Simón Bolívar
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Simón
Bolívar (1783-1830), militar y político sudamericano, se convirtió desde 1813 en el
máximo conductor de la revolución que culminó con la independencia de Sudamérica, por
lo que es conocido como el Libertador. |
Nació en Caracas (Venezuela) el 24 de julio de 1783, en el seno de una familia de ricos
criollos, los Bolívar y Ponte-Palacios y Blanco. Estudió de manera no convencional con
maestros como Andrés Bello y Simón Rodríguez, pero fue éste quien en su etapa
caraqueña contribuyó en más alto grado a forjar la personalidad de Bolívar.
Viajes
a Europa
Con el
grado de subteniente viajó a Madrid, donde residían sus tíos maternos. Allí, el joven
Simón, de apenas 19 años de edad, contrajo matrimonio con María Teresa del Toro y
Alayza (26 de mayo de 1802), y pronto regresó a Caracas para dedicarse a la agricultura
en las haciendas heredadas de sus mayores.
A la
muerte de su esposa, a escasos ocho meses de matrimonio (22 de enero de 1803), Bolívar
emprendió un nuevo viaje a España, esta vez más consciente de la necesidad de un
aprendizaje a fondo. Profundizó sus estudios con la orientación del sabio marqués
Gerónimo de Ustáriz, quien le introdujo en la lectura de los clásicos antiguos y
modernos, de los filósofos y de los grandes pensadores.
Bolívar
viajó a través de España, Francia e Italia. En el Monte Sacro, en Roma, juró libertar
a su patria (15 de agosto de 1805). De vuelta en Caracas en junio de 1807, conspiró
contra el régimen realista. El 19 de abril de 1810 los criollos destituyeron al
gobernador y capitán general Vicente Emparán, integrando una Junta Conservadora de los
Derechos de Fernando VII, eufemismo tras el que se ocultaban verdaderas intenciones de
independencia política. Con el grado de coronel, Bolívar fue en misión diplomática a
Londres, donde consiguió inclinar las simpatías del gobierno británico hacia la
revolución venezolana. En esa misma capital inglesa se entrevistó con Francisco de
Miranda y lo invitó a regresar a Venezuela.
El
Discurso de Angostura
El Discurso
de Angostura es la pieza oratoria más importante de Simón Bolívar. Hace un
análisis sociológico de los venezolanos; se pronuncia contra la esclavitud y por la
democracia; mantiene su preferencia por el centralismo frente a la constitución federal;
propone un Senado hereditario como base fundamental del poder legislativo; se inclina por
un poder ejecutivo enérgico al estilo británico; hace de la educación popular "el
cuidado primogénito del amor paternal del Congreso", acuñando la máxima: "Moral
y luces son los polos de una República: moral y luces son nuestras primeras
necesidades". Y plantea un poder moral para prevenir la corrupción
administrativa, lo que no fue acogido por los diputados de entonces sino como apéndice de
la Constitución de Angostura (15 de agosto de 1819).
Presidente
Venezolano
Elegido
presidente de Venezuela (15 de febrero de 1819), Bolívar, hombre de acción, se dirigió
en busca de la libertad de Nueva Granada. Desde Apure, con soldados llaneros y oficiales
de la Legión Británica, emprendió la 'Campaña de los Andes', que culminó con la
derrota de Barreiro en Boyacá el 7 de agosto. Al huir de Bogotá el virrey Juan Sámano,
quedaba libre Nueva Granada.
Bolívar
formó gobierno en Bogotá, nombrando vicepresidente al general Francisco de Paula
Santander, dictó medidas administrativas y regresó a Angostura, donde creó la
República de Colombia, con los departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito (17 de
diciembre de 1819).
Beneficiado por la revolución liberal ocurrida tras el pronunciamiento de Rafael del
Riego en España (1 de enero de 1820), firmó ese año un Armisticio y un Tratado de
Regularización de la Guerra (27 de noviembre) con el general español Pablo Morillo. Roto
el Armisticio, se llegó a la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821), que aseguraba la
independencia de Venezuela.
Las
Victorias Definitivas
Entre
tanto, Bolívar había encomendado al joven general Antonio José de Sucre la
incorporación de Guayaquil a Colombia. Lograda ésta, Sucre se apresuró a liberar a
Quito, lo que consiguió con la batalla de Pichincha (24 de mayo de 1822), al tiempo que
el Libertador vencía en Bomboná (7 de abril de 1824) y Junín (6 de agosto de 1824),
preludios de la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), librada por Sucre, con lo
que quedaba libre de españoles la América del Sur. En Quito conocía Bolívar a Manuela
Sáenz, a quien hará su compañera prácticamente hasta el final de sus días.
Para
este momento, la actividad del Libertador es admirable. Después de la entrevista de
Bolívar y José de San Martín en Guayaquil (el 27 de julio de 1822), Bolívar decidió
auxiliar a Perú con soldados y armas. Autorizado por el Congreso de Colombia, el
Libertador llegó a Lima, cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra. El Congreso de
Perú le nombró dictador (10 de febrero de 1824), y lograba controlar las intrigas de los
propios peruanos, al tiempo que organizaba el Estado, creaba colegios, establecía la
Universidad de Trujillo, o decretaba pena de muerte para los defraudadores del tesoro
público; hasta que se vio obligado a delegar todas sus facultades en Sucre (24 de octubre
de 1824), por habérsele suspendido la autoridad para dirigir la guerra en Perú.
Después
de la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), una Asamblea reunida en Chuquisaca
acordaba la creación de Bolivia (6 de agosto de 1825), cuya Constitución redactó el
propio Bolívar. Cuando iba camino de Venezuela, llamado por el estallido de La Cosiata
(30 de abril de 1826), en Perú le nombraban presidente vitalicio (30 de noviembre de
1826); pero el Libertador no aceptó.
Últimos
Años
Ya en
Venezuela, indultó a los comprometidos en La Cosiata y sostuvo en el cargo de jefe
superior civil y militar a Páez (1 de enero de 1827). Reformó los estatutos de la
Universidad de Caracas y se dirigió a Bogotá (5 de julio). Bolívar no regresó nunca a
Venezuela.
Disuelta la Convención de Ocaña (9 de abril-10 de junio de 1828), Bolívar dictó el
Decreto Orgánico de la Dictadura (27 de agosto) y eliminó la Vicepresidencia de
Colombia, con lo cual Santander quedaba sin autoridad. Ello condujo al atentado contra la
vida del Libertador del 25 de noviembre de aquel año. Si se salvó físicamente, gracias
a la intervención de su amante Manuela Sáenz, moralmente quedó muy afectado.
Bolívar renunció
ante el último Congreso de Colombia (27 de abril de 1830), y partió de Bogotá once
días más tarde hacia Cartagena. Allí recibió, el 1 de julio, la noticia del asesinato
de Sucre, ocurrido en Berruecos (4 de junio). |
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Esto
terminó por minar la ya resentida salud del Libertador, quien llegó a Santa Marta el 1
de diciembre para trasladarse luego a la quinta San Pedro Alejandrino, su última morada.
Rodeado de muy pocos amigos dictó el testamento y su última proclama el 10 de diciembre;
y atendido por el médico Alejandro Próspero Reverend murió el 17 de diciembre de 1830.
Doce años más tarde (1842) sus restos mortales fueron trasladados a Caracas. Su
inhumación en el Panteón Nacional tuvo lugar el 28 de octubre de 1876. |
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