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                    Buenos Aires, 6 de febrero de 
                    2008  
                    
                    Jorge Omar Godoy:  
                    
                    Cuentan que usted se 
                    comprometió a renunciar si enviaban a cárceles comunes a sus 
                    camaradas perseguidos por la “justicia” oficial. No lo hizo. 
                    ¿Recuerda usted que en el léxico castrense eran habituales 
                    las palabras honor y dignidad? ¿Ahora qué?  
                    
                    Le envío la pluma blanca de la 
                    cobardía. Quizás algún día pueda devolvérmela.   
                    
                    María Lilia Genta  
                    
                    P: D.: Como no conseguí la 
                    dirección particular de Roberto Bendini y no puedo llegarme 
                    hasta el Estado Mayor porque estoy enferma, le pido que le 
                    entregue el sobre adjunto en el próximo besamanos a Nilda 
                    Garré en el que les toque coincidir. 
                    
                      
                    
                    
                    Buenos Aires, de febrero de 
                    2008  
                    
                    
                    Roberto Bendini:  
                    
                    
                    Vemos por TV como verdaderas 
                    multitudes ovacionan en EE UU a un candidato héroe de la 
                    guerra de Vietnam, condecorado. Es muy probable que llegue a 
                    ser el próximo Presidente de ese país. Pero en el nuestro 
                    permitimos que se veje a los héroes. Me refiero al trato 
                    bochornoso, el juicio circense y la humillación a que se 
                    somete a un veterano de Malvinas, condecorado, el Coronel en 
                    actividad Horacio Losito junto con otros camaradas, varios 
                    de ellos también en actividad, Todos son subordinados suyos 
                    por quienes, se supone, debiera usted velar.  
                    
                    
                    Reciba la pluma blanca de la 
                    cobardía (agregaría en su  caso, obsecuencia). Quizá algún 
                    día pueda devolvérmela.   
                    
                    
                    Se la envío en mi doble 
                    condición de hija de un asesinado por el ERP 22 de agosto y 
                    miembro, a la vez, de la vapuleada “Familia militar”. 
                    
                    
                    María Lilia Genta  |