Presencias y testigos de una historia

     Las propuestas artísticas contemporáneas utilizan materiales y técnicas diversas para la presentación de obras, proponiendo nuevos lugares o ámbitos de reflexión y de apreciación estética.

     Este es el caso del proyecto "Proa al Sur", donde la utilización del espacio público es el sostén de la obra, donde los barcos y el agua sirven para alojar imágenes y textos que nos devuelven el sutil impacto de la historia. La elección del Riachuelo, antiguamente punto estratégico de la ciudad y actualmente anclado en la memoria, provoca en el caminante urbano una nueva visión de su entorno.

     Esta nueva forma de expresión del arte en el espacio público cuestiona los conceptos tradicionales para la captación de la obra. No sólo desde el punto de vista de sus antiguas formas de presentación sino interviniendo activamente en la complejidad del espacio. Estas nuevas manifestaciones se ligan a otras disciplinas, donde la arquitectura y lo urbano, la ciencia y la tecnología, conviven en nuevas propuestas de acercamiento al arte.

     Fuera del museo y más allá del libro -cuyas imágenes y textos son actos de presencia solitaria e independiente-, "Proa al Sur" ofrece la sorpresa de un encuentro callejero con el pasado, transformando y provocando nuestro entorno en el límite entre lo poético y lo mágico. La fascinación toma cuerpo durante la noche, cuando aparece nuestro relato a la manera de amigables fantasmas que nos visitan recurrentemente. La ausencia de luz solar y la presencia de las fotos proyectadas concitan las "presencias reales" de nuestros antepasados que llegaron y poblaron este país. El puerto, punto de partida y de llegada, es el lugar de la Proa.

     Este navegar entre la sorpresa, la magia, la poesía y las presencias nos ubica en el territorio del arte. Las huellas se encuentran en un familar entorno que aparece renovado, permitiéndonos una nueva manera de percibir la ciudad, el río y los olvidados barcos. Así, estas imágenes familiares contempladas en una nueva pantalla construyen los cimientos de nuestra memoria.

Adriana Rosenberg

(directora y curadora de la Fundación Proa)


Enrique Banfi / Silvana Perl, antecedentes

texto Hebe Clementi

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