Elementos del Taller de Religiosidad Popular

1.- PRESENTACIÓN: de las personas y el tema (con una dinámica)

2.- ADVERTENCIA INICIAL: "El síndrome de Colón"

3.- CUCHICHEO: expresiones de nuestra religiosidad Popular.

4.- ARMAR EL ESQULETO de nuestro mundo religioso. Dios, Jesucristo, la  Virgen, los Santos, los Difuntos otros (personas y objetos).

 

MATERIAL DE ILUMINACIÓN

1.-FILIPENSES 2, 5-8.

Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús: (6) Él, siendo de condición divina, no revindicó en los hechos, la igualdad con Dios, sino que se despojó, (7) tomando la condición de servidor y llegó a ser semejante a lso Hombres. Habiéndose comportado como Hombre, se humilló (8) y se hizo obediente hasta la muerte y muerte en Cruz.

2- EL MODO DE EVANGELIZAR DE JESÚS: Lc. 24, 13-35. 

3.- MAGISTERIO ECLESIAL: 

PUEBLA (1979) N° 444, 457 Y 458:

"Por Religión del Pueblo, religiosidad popular o piedad polpular, entendemos el conjunto de las ondas creencias selladas por Dios, de las catitudes básicas que esas convicciones derivan y las expresiones que las manifiestan. Se trata de la forma o de la existencia cultural que la religión adopta en un pueblo determinado. La religión del pueblo latinoamericáno, en su forma cultural más característica, es la exresión de la fe católica. Es un catolicismo popular"(444)

"Como toda la Iglesia, la Religión del Pueblo debe ser evangelizada siempre de nuevo. En Améica latina, después de casi 300 años de la predicación del Evangelio y del Bautismo generalizado de sus habitantes. Esta Evangelización ha de apelar a la memoria Cristiana de los Pueblos. Srá una labor de pedagogia pastoral, en que el catolisísmo popular sea asumido, purificado, completado y dinamizado por el Evangelio. Esto implica en la práctica, reanuadar un diálogo pedagógico, a partir de los útimos eslabones que los evangelizadores de antaño dejaron en el corazón de nuestro Pueblo, con el fin de lograr, en un diálogo vital, comunicar comunicar la buena nueva mediante un proceso de reinformación catequética" (457)

"Los agentes de Evangelización, con la luz del Espíritu Santo y llenos de caridad pastora, sabran desarrollar la pedagogía de la evangelización (EN 48), esto exige, antes que todo, amor y cercanía al pueblo, ser prudentes y firmes, onstantes y audaces para educar esa preciosa Fe, algunas veces debilitada" (458) 

- SAN MIGUEL (1969) VI, Pastoral popular.

- NOVO MILENIO INUENTE N° 43 

 

Julián Gerónimo Zini nació en Paraje Centinela (San Carlos-Ituzaingó, Corrientes). A los 10 años ingresó al Seminario Menor de Corrientes Capital. Estudió filosofía y Teoogía en el Seminario Mayor de la Plata (Buenos Aires). Fue ordenado sacerdote por Mons. Alberto Devoto, en Monte Caseros-Corrientes el 15/12/1963. Durante casi 20 años, fue cura párroco de Mercedes-Corrientes. Actualmente es Vicario General de la Diócesis de Goya-Corrientes. Es autor y coautor de varios libros: “Camino al Chamamé”, “Memoria de la Sangre”, “Ñande Roga”, “La Pura y Limpia Mamá Ama de Itatí, Ñande Rekó” y de muchas canciones religiosas y del repertorio popular chamamesero.

 

 

