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  "...Estas historias suelen
encerrar algunas trampas ya que algunas veces
 constituyen armados que reflejan
buena parte de las descarnadas luchas
 intestinas de la propia subversión
y sus cuadros remanentes, en tanto, en otras
 oportunidades, intentan reinsertar
imágenes de los veteranos cuadros de
 de montoneros en medios originales
y nuevos donde pasan a desempeñarse,
 procurando lavarles la cara o
ensuciárselas a fin de obtener réditos calculados.
 De todos modos, con todo el
befenicio de inventario previsible y las advertencias
 precedentes, cabe retener este
material como un documento que involucra
 en el centro de esas mismas
disputas y tentativas, al doctor Rafael Bielsa."
   (Informe (2005) Argentina con Lupa (Biografia
  montonera de Bielsa), 14/7/05).
  
   El canciller montonero que vendió a
  los suyos 
   
      El 4 de abril de éste año, el Canciller Rafael Antonio Bielsa reconoció, en
  un operativo de la Policía Federal de la Ciudad de Rosario, el centro
  clandestino de detención denominado "El Castillo" o "El Fortín",
  ubicado en las inmediaciones de la Estancia La Española, a pocos kilómetros
  de la Ciudad de Rosario.
      En éste lugar, donde fue interrogado y torturado en diversas oportunidades.
  Personalmente identificó la habitación donde entonces lo hicieron
  "cantar en la parrilla", es decir donde lo empaparon y picanearon
  para sacarle información. "El Castillo" fue el último destino de
  una extensa lista de desaparecidos argentinos y uruguayos, que tras las
  rutinarias sesiones de tortura e interrogatorio eran ejecutados y
  desaparecidos por los grupos de tareas del II Cuerpo de Ejército, en el marco
  del llamado Plan Condor.
      En un período en el que muy pocos sobrevivían independientemente de su
  apellido (recordemos que los sobrinos del mismo Jorge Rafael Videla, o de
  Alvaro Alsogaray fueron secuestrados y nunca aparecieron), inesperadamente y
  por orden del entonces Ministro del Interior, General Albano Harguindeguy, el
  joven Bielsa fue liberrado y se le facilitó, desde el Poder Ejecutivo, su
  escape al Reino de España, donde residió entre 1977 y 1980.
      Hasta aquí podríamos decir que la historia del Canciller es casi normal. Es
  a partir de año 1980 que se vuelve sorprendente. Recordemos que para 1980, el
  joven Bielsa había sido: 
   
     Entre 1974 y 1978, designado auxiliar en la Fiscalía Federal Nº 2 de los
  Tribunales Federales de Rosario, por lo que entendía cabalmente el estado de
  falta de derecho en el que se vivía, así como la gravedad de los hechos que
  ocurrían, y que le habían ocurrido a él mismo.
      En 1977 fue secuestrado y torturado durante semanas por el mismo gobierno
  militar, sabiendo que en ese mismo lugar habían secuestrado, torturado y
  asesinado a tantas otras víctimas.
      Fue posteriormente liberado y enviado a España por la misteriosa gestión del
  Ministro del Interior de Jorge Rafael Videla, General Albano Harguindeguy.
      En 1980 Bielsa decide retornar de su exilio en España, y automáticamente
  consigue trabajo. Ahora bien, ¿Donde comenzó a trabajar este ex montonero,
  secuestrado, torturado, y posteriormente liberado por Harguindeguy? ¿En la
  Justicia? No; ¿Como profesional independiente? No; ¿En alguna organización
  defensora de los derechos humanos? Tampoco. Sorprendentemente, el ex montonero
  comienza a trabajar -en plena dictadura- para sus antiguos captores. 
   
