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              Según datos 
              proporcionados por el Banco Central de la República Argentina,
              
              
              el Banco de la Nación Argentina es el primer 
              banco del país, 
              tanto en depósitos ($ 17.093,6 millones, lo cual significa el 14% 
              de los depósitos totales) como en préstamos otorgados ($ 7.623,8 
              millones)[1]. 
              
              Lo que no 
              informa el matutino (propiedad de la banca Goldman Sachs) es que 
              al mismo tiempo 
              
              el Banco de la Nación Argentina,
              el banco estatal de la Nación, es 
              miembro-socio del Consejo de las Américas,  
              es decir, el Banco propiedad de todos los argentinos está 
              ASOCIADO Y SUBORDINADO a una corporación de empresas privadas 
              estadounidenses y europeas controlada y dirigida por David 
              Rockefeller (J. P. Morgan Chase & Co.) y por William Rhodes (Citigroup, 
              Inc.). Pareciera ser que de las «relaciones carnales» con 
              Estados Unidos (Guido di Tella dixit) hemos pasado a las 
              «relaciones sodomíticas» con la oligarquía angloamericana del 
              Eastern Establishment: el Banco propiedad del Estado (y de 
              todos los argentinos) subordinado al clan Rockefeller. 
                
              
              1. El Consejo 
              de las Américas fue fundado por David Rockefeller en 1965, sobre 
              la base de la iniciativa privada y el libre comercio: «los 
              mercados libres y los emprendimientos privados
              
              
              ofrecen los medios más efectivos para lograr el 
              crecimiento y la prosperidad económicos de la región». Con 
              esta ideología privatista y liberal, el citado organismo nuclea 
              actualmente a más de 200 grandes compañías de primerísimo nivel, 
              las cuales 
              
              representan a la mayoría de las inversiones 
              privadas estadounidenses en América latina»[2]. 
              Llama la atención que el Banco estatal nacional argentino, 
              administrado por la reciclada «patria socialista» de los ´70, esté 
              asociado a lo más rancio de la plutocracia estadounidense.  
              
              2. También 
              llama la atención que el gobierno reivindique un carácter 
              pretendidamente progresista y “centro-izquierdista”, cuando ha 
              asociado en las sombras las finanzas oficiales de la Nación 
              al organismo rockefelleriano. Se podría pensar que Rockefeller y 
              sus amigos han evolucionado y que hoy estarían sosteniendo 
              posturas afines y similares a la de nuestro presidente, 
              «promoviendo» la justicia social, la redistribución del ingreso, 
              el bienestar del pueblo, pero la realidad es muy distinta: «El 
              Consejo de la Américas es una organización de negocios cuyos 
              miembros comparten un compromiso común con el libre comercio y 
              los mercados abiertos a través de las Américas. Nuestros 
              programas e intermediación tienden a informar, alentar y 
              promover mercados libres e integrados PARA BENEFICIO DE LAS 
              COMPANÍAS QUE FORMAN PARTE DE NUESTRA MEMBRESÍA, así como de 
              los Estados Unidos y de todos los pueblos de las Américas»[3].
               
              
              Como se puede 
              apreciar, lo que el Consejo de las Américas busca fundamentalmente 
              es beneficiar a las compañías privadas que son socias del 
              organismo. ¿Cómo se entiende entonces que el BANCO 
              DE LA NACIÓN ARGENTINA COLABORE PARA BENEFICIAR A LAS COMPAÑÍAS 
              TRANSNACIONALES AMIGAS DE ROCKEFELLER Y SUS SECUACES? Ante 
              esta “profesión de fe” de libre comercio y de mercantilismo 
              empresarial privado, ¿por 
              qué EL DR. KIRCHNER HA ASOCIADO EL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA A 
              LA OLIGARQUÍA ESTADOUNIDENSE, dueña del NUEVO ORDEN MUNDIAL? 
              ¿POR QUÉ EL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA PARTICIPA EN UN ORGANISMO 
              CUYA ESTRATEGIA ES IMPULSAR EL LIBRE COMERCIO EN HISPANOAMÉRICA Y 
              BENEFICIAR A LAS EMPRESAS PRIVADAS ESTADOUNIDENSES? 
                
