Municipalización 1986


El Instituto Nacional: ¡No!

Nació con Chile, educó a dieciseis presidentes y debe desaparecer: en su lugar estará el Liceo A-0 como dependencia municipal.

No era profesora, sino una funcionaria administrativa quien rompió a llorar cuando una comisión del Ministerio de Educación llegó la semana pasada al Instituto Nacional. Debía firmar la notificación de su despido por parte del Estado para su contratación como empleada municipal.

Ella, al ver "algo" en los papeles, lloró. Entre sollozos decía: "¡Lo que le han hecho al Instituto!".

Lo que allí había visto era que ya el Instituto Nacional era mencionado como el Liceo A-0.

"Fue como cuando de la funeraria vienen a sellar la urna", comentó un profesor, que se negó a firmar diciendo: "Hagan lo que quieran".

Un día gris, lluvioso, y con las aulas vacias (había vacaciones por fin de trimestre), aumentaba la pesadumbre. Para el actual rector, Luis Andrés Molina Palacios, era la más dura prueba de su larga carrera de pedagogo.

En los muros colgaban carteles escritos con plumón y hasta lápices de colores, que condenaban el traspaso del Instituto a la Municipalidad de Santiago. Uno de ellos decía: "Fray Camilo Henríquez, haz algo por tu ínstituto".

Una profesora contó a HOY que habían hecho una vigilia y que a uno de los docentes se le ocurrió pedir un milagro: que el ex Presidente Jorge Alessandri recuperase el conocimiento y gritase defendiendo su querido Instituto. En un marco se guardan sus palabras cuando asumió la Presidencia en 1958. En carta al entonces rector Antonio Oyarzún le expresaba que "en todo momento estaré unido al Instituto Nacional y que, por todos los medios a mi alcance, procuraré satisfacer sus necesidades".

¿Por qué el Instituto Nacional recibe tanto énfasis cuando es un millar de liceos y escuelas los que se convierten en dependencias municipales?

En la reunión del Centro de Padres y Apoderados puede hallarse la respuesta. Un padre, cuyos bisabuelos, abuelo, padre y él mismo, se educaron en el Instituto, expresó:

-En el régimen pasado muchas industrias habían sido intervenidas, pero cuando se dijo: "a la Papelera no", se quiso representarlas a todas en lo que era como un símbolo de la Patria. Nació conjuntamente con el Ejército de Chile y la Biblioteca Nacional. Defender el Instituto es defender el más grande patrimonio cultural de la nación.

El Consejo General de Profesores, ocho mandatarios; que allí nacieron la Universidad de Chile, la Facultad de Medicina, el Internado Nacional Barros Arana; que en él se formó la primera brigada de Scouts de Chile y segunda del mundo (1913); que fue cuna del Movimiento Intelectual de 1842 y de todos los grandes movimientos culturales.

Los profesores evocaron el postulado de Camilo Henríquez: "El gran fin del Instituto es dar a la Patria ciudadanos que la dirijan, la defiendan, la hagan florecer, le den el honor". Y manifiestan: "Hoy como ayer, seguimos mostrando el mismo orgullo del pasado".

Dan ejemplos: los primeros puntajes de ingreso a las universidades; los más altos resultados en el PER (Programa de Evaluación de Rendimiento); la más alta promoción de profesionales egresados de las universidades. "Este quehacer educacional ha sido posible" -señalan- "por tuición directa del Estado que ha sabido cumplir con el mandato supremo de los Padres de la Patria, convirtiendo al Instituto Nacional en un patrimonio de la nación chilena".

Ese afecto al Instituto, el sentirlo como algo propio, no es nuevo en docentes, funcionarios y alumnos. En la biblioteca hay un ánfora con las cenizas de quien fue su bibliotecario e impulsor de su Academia de letras durante 40 años: Ernesto Boero Lillo. Pidió que lo dejasen reposar "junto a mis libros y en este Instituto que tanto amé".


NO! A la Municipalización

"Esta foto sacada de uno de los tantos diarios nacionales relata lo que fue uno de los eventos de protesta organizados por el PIO. El famoso "quemazón de cuadernos" se realizó durante la jornada de la mañana minutos antes de ingresar al Instituto y lo que para la presa fueron cuadernos y textos de estudios, en realidad se trataban de diarios y hojas de cuardernos antiguos que no prestaban significado alguno para el año actual."


"Sublevación en los Liceos"