juan1971

juanee.JPG (5541 bytes)

   Argentino (56), enfrentó tempranamente (a la edad de 7) la educación musical, que se prolongó intermitente y duramente hasta sus 12 (derrotado). A los 14, reintentó, pero en alguna parte estaba escrito que el sistema no era para él. Desertó definitivamente.

   Intuitivo, ametódico, anárquico, buscaba (y encontraba) en el teclado lo que el conservatorio le negaba: la posibilidad de jugar a escuchar una melodía, y hallarla (de oído) en las teclas. Pero el juego se agotaba en los lugares donde no encontraba un piano. Así, pues, mascó su derrota y rumió su bronca cambiando el inalcanzable piano por la más manuable guitarra. Pasó así la década del '60, y rascando las seis cuerdas aprendió a acompañarse cantando. Jugaba a inventarse canciones, y a veces tenía ataques de escribir letras en cuanto papel hubiera a mano. Siempre sin tomarse en serio, pasó el tiempo, y con él llegó el estancamiento.

   No obstante, tuvo suerte: antes de terminar la veintena, se enredó con dos músicos profesionales, tan bohemios y anárquicos como él, y entonces aprendió de prepo lo que era tocar siguiendo un plan; sin partitura, con las partes pasadas de oído. Ahí tuvo que poner hasta lo que no tenía. Y subió al escenario, y supo lo que era la borrachera que producen los aplausos, y el sudor, y la adrenalina.

   Pero también comprendió que eso era efímero y mutable. Se refugió en otras cosas: su trabajo, su arte fotográfico, y éste lo llevó por un sendero mágico a un encuentro crucial con una musicóloga, en el que el diálogo le abrió senderos insospechados.

   De ahí, a un taller, donde otro gran amigo le inculcó dos cosas: "tu instrumento es el piano", y "tenés que bajar la música que hay en tu cabeza". Quedaron en pie las dos consignas, grabadas a fuego.

   Los nuevos tiempos trajeron el teclado, la computadora, el MIDI. Y con ellos la posibilidad de volver a jugar, como le gustaba (y le sigue gustando). De pronto lo lúdico pasó inadvertidamente a ser lo esencial. Y ahora, tardíamente metódico, puede jugar anárquicamente con la intuición melódica. Y es así como bajan sus músicas, en un juego que a él mismo lo asombra; y es así como desde los teclados se recorren paisajes transitados por la imaginación; y es así como lo casual se convierte en causal; y es así como rebrota una vieja alianza con un poeta y cantor -José María Calderón-, pero esa es otra historia...

juan

EMAIL

notas.JPG (5154 bytes)
invisible.gif (1074 bytes)
invisible.gif (1074 bytes)
Secuencer
ANTERIOR

INICIO

SIGUIENTE
rnbospin.gif (2382 bytes) INICIO rnbospin.gif (2382 bytes) PRESENTACION rnbospin.gif (2382 bytes) FOLCLORE rnbospin.gif (2382 bytes) TANGO rnbospin.gif (2382 bytes) MELODICO
rnbospin.gif (2382 bytes) JUAN E.ETCHEVERRY rnbospin.gif (2382 bytes) JOSE M CALDERON
rnbospin.gif (2382 bytes) MIDI rnbospin.gif (2382 bytes) PARTITURA rnbospin.gif (2382 bytes) EMAIL
LIBRO DE VISITAS
Ver Mi Libro de Visitas Firma mi Libro de Visitas
TE INVITO A VISITAR:   LAS PAGINAS DE BETINA
® diseniosWEBBEA ®