"Fútbol, pasión de multitudes"

En Arequipa se siente la pasión!...


Arequipa, 19.11.99:
El Fútbol es el deporte más popular e importante de todo el mundo. En cada rincón del planeta se siente la pasión, la locura y ese infinito sentimiento por la pelota. Es más, para algunas personas el fútbol es la cosa más importante de sus vidas. Los partidos son un pasatiempo de 90 minutos para algunos, o la vida o la muerte para otros. Una hora antes la gente se va acomodando, llega la hora del partido y la gente empieza a cantar, a gritar, a calentar el asiento, o acomodarse en la llena popu. Los equipos entran a la cancha, lluvia de papelitos y serpentinas...
Y tambien se despliegan las banderas. "No me importa lo que digan los demas, yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero mas".
Las poses ,los fotografos, los gritos a la cancha, pelota en el medio, pitazo inicial y a jugar se ha dicho. La gente se pone nerviosa, se empiezan a comer la uñas,Penal "Tarjetita", la p... que te p...., hijo de p..., las hinchadas siguen alentando, uuuuuhhh, pasó cerca del palo, y la gente vuelve a subir los escalones porque la avalancha los hizo tragarse el alambrado. Los minutos pasan, los relatores ya no saben que relatar, los camarografos bostesan, los alcanza pelota corren y corren, las mujeres se impacientan, los gorditos se adelantan al entretiempo y se compran una hamburguesa y una coca.
Pero de repente lo inexplicable ocurre: Gooooool, Gooool, vamó la c.... de tu madre, toma, h.... hijo de p..., son hijos nuestros. La gente ya no tiene voz, los jugadores festejan con los fotografos, los fanaticos lloran de alegría, los relatores se rompen la voz gritando el gol, los espectadores vuelven a acomodarse, pero ya nos es lo mismo que antes.
Entretiempo, a sentarse, colas para comprar una salteñita, en las populares estan sentados como sardinas y se siente el viento soplar. "Los equipos vuelven a la cancha y no hay modificaciones en las alineaciones". Los segundos 45 se ponen en marcha, primer minuto y llega el empate. Todos putean al que se equivoco y como no podía ser de otra manera, al técnico,claro.
El que empató se mete atrás y el otro ataca y ataca, pero el gol no llega . Llegan los pedidos cambios, el relojes son el principal enemigo, los minutos pasan, la desesperación llega a los hinchas, los desibeles aumentan, la bronca asciende, por cada segundo que pasa, una puteada más al técnico. "Andate, anda a robar a otro lado, este equipo no juega a nada, son unos muertos. " Y no puede faltar el penal no cobrado sobre el final "Penaal, Penaal, como que no lo cobraste hijo de p..., ladrón. "
Llega el pitazo final, a casa con la angustia, unos en Tico, otros en auto y otros a pata. Así es el fútbol,a veces nos da alegría y al mismo tiempo tristeza, pero hace felíz a cada domingo.
El lunes, de vuelta al trabajo, a levantarse temprano, los noticieros repiten los goles y las notas que todos ya saben de memoria, los diarios ponen las fotos más espectaculares, las radios comentan y hasta el próximo partido....

(Diego Gueler).

