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Art’culos en Espa–ol


    Argumentos cient’ficos para manejar los costes de vida con el fin de mantener la integridad de la naturaleza humana

    Los bienes y servicios en que los consumidores gastan su dinero, forman un flujo de bienes, servicios y dinero. Estos flujos producen el desarrollo econ—mico. Un flujo tiene una direcci—n y un sentido. Cada vez que los consumidores gastan dinero en sus costes de vida determinan la direcci—n y sentido en que el desarrollo fluye. Determinan la meta hacia la que el desarrollo fluye. El objetivo por el que los consumidores gastan su ingreso es el objetivo del desarrollo.

    La œnica meta por la que el consumidor gasta sus ingresos, en la versi—n presente de la econom’a del mercado libre, es: ÁCONSUMIR! La Humanidad no mantiene un desarrollo sostenible por conseguir esta meta. Seguir esta meta apenas satisface en el nivel personal.

    A causa del nocivo efecto sobre los recursos naturales, CONSUMIR no tiene futuro a un largo plazo.

    A pesar de todo, las teor’as econ—micas del desarrollo mundial alientan m‡s aœn el consumo para mantener el desarrollo econ—mico.

    L—gicamente, en una econom’a libre de mercado, las dos metas - de crecimiento econ—mico y de manejo medioambiental - se pueden reunir por el poder del consumidor en escoger los bienes y servicios en los que gastan su dinero. Este ha llevado a la propuesta de que los consumidores deber’an de ser capaces de deducir de sus ingresos sujetos a impuestos, el dinero que gastan en productos ecol—gicamente sanos.

    Con esta contable y fiscal pr‡ctica, los consumidores ser‡n motivados a seguir como meta: mantener la integridad de naturaleza humana. El descubrimiento de que la meta del desarrollo es la meta con la que los consumidores gastan en sus costes de vida es la prueba de la validez cient’fica de esta propuesta.

    Los Consumidores se comportar‡n como agentes responsables en los procesos de producci—n. Su demanda por productos ecol—gicos favorecer‡ la producci—n, que estar‡ en armon’a con la Naturaleza y as’ de acuerdo con la meta de mantener la integridad de la naturaleza humana. Los Seres humanos llegar‡n a ser como consecuencia de esto doblemente productivos: primero por su trabajo y segundo por la manera en que gastan las frutos monetarios de su trabajo. Rastrear‡n una manera de vivir en armon’a con la Naturaleza y as’ sostener el desarrollo.

    Se comprueba el valor de esta propuesta adem‡s, porque presenta un principio de eficacia econ—mica: El equilibrio entre costes e ingresos se deber’a mantener por las personas que obtienen los ingresos. En la econom’a libre de mercado, los productores aplican este principio al nivel de producci—n, costes e ingresos. A los productores se les permite deducir los costes de producci—n de los ingresos por ventas para llegar al beneficio neto que se usa para la fijaci—n de impuestos. A causa de esta libertad para manejar los costes, los productores pueden alcanzar la meta de sus actividades: llevar hasta el m‡ximo las ganancias de manera eficiente . -

    Donde los productores no disfrutan de esta libertad, se reduce su eficacia, como ha sido el caso en econom’as centralizadas y planificadas. - Es esta libertad la que ha capacitado a los productores en la econom’a del libre mercado a ser tan eficientes como lo son administrando los recursos limitados de este planeta para satisfacer los deseos ilimitados de los consumidores. Por el mismo principio, la eficacia de la econom’a del libre mercado en compartir recursos limitados aumentar‡ cuando el equilibrio entre costes e ingresos sean mantenidos por las personas que ganan los ingresos de la primera actividad que crea ingreso: trabajo.

    Unicamente los consumidores pueden mantener el equilibrio entre costes e ingresos al nivel de ingresos de trabajo. Ellos gastan los ingresos de su trabajo en los costes de vida para mantener o reforzar su modo de vida o supervivencia. S—lo ellos pueden manejar tales gastos para mantener la integridad de la naturaleza humana, porque se puede guardar s—lo esta integridad por medio de seleccionar los bienes y servicios que se consumen. S—lo el consumidor puede de esta manera manejar los costes de vida para encontrar un camino para vivir en armon’a con Naturaleza.

    El Žxito de los productores en alcanzar su meta de llevar hasta el m‡ximo los beneficios, demuestra que ese manejo de un proceso administrando las actividades que sostienen dicho proceso, es una manera eficaz de conseguir el objetivo del proceso.

    Los productores manejan las actividades que sostienen los procesos productivos que generan beneficios. El intercambio de dinero por bienes y servicios con que la humanidad sostiene su manera de vivir en este planeta, es una actividad que sostiene el desarrollo. Unicamente los consumidores pueden manejar por eso los costes de vida eficazmente alargando la meta del desarrollo: mantener la integridad de la naturaleza humana. Cuando los consumidores manejan sus costes de vida como costes deducibles de impuesto, tambiŽn mejoran la eficacia de la econom’a del libre mercado al compartir recursos limitados. Se crear‡ m‡s bienestar, porque se mejora esta eficacia de una manera Žtica.

    Bruselas, el 17 de febrero, 1999

    Art’culo por W.A. de Bruyn

    Traducido por Andres Serrano Vaello

    :ASERRANOVA@nexo.es
    http://www.interbook.net/personal/jigonsa/

    Definici—n de producto ecol—gico.

    La ley afirma que el coste que asegura un ingreso se puede deducir de Žste ingreso antes de tener que pagar impuestos. La manera m‡s directa de probar que los productos ecol—gicos aseguran un ingreso a largo plazo, est‡ en definir un producto ecol—gico como un producto que asegura beneficios para siempre. Esta definici—n se puede valorar con la definici—n funcional de ecolog’a de un producto; mejor, a la larga.


