El Cuerno del Unicornio y su Misterio
El Cuerno es aun mas antiguo que su base. Ha sobrevivido al fuego y a las inundaciones, y soportado el tacto de reyes y de santos. Es un talismán de poder soberano que incluso puede atraer al Unicornio viviente. Pero esta es su advertencia: su fuerza y virtud solo se pueden activar por obra de su verdadero propietario. Su luz disminuirá hasta extinguirse si está en manos de otro.
En el Cuerno reside la historia total del Unicornio. Su forma es una espiral: las dos mitades, o flautas, se enlazan entre sí. En su juventud –o como mida el tiempo el Unicornio- el aspecto del Cuerno es suave y simple. Las flautas, apretadas como hilos de una cuerda, manifiestan cierta energía vibrante y compacta.
A medida que el Unicornio vá viviendo, el Cuerno experiementa una transformación notable; las espiral se alarga retorciendose sutilmente. Esto ilustra bien la indole viviente del Cuerno. En la plenitud de sus años, los giros del cuerno de esta creatura són aún mas relajados. Yá de edad muy avanzada, el Cuerno adquiere surcos y grietas que són el grabado signo de las lecciones que há experimentado.
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El Unicornio parece considerar su Cuerno como el recipiente o el cauce de sus pensamientos, o quizás como el órgano de un sentido ignato.
La duración del Unicornio sobre la Tierra es mucho mayor que la del Hombre. Pero esta sujeto, como todo lo creado, al Tiempo, a la edad, a la final disolución.
Lo hermoso del Hombre está sujeto a decadencia: cada año deja su huella, hasta que el cuerpo mortal termina en polvo. No así el Unicornio: los años incontables no afectan a su belleza: su crepusculo es tán bello como su alborada. Pero cuando muere, al fín, perece todo y de una vez; ya no se lo vé en dimensión alguna hasta el fín del tiempo. Su partida deja, sin embargo, monumental recuerdo: su fuerza y virtud mortiferas.
Solo de este modo se puede obtener un cuerno, pues no existe brazo fuerte ni red de brujería que pueda arrancar el asta espiralada de su viviente dueño.
Asi pues, de todos los aspectos del Unicornio el que mas impresión causa en la mente del Hombre es el Cuerno, espiralado, solitario, grande y poderoso. Y asi debe ser, pues el asta es su talismán y su marca distintiva. En ella se concentra su fortaleza, sabiduria y sutil entendimeinto. El Cuerno es exterior y visible, pero tambien es la forma mística e inasible de esta creatura.
El Cuerno no esta inclinado ni hacia atrás ni hacia adelante; recto, se alza directamente de la frente de la creatura, poco mas arriba de los ojos.
De tonalidad brillante y mas blanca que la nieve, mas suave que le marfil, vibra de vida, sin embargo, aún mas que la carne mortal; abriga sentidos de muy largo aliento. Ocupa al mismo tiempo esta y otras dimensiones, y por ello es capaz de penetrar cualqueir sustancia.
En horas de peligro o de prolongada concentración, el Cuerno puede exhalar cierto brillo o un suave resplandor.
Aunque son muchos los años del Unicornio, tienen no obstante un límite, pues cuanto existe en el Tiempo debe el Tiempo deshacerlo. Pero cuando finalmente le llega la muerte, su forma externa no se corrompe. Tal cual la madera entrega su fuerza a las llamas y solo deja atrás las cenizas, asi también el espiritu de la creatura libera cuanto elemento alguna vez fue su vestido; el viento los esparce.
Pero el Cuerno espiralado permanece; soberano, adamantino, se transmuta a través de las edades en diversas y ajenas formaciones.
La Profecía del Cuerno Verdadero
Desapareceré gradualmente en la tiniebla,
en una noche hecha por el Hombre.
Pero el Sol atravesará esa niebla
cuando me pierdo y así otra vez me gano.
¡Libérate! ¡Libérate! Te llamo
a Nuevas Tierras más allá del mar:
que otro, por sendero estrecho, se me acerque.
Más lejos, más alto,
pero fuera de alcance.
Elige bien el camino que enseñe
cómo se levanta el Hundido,
cómo se llena el Vacío,
cómo finalmente se sosiega
un corazón desconcertado.
¡Busca la Gran Piedra!
Márcala con una señal
para que quien te siga
sepa que es la mía,
y esté cierto, al verla, y pondere,
tal como escribieron los Antiguos:
"Tal y tanto Arriba, tal y tanto Abajo".
Y custodiaré la Fuente de la Grandeza;
esperaré junto a una lágrima
nacida ni de la pena ni de la alegría,
revestido de plata, bajo tierra;
soy el Cuerno Espiralado.