     Y es así que:
   
    - 
      
Entre 1980-1981 trabajó en la Comisión de Ordenamiento
  Legislativo del Poder Ejecutivo Nacional   
    - 
      
 Entre 1981- 1982 fue asesor en la
  Subsecretaría de Asuntos Legislativos del Ministerio de Justicia de la Nación.  
    - 
      
  En 1982 fue designado miembro integrante, por el Ministerio de Justicia de la
  Nación de la Comisión de Estudio de un sistema adecuado para el tratamiento
  informático del material bibliográfico existente en la Biblioteca de la
  Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.  
   
     Es decir el Señor Canciller trabajó no en uno, sino en tres cargos políticos
  para las cuales fue designado específicamente por el Proceso de Reorganización
  Nacional. Como si fuera poco, uno puede pensar que el trabajar
  como funcionario del proceso puede, en definitiva
  ser casualidad. Resulta notable que Bielsa también tuvo el privilegio de
  trabajar a sueldo del mismísimo Augusto Pinochet. 
   
     Es así que entre 1982-1983 fue contratado como asesor para un Proyecto Piloto
  de Informática Jurídica en Chile.  
     Retornada la democracia en nuestro país,
  el Dr. Bielsa sigue exhibiendo esa notable flexibilidad de convicciones,
  cumpliendo funciones políticas bajo las órdenes del Dr. Raúl Alfonsín,
  bajo las órdenes del Dr. Carlos Menem, bajo las órdenes del Dr. De la Rúa,
  y actualmente bajo las ordenes del Dr. Nestor Kirchner. Videla, Viola,
  Galtieri, Bignone, Pinochet, Alfonsín, Menem, De la Rúa, Kirchner. La lógica
  indica que los funcionarios debieran identificarse con la orientación política
  de sus jefes. Siendo así, resulta un desafío deducir qué valores o
  principios comunes rescató el Canciller de éstas personas. 
  LOS AÑOS EN ESPAÑA. QUE OCURRIA EN EL MUNDO MONTONERO 
     Poco se sabe de la vida del Joven Bielsa durante sus años en España
  (1977-1980), por lo que sólo podemos hacer un breve racconto de algunos
  hechos que sucedían en ese país, principal refugio de aquellos montoneros
  que pudieron escapar de la represión militar en la Argentina. El mismo Miguel
  Bonasso, en su nota "LO QUE SABIA EL 601" publicado en el diario Página
  12 de fecha 4 de abril de 2005, analiza el informe de 93 carillas secretas
  preparadas en junio de 1980 por el Batallón 601 analizando la segunda
  contraofensiva de Montoneros, de donde surge la total certeza de uno o varios
  "topos" infiltrados en la estructura de ésta organización,
  responsables del desbaratamiento de la primera y segunda
  "Contraofensivas" impulsadas por Firmenich desde el exilio en 1979 y
  principios de 1980 respectivamente. En octubre de 1978, se produjo en La
  Habana una reunión amplia de dirigentes montoneros, donde se llegó a las
  siguientes conclusiones sobre la situación en la Argentina: 
   
     Que en 1979 comenzarían a producirse importantes conflictos sociales como
  consecuencia de la política económica. 
     Que los dirigentes sindicales estaban disconformes con el gobierno militar por
  las leyes a promulgarse próximamente (de Asociaciones Gremiales y de Obras
  Sociales) y que por lo tanto eran proclives a enfrentar al mismo. 
     Que la campaña por la violación a los derechos humanos le había quitado
  espacio político al gobierno y por ende se podían mover más libremente. 
     Que no debían dejar que el Proceso de Reorganización Nacional (PRN) se
  afianzara, pues de lo contrario la lucha estaría perdida, por lo menos en el
  corto y mediano plazo. 
   
