Un comic revelador

Más de medio centenar de billones de células se asocian para constituir los tejidos. Estos forman los órganos, los que a su vez se agrupan en aparatos y sistemas que en su conjunto dan por resultado el cuerpo humano.

Claro que es una simplificación, pues una persona es mucho más que eso, pero desde el punto de vista anatómico se aproxima bastante a la realidad. Si bien a simple vista no podemos verlo, existe un mundo microscópico en cada ser humano, donde cada célula individualmente cumple una función, y también nace, crece, se reproduce y muere. En algunos casos esta individualidad se hace más notable por la posibilidad de migración de ciertas células, como los glóbulos de la sangre.

Los glóbulos blancos, o leucocitos, tienen características similares a ciertos microorganismos como las amebas, pues están dotados de movimientos (llamados ameboidales por esta semejanza), y también de fagocitar (o "comer") bacterias y partículas microscópicas pequeñas. Tomando en cuenta esta propiedad se desarrolló el argumento para una historieta, donde un leucocito es el protagonista.

Si bien hay poca semejanza con la realidad en cuanto a la "personalidad" del protagonista, que ataca a las bacterias con una espada y también habla, en general los hechos descriptos se aproximan bastante a lo que sucede en cada uno de nosotros cuando se produce un traumatismo o una enfermedad. Y también el maltrato que recibe el organismo cuando se cometen excesos.

Si le gustan las historietas, es posible que disfrute leyendo las Aventuras de un leucocito y quizás aprenda cosas que no sabía, o por lo menos despierte su curiosidad por saber más.

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