              
              3. Desde un 
              punto de vista psicológico, nuestro presidente repite el mismo 
              cuadro esquizofrénico que experimentó con el FMI. Acusó (y hoy 
              todavía lo hace esporádicamente) a este organismo de ser el 
              culpable de todos los males experimentados por nuestro pueblo, 
              debido a la aplicación de sus recetas económicas. No obstante 
              ello, el FMI fue un acreedor privilegiadísimo y el más 
              beneficiado de todos los acreedores: cobró toda la deuda 
              contraída con él y por anticipado, sin siquiera la quita de un 
              centavo de dólar. 
              
              Pero además, 
              con el último pago al FMI nuestro presidente «desendeudador» en 
              realidad LEGALIZÓ LAS OPERACIONES FINANCIERAS ILEGALES DEL FMI 
              llevadas a cabo con nuestra Patria A LO LARGO DEL AÑO 2001, 
              tal como lo han probado Alfredo y Eric Calcagno en enero de 2005
        [4]. 
              Pero en realidad, esta esquizofrenia psicológica no deja de ser 
              políticamente redituable y funcional a los intereses de la 
              oligarquía financiera internacional, ya que en forma por demás 
              paradójica, ésta última ha podido salvarse y recapitalizarse 
              gracias a la “izquierdista y progresista” administración 
              kirchnerista, cumpliendo con uno de los «deberes» 
              estipulados por el Grupo Bilderberg en su encuentro anual del 
              2003, en el que “recomendaba” a los países deudores pagar todas 
              sus deudas al FMI, lo cual se cumplió a rajatabla.  
              
              4. Puede 
              resultar sorprendente para algunos esta colaboración mutua y 
              recíproca entre la social-democracia vernácula y “latinoamericana” 
              y la oligarquía financiera-industrial del Eastern Establishment. 
              Pero en realidad, el capitalismo liberal salvaje y la 
              social-democracia son los dos brazos con los que el verdadero 
              poder mundial privado, nucleado entre otros organismos en el Grupo 
              Bilderberg y en la Comisión Trilateral, domina y somete al 
              mundo a su voracidad económica, social y ecológica. En ambos 
              organismos, además de contar como miembros a los dueños de las 
              grandes empresas transnacionales –industriales, bancarias, 
              energéticas, etc.- y a los funcionarios más poderosos del mundo 
              –reyes, presidentes, primeros ministros, etc., también cuenta 
              entre sus filas a militantes «de izquierda», «antiglobalistas» y 
              «socialistas» del Primer Mundo. Con el brazo «derecho» golpea y 
              saquea (financia golpes de Estado, promueve planes de “desarrollo” 
              –Consenso de Washington, Plan Baker, etc.-) y con el brazo 
              “izquierdo” consolida lo anterior, debilitando las bases 
              espirituales, antropológicas y culturales que harían posible la 
              resistencia a la dominación colonialista (ataque a la familia, 
              despolitización, “revolución cultural”, promoción de “derechos 
              humanos”, etc., debilitamiento de instituciones fundamentales). 
              
              La historia 
              hispanoamericana es un claro ejemplo de ello. Después de haber 
              financiado y sostenido durante la década del 60 y del 70 las 
              diversas dictaduras militares latinoamericanas, EL PODER 
              PRIVADO MUNDIAL QUE REPRESENTA LA DINASTÍA ROCKEFELLER Y PARA EL 
              CUAL OPERA POLÍTICAMENTE, a partir de 1982 unificó, apoyó y 
              promovió a la socialdemocracia latinoamericana que se hacía 
              presente para “enfrentar” y reemplazar a los desprestigiados 
              gobiernos militares en retirada.  
              