Entrevista al Padre Julian Zini

Revista Misiones en el Mundo
Año 17 - Nº 54, Otoño 2003

- Usted es un enamorado del canto, porque compone y canta música religiosa. Ya san Agustín decía en el siglo primero: “El que bien canta, dos veces reza”. ¿Qué nos dice usted del canto en la liturgia? Le agradecería que sus respuestas tengan una reflexión y algún canto con letra suya.
- Para hablar de estas cosas, deboo comenzar agradeciendo a Dios, Padre y Madre, Divina Providencia, que me ha regalado vivir en estos tiempos que corren. Mi sacerdocio nació con el Concilio Vaticano II. Pienso que es mi obligación aprovechar esta ocasión que me da “Misiones en el Mundo”, para nombrar con gratitud a ciertas personas con quienes estoy en deuda y que, de otro modo, posiblemente, nadie las nombre, lo que sería para mí grave injusticia. Al Obispo Alberto Devoto, que me ordenó como ministro de la Nueva Alianza y me “avió” con el testimonio de su vida, verdadero ejemplo de coherencia evangélica. Al Padre Rafael Tello que, con su sabiduría pastoral, me mostró el tesoro de la Religiosidad popular. Al Padre “Luases”, nuestro profesor de literatura de la secundaria, que nos inició en el misterio de la poesía y en los secretos del verso. A la señora Nerea Avellanal de Ambroggio, nuestra inolvidable “Tía”, que nos guió en la apasionante búsqueda y en el feliz descubrimiento de nuestras raíces culturales. Al Padre José Marins y a la Hermana 
Teo Trevisan, nuestros hermanos mayores, que nos encaminaron decisivamente en el sueño de las Comunidades eclesiales de base. Al Padre Decio Walker que, con admirable sencillez, supo trasmitirnos su inmenso amor a la Palabra de Dios y, por lo tanto, al Jesús del Evangelio. A Chiquita Benítez y Ramonita González, mis queridas compañeras de equipo, que, prácticamente me obligaron con su palabra y su ejemplo, a unir fe y vida. A Joaquín Shéridan, Julio Cáceres, Ricardo Gómez, Francisco Cerimele, Francisco Buscaglia y Rosita Leiva que, con amistad y creatividad, vistieron de música y soltaron al viento mis canciones.

Todo esto explica mi amor y mi entusiasmo por la música y el canto litúrgico. Y una vez más, debo agradecer a mi primer Obispo, el Padre Alberto, que puso en marcha la renovación conciliar en nuestra Iglesia diocesana de Goya, y con ella, la celebración sacramental de la Muerte y Resurrección de Jesucristo de un modo festivo y participativo.


- El momento que estamos viviendo en Argentina es dramático, a muchos niveles. ¿Qué valores y actitudes necesitamos para superar esta situación calamitosa?

- Es cierto, “la Patria está graveemente enferma... reconozcamos la situación con honestidad, aunemos las fuerzas y no perdamos el tiempo... La crisis terminal que vivimos indica una claudicación grave en la moral social... Sobre esto han de examinarse con sinceridad no sólo las personas sino también las instituciones, privadas y públicas... dispuestas a reconocer graves errores y a adoptar cambios profundos de mentalidad y de comportamientos... Ningún sector e institución puede decir que no es responsable de la situación que sufre la Patria... También los pastores hemos de examinarnos... no es fácil explicar la presente crisis sin una grave falla en la coherencia entre la fe y la vida, y en la catequesis y predicación de la moral social...

Este examen es premisa indispensable para que se entable un diálogo fecundo entre todos los ciudadanos y sectores de la sociedad Argentina, que nos lleve a acuerdos fundamentales, conforme a los cuales conducirnos en el futuro... Es preciso buscar sinceramente el bien común, formular con honestidad la propia proposición y escuchar atentamente la del prójimo... La vida en sociedad se basa en un diálogo permanente, y excluye toda forma de violencia física o moral” (CEA, enero 2002).

- ¿Cuál es su sueño de futuro para el pueblo argentino?

- Gracias a Dios, pertenezco a un pueblo que guarda elementos de una tradición guaraní-cristiana y que vive soñando y buscando la “Tierra-Sin-Males”, es decir la “Tierra Prometida” del Pueblo de Dios. Y, como dicen los viejos Chamanes, sólo podremos salir del pozo en el que hemos caído, soñando... o sea agarrándonos a los sueños... Concretamente, mi sueño está vivido y enunciado por Jesús en las Bienaventuranzas, en el Evangelio de Mateo capítulo 5: solidaridad, transparencia y paz para todos. En otras palabras, una convivencia y un poder que impliquen, verdaderamente y en todos los niveles: la confianza, el servicio y el compartir.

- Sin duda, la música y el canto son lenguajes bellísimos que expresan maravillosamente la cultura de las gentes y los pueblos. ¿Está usted de acuerdo con esta afirmación, y por qué?

