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   22 de Noviembre de 2006     
     GENERAL:   
     No voy a mandarle una carta documento como lo hizo la Sra. de Viola, quien 
  me merece el máximo de los respetos, porque además de querer que usted la reciba, quiero 
  que se conozca difundiéndola por mail, que pueda llegar  a "todo el mundo", y 
  que de esa manera,  
  la gente conozca lo que pienso (junto a tantos) sobre su persona, y en relación a la carta citada.
  Tampoco voy a escribirle con términos de letrados porque no lo soy. Tan sólo soy la viuda de
   
  QUIEN 
  SUPO DEFENDER A SU PATRIA HASTA PERDER LA VIDA, como nos enseñaron nuestros mayores. 
  Parecería que usted no los tuvo o, 
  que si los tuvo, demuestra ser un "mal aprendido". 
      ¡No se imagina lo bien que hace poder llamarse con honor por su apellido, lo bien que hace poder decir: "soy 
  GENTA, LARRABURE, VIOLA, CARDOZO, BERDINA..." o tantos otros
  que no acabaría de nombrar! ¡y lo feo que es que los hijos de algunos tengan
  que agachar la cabeza! Cada uno sabe en qué situación se hallan nuestros
  hijos. 
  
      Usted debería ser el primero en asistir vistiendo con honor el uniforme
  
  cuando se rinde homenaje a los muertos por la Patria. Pero no sólo no lo
  
  hace sino que acata la orden inmoral, ilegal e injusta de prohibirlos, de
  desnaturalizarlos, y de sancionar a quienes digna y valientemente rinden
  su      homenaje.  
      Hace unos meses estuve en la Jefatura del Estado Mayor del 
   
  Ejército y pedí hablar con usted, pero no me pudo atender... claro estaba
  muy  ocupado como para dedicarle unos minutos a la viuda de un héroe del
  
  Ejército. Pero ahora veo que fue mejor que no me recibiera porque después
  de      verlo me hubiera arrepentido de haber perdido mi tiempo, porque no me hubiera respondido. Quería preguntarle cuál era la razón de su traición a
  su    gente, a las convicciones que en otra época demostró poseer, para aceptar
  y  permanecer en el cargo que ostenta; si le habían prometido una embajada
  como    a otros traidores o si simplemente alcanzó con adular al presidente y
  gozar de los beneficios del cargo... pero no me recibió, y entonces quedé con la
  
  certeza de que fue de alguna de esas formas como usted llegó a tener su
  
  grado y su cargo.    No se olvide de que "EL MUNDO ES REDONDO Y TODO VUELVE" y
  
  que sólo quedará su traición por treinta monedas de plata. 
     Hoy me complace pensar que le falta poco para abandonar esa vida de lujos
  
  que lleva (en octubre si DIOS nos ayuda) y pasará a vivir como un simple
  
  ciudadano, pero indigno como tal y como soldado, con la vergüenza de la
  
  falta de respeto que supo ganarse.
  
  Sepa usted que, como tantos, lo considero indigno de
  
  mencionar esos nombres que tantos llevan con orgullo y honor, indigno de
  
  pertenecer al Ejército Argentino, indigno de dirigir a su gente, indigno
  de pronunciar sus nombres, indigno de rendir honores (hoy, de su parte, sería
  
  sólo un simulacro, una burla payasesca).   
   LILIANA INÉS RAFFO DE FERNANDEZ CUTIELLOS
   DNI: 11.194.280
   
  arquilira@hotmail.com
   21 de Noviembre de 2006 
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