              1982 marcó un 
              punto de inflexión en Hispanoamérica, fundamentalmente por la 
              guerra de Malvinas y por el default de México, que deja de 
              pagar su deuda externa. Anticipando los nuevos vientos que 
              comienzan a soplar en Latinoamérica, David Rockefeller, Henry 
              Kissinger y Cyrus Vance fundaron el 15 de octubre de 1982 
              Interamerican Dialogue / Diálogo Interamericano, 
              organismo en el que se núcleo la social-democracia vernácula, que 
              paulatinamente comenzó a gobernar en nuestros países, al amparo 
              del poder brindado por la plutocracia angloamericana y los grandes 
              países desarrollados. 
              Ya no era la hora de las botas, sino de los votos, pero sin 
              cuestionar el modelo económico impuesto por las dictaduras: 
              desindustrialización de nuestras Patrias y endeudamiento externo 
              crónico. Es así que llegan a ser presidentes de sus 
              respectivos países Raúl Alfonsín (Argentina), Gonzalo Sánchez de 
              Losada (Bolivia), Violeta Chamorro (Nicaragua), Juan María 
              Sanguinetti (Uruguay), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto 
              Zedillo (México). Otros llegan a ocupar puestos claves en el mundo 
              financiero regional (Enrique Iglesias, 18 años presidente del BID) 
              y mundial (Claudio Loser, asesor-consultor del FMI y David de 
              Ferrantis, en el Banco Mundial), o en las mismas Naciones Unidas 
              (Javier Pérez de Cuellar, secretario general). Otros mantienen una 
              presencia asombrosamente permanente en la vida política 
              hispanoamericana, explicable sólo por este padrinazgo del clan 
              Rockefeller, como José Octavio Bordón, Beatriz Nofal, José Ma. 
              Dagnino Pastore, Mario Vargas Llosa, Lourdes Flores Nano, etc. La 
              experiencia y la historia reciente muestran que, a pesar de su 
              carácter «socialista», «progresista» y «crítico del 
              neoliberalismo», esta social-democracia vernácula jamás 
              cuestionó ni modificó el modelo económico impuesto por la Comisión 
              Trilateral.  
              
              En este 
              contexto y en este marco, se explica que un presidente «montonero» 
              tenga una relación amical y estrecha con Susan L. Segal 
              (presidente del Consejo de las Américas, y mano derecha de David 
              Rockefeller), que en sus viajes a Estados Unidos brinde 
              conferencias ante el Consejo de las Américas, que haya puesto en 
              manos de dos bancos socios-miembros de dicho Consejo la última 
              re-negociación de la «deuda externa» (Unión de Bancos Suizos y 
              Merryl Lynch). En este contexto se entiende que quienes en su 
              juventud bregaban por la «patria socialista» hoy toquen la 
              campanita de sesiones en Wall Street u ofrezcan el petróleo a los 
              grandes inversores internacionales a precio de regalo y los 
              “premien” con la devolución de impuestos. Se entiende por qué los 
              que durante el Proceso de Reorganización Nacional militaron en la 
              usura y en la rapiña inmobiliaria, que luego depositaron sus 
              ingentes recursos financieros en Wall Street y en Suiza hoy 
              pretendan ser los líderes de una nueva fuerza política de 
              centroizquierda: pueden hacerlo porque han cambiado la 
              jefatura de Mario E. Firmenich, Roberto Quieto, Norma Arrostito y 
              Roberto Santucho por la de David Rockefeller, William Rhodes y 
              Susan Segal. Será que hoy blanquean y ponen en evidencia a los 
              verdaderos jefes, financistas y promotores de la guerrilla 
              setentista y «socialista», que con su accionar antiperonista, 
              antidemocrático y anticonstitucional le sirvió en bandeja de plata 
              el golpe de Estado de 1976 al imperialismo internacional del 
              dinero y a esta oligarquía mundial angloamericana, la 
              verdadera usufructuaria y beneficiaria de la criminal política 
              económica del Proceso. 
                
              
              5. A modo de 
              síntesis, podemos afirmar que el remanido intento contra natura
              de «institucionalizar» la dicotomía entre una 
              centro-izquierda «progre» y una centro-derecha 
              «reaccionaria» sólo tiene como objetivo encubrir la condición 
              neocolonial de nuestra Patria y nuestro sometimiento al Nuevo 
              Orden Mundial. Con un conflicto ideológico financiado, manipulado, 
              controlado y exacerbado por los dueños del poder mundial se 
              encubre y disimula el verdadero conflicto al que estamos 
              enfrentados, que no es otro que la lucha 
              histórica del Pueblo y de la Nación argentinos contra la secular 
              dominación y saqueo de la oligarquía anglo-americana, desde las 
              Invasiones inglesas hasta nuestros días. 
              José Arturo Quarracino 
              Esteves Correa 150 
              (1834) Temperley -Pcia. Buenos Aires- 
              REPUBLICA ARGENTINA 
              Tel.: (0054 11) 4-244-1142 
              e-mail:
              
              josequarracino@yahoo.com 
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