- La música, la danza y el canto, fueron y siguen siendo en nuestro pueblo de herencia guaranítica, medios e instrumentos para comunicarnos con Dios. Cada uno de nosotros, quien más quien menos, queremos tener nuestro propio canto. Y es que en el fondo, cada persona es una palabra dicha por la divinidad. Nadie es del todo él mismo hasta que no se dice. De allí el valor que tiene la palabra para nosotros: la palabra dada, la palabra empeñada. La palabra es nuestro documento de identidad. Con nuestra palabra nos presentamos, nos expresamos, nos comunicamos, nos realizamos.

- La Iglesia, nos dice el Concilioo Vaticano II y otros documentos, es misionera por naturaleza. ¿Cómo debemos entenderlo hoy y aquí, a nivel de nuestras comunidades cristianas, a nivel de nuestras Diócesis?
- “La Iglesia peregrinante es, porr naturaleza, misionera... (como Jesús)... La evangelización es su razón de ser; existe para evangelizar...”(SD.12). “Será necesario poner un decidido empeño programático en la COMUNIÓN (“koinonía”),que encarna y manifiesta la esencia misma del misterio de la Iglesia”(NMI.42)... “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo”(NMI.43). 
“La parroquia, comunidad de comunidades y movimientos, acoge las angustias y esperanzas de los hombres, anima y orienta la comunión, participación y misión... La parroquia, comunión orgánica y misionera, es así una red de comunidades” (SD.58)... “Las Comunidades Eclesiales de Base son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la civilización del amor”(SD.61). “En Santa María de Guadalupe, a través del beato Juan Diego, se ofrece un gran ejemplo de evangelización perfectamente inculturada”(SD.15).

- ¿Cómo y dónde podemos ser misioneros? ¿En África, en Asia..., en Argentina?

- Con el complejo y acelerado cambbio en el que estamos inmersos, queramos o no, y con la mágica influencia de la globalización, es obligatorio preguntarnos al momentos de sentirnos evangelizadores y, por lo tanto, misioneros: ¿a dónde debemos ir primero? ¿a quiénes estamos enviados? ¿quién nos está enviando? ¿qué buena noticia estamos siendo y debemos llevar? Porque surgen, alrededor y al lado nuestro, como por arte de magia, nuevos e imprevistos campos de evangelización... nuevos espacios, nuevas fronteras... Frente a toda esta impresionante novedad ¿habrá caducado el método evangelizador de Jesús resucitado, el del camino de Emaús, el de Mateo 10, el de Hechos 2?... Decididamente, yo creo que no. Más aún, viendo ciertos modelos de misión, recuerdo aquella frase de un Obispo, al finalizar la “Misión del NEA” en el Gran Buenos Aires, hace unos años atrás: “La metodología que acabamos de usar, la de “la Visita de María a su prima Isabel”, bien podría servirnos para llevar a cabo una Gran Misión Nacional”. Al fin y al cabo, se trata de visitarnos, encontrarnos, reunirnos, contarnos unos a otros lo que Dios está haciendo en nuestras vidas y en nuestras Comunidades, y celebrar todo esto con oración, comida, música y baile. Es tan sencillo y hermoso, cuando lo que anunciamos es una vivencia y se lo dice cantando, como lo hicieron aquellas dos embarazadas, la María y la Isabel...


- ¿Qué valores deberían estar presentes en los políticos y en los ciudadanos, para configurar el pueblo argentino que usted sueña y desearía para este país?

- Si queremos ejercer la democraciia en serio, creo que “debemos pasar del deseo de ser Nación a construir la Nación que queremos... Una Nación es una comunidad de personas que comparten muchos bienes, pero, sobre todo, una historia, una cultura y un destino común... Por ello debemos volver a la raíz del amor que teje la convivencia social... Tenemos que desarrollar algunos valores indispensables para la vida social: Frente a la cultura de la dádiva, promover la cultura del trabajo, el espíritu de sacrificio, el empeño perseverante y la creatividad... Frente a la corrupción y la mentira, promover el sentido de justicia, el respeto por la ley y la fidelidad a la palabra dada... Frente a la fragmentación social, promover las reconciliación, el diálogo y la amistad social... Debemos estimular el sentido del bien común para lograr el bien de todos. De un modo preferencial, el bien de las personas más pobres y empobrecidas, sobre todo de los desocupados, excluidos, indigentes y hambrientos... Para reencontrarnos como Nación debemos atender a los que más sufren... El futuro se construye con la ayuda de Dios y el esfuerzo arduo, frente al facilismo de las propuestas demagógicas”. (CEA.28-IX-02)

 

Expositores

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