No todo es risa, no todo es placer. Muchos en este momento están
buscando alguna manera de de acabar con su vida. Es que este mundo es maligno;
La vida es dolorosa. Y se llega a un punto en que uno quiere decir ¡BASTA!
Tal vez tú eres uno de ellos y creo que esto te va a interesar.
¿Piensas que todo vale hongo?, ¿ya nada importa? ¿Piensas que esta vida ya
no vale la pena ser vivida? Pues tal vez tengas la razón, yo no te voy a juzgar.
Pero el problema del suicidio, o de la muerte en general, es que no sabes que es
lo que hay mas allá. Cabe la posibilidad de que la existencia después de la muerte,
si la hay, sea peor que esta. Como la fábula del burro que tenia un dueño que lo
maltrataba y deseaba tanto cambiar de dueño, hasta que lo logró y le tocó uno peor.
O tal vez no hay nada más allá. O tal vez por suicidarme pierda mi chance de entrar
a un "cielo" o de reencarnar en una vida mejor. Tal vez esa es una muerte que no
vale la pena morirse.
Lo ideal sería morir, pero tener la seguridad de poder volver a nacer en otra vida.
Borrar todo el pasado y partir de cero, pero con la experiencia que tengo hasta ahora.
Volver a nacer pero no en este sistema maldito de vida. Volver a la vida pero con
otros objetivos, otro proyecto de vida, otros valores, otra manera de vivir la realidad.
Incluso otra familia, o tal vez la misma pero distinta, ¿me entiendes?
Otra vida en un lugar donde el dinero no controle mi vida; donde en vez de amar
las cosas y usar a las personas, use las cosas y ame a las personas.
Creo que estoy pidiendo demasiado, ¿o no?. Tal vez no, tal vez esa muerte sí existe.
¿que crees tú?
Creo que tengo buenas noticias para ti. Debo decirte que esa muerte existe y estoy
seguro de ello, pues yo he muerto esa muerte.
¿Que cómo se hace?
Fácil, lo más complicado ya está hecho. Hubo un hombre divino, o divinidad que
se hizo humana, que vino a esta dimensión a morir esa muerte por nosotros.
Dejó su gloria celestial por amor a nosotros. Se hizo de carne y hueso para que,
tras un juicio viciado, partieran su carne y azotaran sus huesos. Lo torturaron
con sadismo y hasta lo clavaron de pies y manos en unos tablones para que se muriera
desangrado. Y murió, pero tres días después volvió a la vida. Muchos lo vieron y creyeron en él.
Ese hombre se llama Jesús El Cristo y con esa muerte y resurrección tú puedes reclamar tu
suicidio reencarnativo.
Ya no necesitas morir, ya murieron en tu lugar y lo hizo alguien que te ama.
Y con la resurrección puedes nacer de nuevo a una nueva vida, donde lo pasado se
olvida y todo parte de cero.
¿Cómo se comienza?
Diciéndole a Jesús que te está observando en este momento : Jesús, las cagué.
Guiando mi vida valgo callampa. Hice puras imbecilidades y quiero morirme.
Pero prefiero comenzar de nuevo mi vida siguiéndote y combatiendo el mal.
Desde ahora soy un cristiano y me comprometo a combatir la maldad y la religión
¡Cristo Vive! ¡Muerte al gusano!