     Como resultado de todas esas conclusiones la conducción de Montoneros toma la
  decisión de introducir clandestinamente en el país una importante cantidad
  de militantes, para lo que a principios de 1979 convocaron a personal
  residente en el exterior y en nuestro territorio para instruirlo y
  capacitarlo, realizando una reestructuración de toda la organización a
  efectos de disponer de personal para la acción que iban a desplegar a partir
  de agosto de ese año dentro de nuestro país, llamado por ellos
  "contraofensiva popular. Para concretar este plan y teniendo en cuenta
  que en esa época sólo se encontraban en el país pequeñas células e
  individuos desconectados entre sí y/o inactivados, estructuraron un
  "comando táctico", a cargo de Osvaldo Lovey, del cual dependían
  tres tipos de elementos: 
  
    - 
      
Las "Tropas Especiales de Agitación" (TEA) instruidas en España,
  destinadas a actuar en zonas de alta densidad demográfica y abril con el
  objeto de explotar las situaciones conflictivas.  
    - 
      
  Las "Tropas Especiales de Infantería" (TEI) entrenadas en el Líbano,
  que estaban armadas e instruidas con el objeto de cometer asesinatos de
  personalidades especialmente elegidas, con alto nivel de exposición.  
    - 
      
  Los componentes del Movimiento Peronista Montonero (MPM) que se movilizarían
  tomando contactos con dirigentes sindicales, políticos y con familiares de
  detenidos y desaparecidos, con el objeto de ir coordinando la oposición al
  gobierno, con la idea de formar un frente cívico de oposición que sirviera
  para desestabilizar al PRN.  
   
     El joven Bielsa muy probablemente, dado su entorno, compañías y orientación
  política, pudo participar en la organización y adoctrinamiento de las TEA ,
  y de hecho, su retorno en 1980 al país coincide con el aplastamiento de la
  segunda contraofensiva denominada por la guerrilla la "Operación
  Guardamuebles", por la ubicación donde Montoneros escondían y
  almacenaban armas y explosivos, con su espejo, la operación de las fuerzas de
  seguridad llamada "Operación Murciélago", que tenía como fin la
  detección y eliminación de los guerrilleros previamente identificados por un
  traidor, a medida que fueron entrando a nuestro país. 
   
     La "Operación Murciélago" fue terriblemente efectiva. Basta ver cómo
  fueron eliminados los principales operativos montoneros. Lorenzo Viñas fue
  detenido el 26 de junio de 1980 en la ciudad brasileña de Uruguayana; Angel
  Carbajal entró con su mujer Matilde Rodríguez de Carbajal, a la Argentina el
  5 de febrero y fue secuestrado el 21. Julio César Genoud, Verónica Cabilla y
  Mariana Guangiroli entraron el 26 de febrero y fueron detenidos el 27. Ernesto
  Emilio Manuel Ferré, jefe del grupo, que había reingresado el 10 de febrero
  fue capturado el 28. Miriam Antonio, sobrina de Jorge Antonio, igual que el
  Chino Raúl Milberg, pasaron la frontera el 5 de febrero y fue detenido en la
  misma casa en que cayeron los anteriores. Ricardo Marcos Zucker, hijo del
  actor cómico Marcos Zucker, regresó de España a comienzos del 80 y cayó en
  una cita el 29 de febrero. Marta Libenson, igual que el Pato Zucker. Matilde
  Adela Rodríguez había regresado poco antes de su caída, el 29 de febrero de
  1980. 
    
     Jorge Benítez, Angel Servando Benítez, Lía Guangiroli, Ernesto Cardozo,
  Angel García Pérez, Miriam Fuerichs, Verónica María Cabilla. Mónica
  Susana Pinus de Binstock y Horacio Campiglia fueron secuestrados en el
  aeropuerto de Río de Janeiro el 12 de marzo de 1980 cuando regresaban a la
  Argentina desde Europa vía Panamá. Horacio Mendizábal, María Antonia
  Berges; Adriana Lesgart, Guillermo Amarilla y José Dámaso López, Jorge
  Gullo y Julio Suárez, Daniel Tolchinsk y su esposa corrieron igual suerte. A
  pesar de autodefinirse como un "hombre de acción", el joven Bielsa
  curiosamente ni amagó con sumarse a ésta contraofensiva. En total se
  estimaron en su momento mas de 200 guerrilleros muertos y/o desaparecidos. 
   