PERÚ!!!
TIERRA de ARQUEROS


Allá por las décadas del 30 y del 40 sobresalieron cuatro guardavallas peruanos, cuya calidad les valió para defender el arco nacional en contiendas internacionales. Ellos fueron el arequipeño Jorge Pardón «El patrón de la pelota», el limeño Juan Valdivieso «El mago», el ascopano Juan Honores «El chueco» y el chiclayano José Soriano «El caballero del deporte». Fueron un póker de ases del arco, cuyos nombres han quedado insertados en las páginas de la historia del fútbol peruano. Quizá por ellos algún romántico dijo «Perú tierra de arqueros» y se quedó esa frase por varios años. Pero como también dijo un veterano aficionado, repitiendo los versos de un vals de Espinel «Hoy comprendo que esas horas se acabaron», de un tiempo a esta parte hemos tenido que nacionalizar a guardametas extranjeros que actuaban y actúan en nuestro fútbol para que integren las selecciones peruanas. Valdivieso y Pardón Pero hagamos un poco de historia. A partir de 1930, cuando Perú fue invitado al primer Campeonato Mundial de Fútbol realizado en Montevideo, en el partido del debut, Rumania nos ganó por 3 a 1 con el aún bisoño Juan Valdivieso en el arco. Entonces, para el segundo partido ante el anfitrión Uruguay tapó el mistiano Jorge Pardón que actuaba en nuestro medio por el Atlético Chalaco. Ese 18 de julio de 1930 se estrenaba el estadio Centenario, y sus tribunas, aún con el cemento fresco, estaban colmadas de aficionados que vieron la gran actuación del Perú y la extraordinaria labor de nuestro guardavalla. Los celestes sólo pudieron ganar por un gol del «Manco Castro», anotación que fue denominada por el periodismo de la época como el «medio gol» porque Pardón atajó la pelota cuando ésta había traspasado la línea en la mitad de su circunferencia. Cuando regresaba la delegación en vapor, divisaron una lancha cuyos tripulantes portaban una pancarta que decía: «Bienvenido patrón de la pelota», eran unos hinchas del Atlético Chalaco, el club del meta arequipeño. Pardón abrió el diario «El País» que le habían obsequiado en Montevideo y vio que ahí decía: «Pardón, el patrón de la pelota», sobrenombre que le puso la prensa uruguaya. Posteriormente Juan Valdivieso, ya con mayor experiencia, destacó en la gira que hizo Alianza Lima a Chile, donde atajó cinco penales, por lo que la prensa mapochina lo calificó como «El mago del arco». En 1936 fue titular en el seleccionado que concurrió a los Juegos Olímpicos de Berlín, allí el Perú derrotó a Finlandia 7 a 3 y a Austria 4 a 2, antes del honroso retiro de nuestra delegación en pleno.

El horror de Acazuso y Quiroga


El «Chevo» Acazuso no se quedó atrás en ese aspecto, pese a su calidad, y en el repechaje de 1985 contra Chile en Santiago fue un desastre; y no se diga nada del argentino nacionalizado Ramón Quiroga en el 6 a 0 de Argentina ’78 y en el 5 a 1 ante Polonia en España ’82. Pero dentro de esa irregularidad de nuestros arqueros, a partir de la década del 50, hubo tres que viajaron contratados al extranjero, ellos fueron Eugenio Arenaza de Alianza Lima al fútbol mexicano, Juan Busanich de Universitario al balompié argentino y Walter Ormeño de la «U» a Argentina y México. También destacaron por esos años Juan Criado, «El arquero cantor» en Deportivo Municipal; Carlos Ganoza, «El pez volador» de la «U»; y el espectacular «Loco» Garagatte, del Centro Iqueño.

Los nacionalizados


Después ya en la década del 70, vinieron las «obligadas» nacionalizaciones, comenzando con el argentino Humberto Horacio Ballesteros, que fue prohibido por el Gobierno Militar de actuar en la eliminatoria con Chile en 1974, quedando de titular Manuel «Chicho» Uribe, luego el también argentino Ramón Quiroga en 1977; después Juan Carlos Zubzuck, paisano de los dos anteriores, seleccionado en 1993; actualmente otro argentino, Óscar Ibáñez, que atajó contra México en Los Ángeles, aparte del uruguayo Julio César Balerio, que en el partido jugado en Uruguay echó al corner una pelota que iba fuera de la cancha, antes del primer gol celeste; algo que si alguien advirtió, no lo dijo públicamente, ése es el peligro de los nacionalizados. La síntesis de toda esta historia del arco peruano se resume en que ahora el Perú continúa siendo tierra de arqueros... pero extranjeros. Haga clic:FUTBOL OPIO de la SOCIEDAD.