atrás en el Digimundo. Después de terminar, el Sr. Izumi le indicó a Sora donde encontraría un futon, y le ayudó a instalarlo en la habitación de Izzy, mientras éste hablaba por teléfono.
-¿alo? ¿Sra. Takenouchi?
<< si, ¿quién es? >>
-habla Koushiro, uno de los amigos de Sora.
<< ¿Izzy? >> su voz sonaba preocupada. << ¿Sabes donde está Sora? >>
-si, ella está aquí.
<< ¿Puedes darme con ella, por favor? >>
-lo siento, pero ella no desea hablar con usted.
<< ya… ya veo… >>
-llamaba para avisarle que ella está bien, y que la invité a pasar la noche en mi casa.
<< ¿No será un problema? Yo… >>
-no se preocupe, yo cuidaré de ella.
Se escuchó un suspiro desalentado.
<< Está bien. >>
-mañana se irá conmigo a la escuela y trataré de convencerla de que vuelva a casa.
<< Gracias. >> estuvo un momento en silencio. << ¿Ella te contó cual es el problema? >>
-no, ella prefiere no hablar del tema.
<< Mmm… lo supuse. Pero te digo de inmediato que no es tan grave como estás pensando, en realidad… >>
-señora. – interrumpió Izzy. – yo no pienso nada, esto es algo que no me incumbe. Deje de preocuparse tanto, de seguro que a Sora se le pasará.
<< Sí… gracias. >>
Al rato, Izzy volvió a su pieza y vio a Sora completamente instalada.
-¿hablaste con ella?
El chico asintió.
-¿te dijo por qué no quiero volver a casa?
-le pedí que no lo hiciera.
-¿por qué?
-si tú no quieres decirme que te pasa no me parece justo que me enteré por otro lado.
Sora se sentó y presionó sus piernas contra su pecho.
-¿por qué eres tan comprensivo? – le preguntó.
-¿a qué te refieres?
-es que… si hubiese ido con Tai, él ya me hubiera convencido de contarle todo, pero tu no dices nada…
-yo también escondo cosas de las que no quiero hablar con los demás… - se limitó a responder el pelirrojo.
Sora iba a preguntar que tipo de cosas, pero se contuvo, sabía de antemano que él no quería responder.
-ya es tarde. Será mejor que nos acostemos… digo, que vayamos a dormir. – dijo la chica algo sonrojada.
-no te molesta dormir en la misma habitación que un chico ¿o si? – preguntó Izzy, notando su incomodidad.
-no, para nada, fue solo el comentario. – respondió ella con una sonrisa.
-bien, a dormir entonces. - al sentarse, Izzy emitió un quejido. - ay…
-¿pasa algo?
-nada, al parecer algo me cayó mal, tengo el estómago un poco revuelto, deben haber sido los dulces que me dio la amiga de mi madre…
-¿no quieres tomar un té o algo?
-creo que sí…
-quedate aquí, yo te lo prepararé, es lo menos que puedo hacer. – Sora salió de la habitación y se dirigió sigilosamente a la cocina, para no despertar a los padres de Izzy, a los cuales creía dormidos.
Al entrar a la cocina se dio cuanta de que no sabía donde estaban guardadas las cosas, por lo que se devolvió al cuarto de Izzy. En el camino se percató que los señores Izumi entraron al comedor. Ella iba a entrar también, para preguntarles a ellos donde podía encontrar tazas y té, pero algo la detuvo, y se quedó tras la puerta a escuchar.
-te digo querida, que esta vez no hay que escondérselo a Izzy, además, tarde o temprano se dará cuanta, ¿no crees? No hace falta ser un genio para eso.
-lo sé, pero es que no sé como podría reaccionar…
-¿pero que dices? Si son buenas noticias.
-si, pero…
Sora retrocedió al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Era una conversación ajena y no tenía derecho a escucharla. Agitó su cabeza para alejar su curiosidad y continuó su camino hacía la habitación.
Al dar vuelta al pasillo vio que Izzy también estaba escuchando la misma conversación de sus padres por otra de las puertas que daban al comedor.
Sora se le acercó, y al escucharla, Izzy retrocedió.
-disculpa Izzy, es que necesito saber donde están las tazas y el té, ¿me ayudas?
-claro, claro.
Ambos volvieron a la cocina, haciendo suficiente ruido como para que los señores Izumi notaran su presencia y no siguieran platicando.
Sora puso agua a calentar mientras Izzy sostenía la taza distraídamente.
-¿Izzy?
-ah… ¿sí?
-¿sabes de qué estaban hablando tus padres? – preguntó ella, no para satisfacer su curiosidad, sino para averiguar que sentía su amigo al respecto.
-no… - se limitó a responder él. – esta vez no…
Sora no preguntó más. El chico estaba sumamente triste, pero trataba de disimularlo.
"¿’esta vez’?" Sora se extraño por las palabras de Izzy. Se preguntó si él tendría problemas familiares de los que no hablara con sus amigos, nunca pareció ser así… pero ella sabía mejor que nadie cuanto era capaz de esconder una persona respecto a lo que sentía.
Cuando el agua estuvo lista, Sora llenó la taza y luego colocó el té, y después devolvió la taza a su amigo.
-gracias.