     Lo cierto es que aún hoy no se pudo identificar al o los traidores, aunque
  resulta presumible que éste o estos se encuentren entre los sobrevivientes.
  Dada la nutrida información respecto a los contactos personales sostenidos en
  París entre Firmenich y miembros de la Armada (se menciona al mismo Almirante
  Massera), así como el asesinato de numerosos testigos de éstos encuentros
  (Elena Holmberg entre otros), todo apunta a Firmenich como el principal
  candidato a topo. 
   
     Por su parte Bonasso sospecha particularmente de Perdía, y en menor medida de
  Firmenich. Otros recuerdan la llamada "Rebelión de los tenientes",
  en la que liderados por el mismo Bonasso, un sector de montoneros se rebeló
  contra la conducción nacional y su decisión de lanzar la segunda
  Contraofensiva, provocando una escisión en la organización guerrillera. La
  mayoría de aquellos que se rebelaron junto a Bonasso siguien vivos. Otros
  piensan que el traidor pudo haber pertenecido a las segundas líneas, con
  acceso suficiente información para causar daño. 
   
     A mediados de 1980, una vez que la segunda contraofensiva fue aplastada, el
  joven ex montonero, volvió al país y comenzó a trabajar durante el gobierno
  del Proceso, para el gobierno del Proceso 
   
  CONCLUSIÓN 
     A la luz de los hechos detallados precedentemente, resulta imposible entender
  cuáles son los intereses, valores, y principios sobre los que edifica Rafael
  Antonio Bielsa su carrera política. 
     Mucho menos posible resulta respetarlo. 
     Hoy el canciller disfruta su mote de montonero, y permanentemente hace
  referencia a su pasado guerrillero. 
     Anda armado las 24 horas del día, dice ser amigo de Fidel Castro, de Hugo Chávez,
  y pregona su fidelidad a Nestor Kirchner. 
     Sin embargo, a la luz de su propia historia, el personaje de duro que pretende
  vender es tan hueco como un globo, tan falso como papel pintado. 
     Dada la importancia que su función como Canciller tiene para el destino de
  nuestro país, es nuestra obligación echar luz sobre el verdadero Rafael
  Antonio Bielsa. 
     A pesar de su nutrido currículum, es difícil determinar concretamente qué
  ha hecho durante los últimos 25 años. Ello se debe principalmente a su altísima
  rotación de trabajos (según su CV., 33 desde 1980) entre puestos públicos,
  privados, o privado trabajando para el sector público, tanto en nuestro país
  como en el extranjero. 
     En 25 años desarrolló muy pocas tareas ejecutivas, figurando en la mayoría
  de sus trabajos como "Asesor", como "Especialista", o como
  miembro de alguna Comisión. 
  Por ende, existen pocos resultados por sus múltiples gestiones. Nos
  encontramos ante un oscuro burócrata que no ha tenido empacho ni vergüenza
  alguna en negociar para sí mismo cargos con gobiernos militares, radicales,
  peronistas, de izquierda y de derecha, en el país y en el extranjero, en
  beneficio propio. 
     Esto claramente lo descarta como un idealista. 
     Un hombre que habiendo sido secuestrado y torturado, que tras haber
  presenciado la ejecución de decenas de personas, no tuvo problema alguno en
  volver a trabajar para los mismos responsables de esas ejecuciones. 
     Un hombre que sabía, mientras trabajaba para
  el gobierno militar, del secuestro,
  tortura y desaparición de miles de jóvenes por los grupos de tareas. 
     Un hombre que mientras gozaba de los beneficios de pertenecer al
  gobierno,
  asistía a la muerte de cientos de argentinos en una insensata guerra en el
  Atlántico Sur. 
     Un hombre que hoy dice levantar las banderas del Socialismo, de la Ley, de los
  Derechos Humanos. 
  "Papel pintado". 
     SOBRE EL MISMO PERSONAJE: 
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