Te
vi quedarte sola, silencio entre tus labios.
Suspiros
de tu aliento, el llanto de tu amor.
La calle desolada y el viento estremecido.
Los
trenes a lo lejos gimiendo en nuestro adiós.
Te
veo tan lejana, perdida en la mañana.
Te
quedas con mi nombre y con mi juventud.
Quisiera
que el poema que recitamos juntos
viviera
eternamente en nuestra soledad.
Nunca
me ha costado tanto retener el llanto,
pero
es la verdad.
Algo
se quebró en el cielo, espejo de un sueño
que
se derrumbó.
Por
eso en cada cosa despierta cada rosa,
y
un día llegarás al mundo del rosal.
Cuando
pasen los años y curen las heridas
será
la misma vida la que te enseñará.
Los
días dejan huellas, la noche sus estrellas.
Los
cuerpos del amor, su historia sin igual.
Y
en esta melodía que canto en la distancia
recuerdo
aquella esquina del día en que me fui.
Letra
y Música: JOSÉ MARÍA CALDERÓN
Arreglo:
JUAN ESTEBAN ETCHEVERRY
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