Interrupciones Estructuradas del Tratamiento (IET) Antirretroviral  (TARV). 

El control de la infección por el VIH depende de la respuesta inmune específica dada por los linfocitos T hellper (CD4).  Aquellas personas que luego de infectarse por el VIH logran una respuesta de linfocitos T específica más fuerte presentan un menor nivel de carga viral y recuentos de CD4 más elevados (tal es el caso de aquellas personas llamadas replicadores lentos).  También sabemos que esta respuesta dada por los linfocitos T no se modifica por el uso de los antirretrovirales en forma combinada (esquemas de tratamiento de alta eficiencia).  Cuándo se suspende el TARV observamos un rebote de la replicación viral que llega a niveles similares a los que tenía el paciente antes de ser tratado.

Actualmente si tiene algo más claro el potencial que tiene el TARV en cambiar la historia natural de la infección por el VIH.  Por el momento no es posible eliminar en forma completa  al virus pero, sí controlarlo.  El uso prolongado de los cócteles con drogas antirretrovirales fue útil para demostrar la posibilidad de controlar la replicación viral y, por lo tanto, la enfermedad evitando el deterioro del estado inmunológico de los pacientes tratados.  Diferentes trabajos demuestran la disminución de las enfermedades oportunistas y de la mortalidad en los pacientes VIH positivos con TARV.  No obstante, el uso de la terapia  ARV plantea problemas como: a) toxicidad (hiperglucemia, aumento de los lípidos, síndrome de redistribución de la grasa corporal, acidosis láctica), b) dificultad para acceder y mantener los TARV por el elevado costo económico y c) problemas con la adherencia del paciente para la toma de la medicación.

 Las interrupciones estructuradas del TARV aparecen hoy como una posible solución a algunos de los problemas planteados por el uso crónico de los antirretrovirales.  Al momento actual, esta nueva estrategia para el uso de los ARV no se puede ofrecer a todos los pacientes que deben recibir medicación o que la están tomando. Se recomienda la IET, aunque como una posibilidad a evaluar,  a pacientes seleccionados y frente a determinadas situaciones clínicas:  a) infección aguda o reciente por el VIH, b) infección crónica controlada por los antirretrovirales y c) falla virológica.    

Las IET consisten en ciclos repetitivos de tratamiento combinado con antirretrovirales (períodos “on”), seguidos de ciclos sin drogas (períodos “off”). Estos ciclos son variables en su duración y han sido estudiados de diferente forma, como ejemplo,   una semana de tratamiento seguido de una semana sín (IET intermitentes),  pacientes que estaban indetectables con el TARV se les interrumpía el tratamiento durante 4 semanas y luego lo retomaban durante 12 semanas, otro ejemplo, un grupo de pacientes con 8 semanas de tratamiento seguido de 2 semanas de IET, durante 40 semanas.

Para su realización las IET requieren un planeamiento cuidadoso, un estricto control  médico y frecuentes análisis de la carga viral y de los niveles de CD 4.  Por el momento este tema sigue siendo de interés a nivel mundial y existe una gran expectativa en relación a los beneficios que pueda tener para los pacientes.  Están pendientes estudios del comportamiento clínico, virológico e inmunológico de poblaciones de pacientes más extensas y durante mayor cantidad de tiempo para que podamos tener un mayor nivel de información y poder trasladarla al paciente. 

Las IET fueron estudiadas en diferentes escenarios clínicos: a) la infección reciente o aguda, b) falla virológica y, c) supresión crónica de la replicación viral.  Ver tabla 1.

 

Escenario clínico

Concepto

Objetivo buscado

 

 

 

 

infección aguda

 

aquellos pacientes tratados inmediatamente después de la infección (aguda) o bien dentro de los 180 días de adquirir el virus (reciente)

 

 

 

inducir el control inmune de la infección por el vih – preservar o reconstituir la respuesta inmune de manera tal que el TARV pueda ser discontinuado en forma segura durante un tiempo prolongado.   Si los pacientes pueden bajar el nivel de exposición anual a las drogas antirretrovirales sin disminuir la eficacia de las drogas, podrían tomar las drogas durante períodos más prolongados con menor toxicidad.

 

 

 

supresión crónica viral por la medicación

 

pacientes que se encuentran indetectables con el TARV – este es el grupo mayoritario de pacientes.

 

 

 

asegurar el control prolongado de la carga viral mediante el TARV

 

 

 

falla virológica

 

pacientes que no logran suprimir la carga viral estando con TARV como consecuencia de la aparición de cepas resistentes

 

 

 

en los pacientes en los que el TARV no es más efectivo se busca restaurar la sensibilidad a las drogas antirretrovirales para que el TARV pueda ser reiniciado y lograr, subsecuentemente, la inhibición de la replicación viral.

 

 

Beneficios los beneficios potenciales son: menor toxicidad, reforzar la respuesta inmune linfocitos T específica, mejor control de la replicación viral, mejor adherencia al TARV, menores costos económicos, mayor acceso a los ARV por parte de la población,

Riesgos: aparición  de resistencia viral disminuyendo las posibilidades terapéuticas, menor adherencia al TARV,

Conclusión, actualmente la IET del TARV está siendo estudiada en forma sistemática como la posibilidad de una nueva estrategia en el tratamiento ARV combinado.  Las experiencias clínicas son alentadoras. 

Dr. Alejandro Uriburu

 

 

Staff de FAIVIH/S: Nos parece una estrategia terapéutica muy interesante y que esta en la actualidad en evaluación. Estamos convencidos que lamentablemente no es para todos los pacientes y que los pacientes con Infección Aguda o Reciente parecen ser los más adecuados a la misma.

Su gran utilidad parece estar relacionada a mantener controlada (no curada) la infección por VIH, con una mejor calidad de vida, menor toxicidad y un menor costo por paciente.

 

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