CORREO ARGENTINO 
              CARTA DOCUMENTO 
  Nº 
  CD 825695222 ARYerba 
                  Buena, Tucumán, 15 de Noviembre de 2006
   
                  Al Jefe del Estado Mayor General del Ejército 
                  Tte Grl. D. 
                  Roberto Fernando Bendini  PRESENTE    
   Cuando el 10 de diciembre de  
                  1974 - en plena vigencia de un gobierno constitucional - la 
                  delincuencia terrorista se llevaba de un  zarpazo traicionero, 
                  cruel e inhumano las vidas de mi esposo, My (pm) Humberto 
                  Antonio Viola y de mi hijita María Cristina, de tan solo tres 
                  años, la Patria se cobraba, ahí, en el campo de batalla de una 
                  sucia guerra iniciada por ideólogos del terror, una de las 
                  facturas más perversas de la historia de la llamada "Década 
                  del 70".
                
                  
                     
                  
                  Fueron dos vidas que, por lo 
                  cobarde y cruento del atentado, marcaron a fuego el triste 
                  pasado de nuestra nación. Este hecho fue mucho más allá que 
                  los secuestros, que los atentados, que los crímenes, que la 
                  pesadilla que ya había desatado la delincuencia subversiva en 
                  el país.   
                
                  
                     
                  
                  De ahí en adelante, el 
                  asesinato de mis dos seres queridos fue un símbolo para toda 
                  la ciudadanía de bien, para toda la ciudadanía que a partir de 
                  entonces supo a que debía atenerse, que clase de lucha tenía 
                  que enfrentar.  
                 
                  
                  
                
                  
                     
                   
                  En lo personal, tuve que 
                  asumir con fortaleza y toda la ayuda de Dios, el difícil 
                  oficio de vivir.   
                
                  
                     
                  
                  Sin embargo, ¡La Patria se 
                  Salvó! 
                   
                  
                     
                
                  
                     
                   
                  Cómo no salvarse si desde el 
                  Cielo había un SOLDADO, sí, así, con mayúsculas, 
                  custodiándola. Un soldado que ofrendó su vida luchando por 
                  defender no solo a nuestra familia que estaba siendo diezmada 
                  por las balas asesinas, sino también por su país, por su 
                  gente, por su tierra. 
                     
                 
                  
                
                      
                  
                  Cómo no salvarse sí en el 
                  Cielo había un ANGEL más en el Ejército de Díos, María 
                  Cristina, que la protegía, que nos amparaba, que nos bendecía 
                  con sus manitas inocentes y que, seguramente, por ser tan 
                  pequeña, ÉL le concedía todo aquello por lo cual intercedía.
                   
                  
                     
                
                  
                     
                   
                  Desde aquel fatídico 1º de 
                  diciembre, todos los años, indefectiblemente y sin tener en 
                  cuenta las condiciones c1imáticas, la Institución que hoy Ud. 
                  dirige, llevó a cabo los actos en homenaje a este soldado de 
                  la Patria y a su hijita, que entregaron sus vidas en aras de 
                  una Argentina Libre de toda ideología foránea y contraria al 
                  sentir cristiano que siempre caracterizó a nuestro pueblo 
                  profundamente católico.   
                
                  
                     
                   
                  En el último homenaje, 
                  realizado el 1º de diciembre de 2005 en el Cementerio de Yerba 
                  Buena, Provincia de Tucumán, fue notable la diferencia que 
                  observé respecto de los homenajes de años anteriores. ¡Con que 
                  liviandad y ligereza se "homenajeó." a los caídos!   
                
                  
                     
                   
                  No me queda duda alguna que 
                  fue .el resultado de órdenes superiores.  
                 
                  
                
                  
                     
                   
                  Como tampoco me quedan dudas 
                  que por la misma razón los oficiales y suboficiales que 
                  asistieron al acto fueron vestidos de civil SIN UNIFORMES. 
                  jQue tamaño irrespeto!   
                
                  
                     
                   
                  En la página web del Sitio 
                  Oficial del Ejercito Argentino la propia Institución, en In 
                  Memorian, reza textualmente: 
                    
                    
                      
                        | . | 
                       
                      
                        | 
                         
                  "El Ejército 
                        rinde su más sentido y profundo homenaje a los caídos en 
                        las luchas internas de las décadas del 70 y 80. Lo hace 
                        para mantener vivo el recuerdo de los oficiales, 
                        suboficiales y soldados que ofrendaron lo más valioso 
                        que un ser humano puede dar: su propia vida.  Su 
                        memoria permite valorar las irreparables pérdidas 
                        sufridas durante esos años de enfrentamientos 
                        fratricidas"  | 
                       
                     
                    
                   
                    
                  ¡Que distancia abismal separa 
                  tan hondas y sentidas palabras con las mezquinas actitudes 
                  asumidas en los homenajes!  
                 
                  
                
                  
                     
                   
                  Me .pregunto: Porque?  Cual es 
                  la razón, si existe alguna, que pueda yo entender? Dónde 
                  quedaron los profundos valores inculcados en El Palomar, sede 
                  del gloríoso Colegio Militar de la Nación?  O es que acaso el 
                  My (pm) Humberto Antonio Viola, caído en defensa de los 
                  intereses de la Patria no tiene ganado el derecho de ser 
                  homenajeado con Honor y Dignidad?   
                
                      
                  
                  O es que solamente gozan de 
                  tan alto privilegio por parte del Ejército los subversivos 
                  muertos, como quedó plasmado en el acto llevado a cabo en el 
                  Instituto Dámaso Centeno, dependiente de esa Institución, para 
                  recordar a "desaparecidos" en los años 70, llegándose, 
                  inclusive, a colocar una placa en memoria y homenaje a 
                  terroristas?  
                 
                
                  
                     Pero no podrá Ud. explicarme 
                  lo ínexplicable. Es por todo ello el profundo sentimiento de 
                  decepción  que me invade y me provocan estas espurias 
                  situaciones.  
                 
                  
                
                  
                    
                   
                   Atento al supuesto de que esa 
                  Fuerza Ejército haya previsto la ejecución de algún tipo de 
                  acto:   
                
                
                SOLICITO A UD. Y POR 
                SU INTERMEDIO A SUS SUBALTERNOS  
                
                
                QUE SE ABSTENGAN DE 
                REALIZAR ANTE LA TUMBA  
                
                
                DE MIS MUERTOS 
                QUERIDOS  
                
                
                NINGÚN HOMENAJE
                 
                
                
                INSTITUCIONAL. 
                
                  
                     
                   
                  Humberto y Maria Cristina 
                  merecen, en un homenaje, el más Grande Respeto No permitiré 
                  que nadie que carezca de valor para hacerse cargo de sus 
                  acciones, ni siquiera pise la tierra donde yacen dos Grandes 
                  de Espíritu y Moral.  
                    
                  Atentamente,   
                
                |