    Definici—n de ecol—gico.

    Ecol—gico es un adjetivo que incorpora otros adjetivos relacionados con una caracter’stica de la Naturaleza, tal como natural, biol—gico, org‡nico o biodegradable.

    Ecol—gico pone estos adjetivos en el contexto de gesti—n de los recursos naturales mientras vivimos con ellos, de ellos, entre ellos, a travŽs de ellos, por ellos, a causa de ellos o viviendo en relaci—n cualquiera entre Naturaleza y Naturaleza humana que puede ser expresada por preposiciones.

    Ecolog’a es definida en el Webster como: 1. la rama de la biolog’a que trata de las relaciones entre organismos vivientes y su ambiente. 2. en sociolog’a, la relaci—n entre la distribuci—n de grupos humanos con referencia a recursos materiales, y el consecuente patr—n social y cultural.

    El origen de ecolog’a es griego: oikos que significa casa.

    A causa de la segunda definici—n, la ecolog’a esta conectada con la econom’a, ya que la econom’a es la ciencia encargada de compartir los recursos limitados de este planeta, para satisfacer las ilimitadas necesidades, demandas, no, deseos de personas. Econom’a y ecolog’a est‡n pues interrelacionadas.


    Definici—n funcional de producto ecol—gico; mejor.

    Ser‡n los Productores los que definir‡n quŽ productos son ecol—gicos. Tendr‡n que dar esta definici—n porque tendr‡n que probar cient’ficamente porquŽ y en quŽ magnitud son sus productos ecol—gicos. Por ejemplo, porquŽ y en que medida los procesos productivos est‡n en armon’a con los procesos naturales.

    Los productores tendr‡n que dar estas pruebas porque los consumidores as’ lo requerir‡n para justificar al estado que deducen los costes de estos productos ecol—gicos de sus ingresos sujetos a impuestos, en relaci—n a haberse gastado dinero en productos que mantienen un intercambio macroecon—mico arm—nico con la Naturaleza.

    Los Productores justificar‡n sus demandas con esmero para un serio an‡lisis. ƒste an‡lisis muestra que se han gastado costes de producci—n en gŽneros o servicios ecol—gicos.

    Para saber el porcentaje de todas las clases existentes de costes en el comercio han de ser divididos en costes de producci—n ecol—gicos y no-ecologicos. El total de los costes ecol—gicos se expresar‡ como un porcentaje del precio de venta del producto. ƒste porcentaje representa los costes que el consumidor puede declarar como costes a deducir de ingresos sujetos a impuestos.

    Se expresar‡ cada mejora de la calidad ecol—gica de un producto como una mejora del porcentaje del impuesto deducible del precio. Todas estas mejoras tendr‡n que se probadas cient’ficamente. La competencia por aumentar la calidad ecol—gica de los productos producir‡ por tanto una mejora en los mŽtodos cient’ficos para demostrar el porquŽ o c—mo los bienes y servicios, herramientas, tŽcnicas y procesos que ayudar‡n a desarrollar una industria ecol—gica, hacen mantenerse a la Naturaleza en condiciones perfectas.

    Supongamos que los fabricantes de coches estadounidenses argumentan que sus coches son en un 50% ecol—gicos. Los fabricantes de coches japoneses que argumentan que sus coches son en un 70 % ecol—gicos tendr‡n que demostrar muy claramente al gobierno estadounidense que el 70% de los costes de coches japoneses se pueden deducir de los impuestos de los compradores americanos.

    El gobierno no dir‡ a los productores quŽ es ecol—gico, verificar‡ y administrar‡ las argumentaciones de los productores que mejoraron la calidad ecol—gica de sus productos con nuevas tŽcnicas, gŽneros y servicios con la meta de alcanzar la fabricaci—n de productos ecol—gicos 100%, para alcanzar la meta de desarrollo macroecon—mico en la libre econom’a del mercado: mantener la integridad de la naturaleza humana.

    La capacidad y la facultad del consumidor de deducir de su ingreso sujeto a impuestos los costes de vivir de una manera ecol—gica, capacita al consumidor para esforzarse en gastar dinero en gŽneros o servicios que logren alcanzar la meta de mantener la integridad de naturaleza humana, dando cuenta pœblica de esos costes de vida..

    Toda el cuidado de los severos an‡lisis, sirve para satisfacer esta demanda de productos que aseguran ingresos por buenas razones, por periodos definidos de tiempo, formar‡ listas de caracter’sticas tŽcnicas de productos ecol—gicos.

    Estas listas pueden estar compuestas por actividades o industrias. Toda Žsta lista reunida formar‡ la base para administrar el desarrollo de una industria ecol—gica, que asegure ganancias para la eternidad, en los pa’ses de Žste planeta con una econom’a libre de mercado.

    Los productos ecol—gicos son definidos como los coche seguros; siempre mejores.

    La calidad deseada de productos ha sido, es y ser‡ definida por las œnicas personas quienes pueden definir esta calidad.

    Son las personas quienes gastan su dinero, tiempo y energ’a en buscar, imaginar, planear, desarrollar y realizar mejoras en la calidad de sus productos: los productores.

    El impuesto deducible de los costes de vida ecol—gicos crea la demanda de productos ecol—gicos que dirigir‡ a los productores a encontrar la calidad ecol—gica de sus productos; 100% ecol—gicos. Ellos mantendr‡n de este modo un equilibrio armonioso con el intercambio macro-econ—mico en los procesos naturales.

    Bruselas, el 29 de diciembre, 1998

    Art’culo por W.A. de Bruyn

    Traducido por Andres Serrano Vaello

    :ASERRANOVA@nexo.es
    http://www.interbook.net/personal/jigonsa/


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