EN EL DÍA DE NUESTRA SEÑORA MARÍA AUXILIADORA, VELANDO LAS ARMAS EN 
        LA VÍSPERA DEL DÍA DE LA PATRIA Y A 15 AÑOS DE LA MUERTE DEL VIEJO 
        CAMARADA REVERENDO PADRE ALBERTO IGNACIO EZCURRA, BRINDO ESTE HOMENAJE 
        QUE BROTA DE MI CORAZÓN ETERNAMENTE TEÑIDO DE CELESTE Y BLANCO.
        
        
        RESPONSO DEL PADRE ALBERTO CON MOTIVO DE LA REPATRIACIÓN 
        DE LOS RESTOS DEL BRIGADIER GENERAL DEL EJÉRCITO Y CAPITÁN GENERAL DON 
        JUAN MANUEL DE ROSAS, A QUIEN EL PUEBLO LLAMÓ SU ILUSTRE RESTAURADOR, 
        LUEGO DE 137 AÑOS DE INJUSTO EXTRAÑAMIENTO DEL SUELO PATRIO.
        
        
           En el nombre del Padre y del Hijo y del 
        espíritu Santo. Amén.
        
        
           Señor te damos gracias porgue Juan Manuel ha 
        vuelto a su Patria. Te damos gracias porque ha vuelto por la puerta 
        grande
        
        
        con el reconocimiento y con el honor que San Martín le 
        deseara. Te damos gracias porque ha encontrado un lugar en el corazón de 
        su Pueblo. Te damos gracias porque al sepultarlo, sepultamos más de cien 
        años de leyenda negra, de oscuridad, de historia escrita con 
        inexactitudes a designio. Te damos gracias en
        
        
        nombre de todo este Pueblo en fiesta.
        
        
           Y te pedimos Señor. Te pedimos que no 
        olvidemos nunca las cosas grandes de nuestro pasado porque una Nación 
        solo puede construir su futuro si como un árbol tiene hundidas 
        profundamente las raíces en la Verdad de su pasado.
        
        
           Te pedimos Señor que el ejemplo de Juan 
        Manuel sea la inspiración de nuestra juventud. Que miren no a los ídolos 
        de la farándula o de las series extranjeras, sino al ejemplo de los 
        santos y al de los héroes y encuentre en Juan Manuel el arquetipo del 
        Gaucho y del Patriota. Que Juan Manuel con su austeridad y con su 
        honradez, con su patriotismo y con su firmeza sea el ejemplo para 
        nuestros hombres de gobierno. Te pedimos Señor por la Unidad de todos 
        los argentinos. Por una unidad que no sea construida sobre pactos que no 
        se cumplen, sobre dobles discursos, sobre palabras falsas ni un 
        sentimentalismo que no dura sino en la verdad de una empresa grande, de 
        una empresa nacional del Bien Común de la Patria puesto por encima de 
        los intereses particulares, por encima de los intereses de sector, de 
        clase o departido. Te pedimos nos des la gracia de construir la 
        Argentina mirando hacia las profundas raíces, hacia los valores 
        espirituales, culturales y tradicionales de nuestra Patria. No hacia lo 
        que nos viene importado desde afuera, hacia las ideologías, hacia los 
        imperios que Juan Manuel enfrentó sin ceder ante ellos ni un tranco de 
        pollo.
        
        
           Te rogamos Señor por los que han hecho esta 
        Patria, regando y santificando su suelo con el sudor en el trabajo, con 
        la sangre en las batallas. Te rogamos por todos los muertos por la 
        Patria. En la Independencia, en las guerras de la Soberanía, en la 
        Vuelta de Obligado. Por aquellos que no descansan sino esperan en la 
        turba délas Malvinas y en las aguas heladas de los mares del sur.
        
           
        
        Te rogamos Señor que le des a Don Juan Manuel de Rosas el 
        descanso eterno y que a nosotros nos niegues el descanso, nos niegues la 
        tranquilidad, la comodidad y la paz hasta que con los escombros de esta 
        Patria en ruinas sepamos edificar la Argentina Grande que Juan Manuel 
        amó, en la cual soñó y por la cual entregó su vida.
        
        
        
        
   
        Padre nuestro, que estás en los cielos.
        Dale Señor el descanso 
        eterno y brille para su alma la luz que no tiene fin. Que el alma de Don 
        Juan Manuel de Rosas y las almas de todos los fieles difuntos por la 
        misericordia de Dios, descansen en paz y que la bendición de Dios 
        Todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre 
        iodos los aquí presentes y sobre todo el Pueblo de nuestra Patria.
        
        
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