Sora sonrió en un gesto de ‘de nada’. Izzy quedó mirando su taza, esperando que se enfriara un poco…
Sora se sentó a su lado.
-me fui de la casa porque tuve otra pelea con mi mamá… - comenzó.
El chico prestó atención, Sora había decidido contarle todo.
-ella me dijo… que se iba a casar de nuevo… mi padre, digo, mi verdadero padre, murió de una enfermedad cuando yo tenía ocho años, un año después de que nos mudáramos de Hikarigaoka. Desde entonces, siempre fuimos mi mamá y yo, juntas para todo, siempre juntas… - Sora se detuvo un momento y apretó los puños. – yo no sabía que ella había conocido a alguien, nunca me lo dijo, hasta ahora… llevan casi un año saliendo, ¡y yo no sabía absolutamente nada! – Izzy ve que de tanto apretar los puños Sora se está haciendo daño, y los toma gentilmente para calmarla. – y resulta… y resulta que él y su hija, ¡porque tiene una hija, que seguramente está pasando por el mismo infierno que yo! Se vendrán a vivir a MI casa, ¡mañana! – Sora no pudo más y unas lagrimas comenzaron a recorrer su rostro. - …fueron tantas cosas a la vez que yo… yo no pude más… ella traicionó mi confianza, no supe que hacer, así que huí…
Más lágrimas salieron de los ojos de Sora, y ella comenzó a llorar amargamente. Para su sorpresa, Izzy la abrazó para consolarla
-¿hice mal, acaso, al enojarme con ella? – preguntó entre sollozo y sollozo.
-está bien, tu madre cometió un error, uno bastante grande, pero sin intención. De seguro lo único que quería era protegerte, y luego se dio cuenta de que era demasiado tarde para que las cosas salieran bien. Créeme, sé lo que es que te escondan secretos, pero generalmente hay una buena razón para ello.
-tal… tal vez… - murmuró Sora, aún no muy convencida. – es solo que… tengo miedo de que ella se haya olvidado de mi papá, que ya no lo amé…
-que una persona ame a otra no quiere decir que dejará de amar a las que ya ama, como tu padre, o tú. Tú misma deberías saber eso ¿no? Tu emblema es el del Amor…
-el Digimundo no tiene nada que ver con esto.
-pero tu poder sigue estando aquí. Creo que lo que tú tienes es miedo a perder esa conexión que tienes con tu madre, que deje de prestarte la misma dedicación ahora que hay más personas en su vida, pero no fuiste capaz de decirle eso está tarde, ¿cierto?
-¿cómo sabes tú todo eso?
-lo he vivido… - murmuró él en voz baja.
-Es que… ahora ella tendrá una pareja, y otra hija, y no sé si podré acomodarme a eso. Tienes razón, tengo miedo…
-pero a la vez tú ganaste, tal vez no un padre, pero seguramente un buen padrastro, ¿y quien sabe? Puede que tu nueva hermanita sea ideal para ti, como Kari para Tai, o TK para Matt, ¿no crees que al menos merecen una oportunidad?
-no lo sé… pero creo que mañana regresaré a casa, huir de mis problemas no me hará sentir mejor. – dijo finalmente Sora, secándose las lágrimas.
-bien, y si eso no resulta, siempre serás bienvenida en mi casa, mis padres siempre quisieron una hija… - bromeó él, logrando sacar una sonrisa a su amiga.
Más tarde, ya acostados y con las luces apagadas, Sora pensó en todo lo que Izzy le había dicho. Estaba claro que ese no era el comportamiento del Izzy que conocía. Él solía ser más… distante.
Sora se dio cuenta de que de todo el tiempo que lo conocía, él nunca le había hablado de su vida privada. Con los demás, más o menos, podía saber que pasaba por sus mentes, incluso Matt, que a pesar de ser distante también, solía recurrir a ella cuando ya no podía cargar con los problemas él solo, en especial luego de que Mimi se fue. Pero Izzy parecía nunca tener problemas, o nunca decirlos…
Pensó en ese ‘esta vez’, tanto Izzy como sus padres habían dicho eso… ¿qué quería decir?
Ahora sabía que podía contar con amigos como Izzy. Esa faceta cariñosa no se la había visto antes. Sonrió para sí misma. Le gustaba esa faceta…
Fin de la primera parte.
Notas:
Si, ya sé, la mezcla no es de las más comunes, Sora y Koushirou no tienen nada en común, pero bueno, tal vez en este fic descubran algo de si mismos que desconocían…
Ahora fue el turno de Koushirou para consolar a Sora, y es que luego de "Desaparecer" quise escribir algo no tan triste, y un poco de romance es mi mejor medicina ^^
Por cierto, el detalle de llamar Koca-kola a las bebidas es porque en la misma serie aparece una maquina de bebidas en el capítulo 31 en donde tiene escrito ‘Koca-kola’ en ella…
Este fic se lo dedico a Jesús, ¿por qué? Porque se me antojó dedicartelo ^_~…
Recuerden: ni Koushiro, ni Sora ni la serie misma me pertenece! Es lamentablemente de la Toei, si fuese mía… no hubiese permitido el cambio de nombres en Estados Unidos, para empezar!! Me verán utilizando muy pocas veces los nicks gringos, es que no me gustan!! Argh!